Reto#06: Fanfiction

Aug 04, 2010 00:23


Título: Las galletas en el tarro
Reto: #6 "Tu lado Slytherin."
Personajes: Harry Potter, Petunia Dursley.
Rating: PG
Género: GEN
Disclaimer: El mundo de Harry Potter y sus personajes pertenecen a J.K Rowling. Nada de esto es mío, excepto la trama.


- ¡Escúchame bien, niño! -Jaló al pequeño por su delgado brazo, obligándolo a salir de la esquina en donde se refugiaba para hacer los deberes del colegio sin que Dudley lo importunara. Las hojas de su cuaderno de matemáticas se arrugaron al caer de su regazo y mientras era arrastrado, frunció el ceño. ¿Cómo le explicaría eso a la profesora?

Llegaron a la cocina y Petunia soltó a Harry como si quemara, obligándolo a caer sobre el duro suelo. La mujer se calzó unos guantes de cocina, abrió el horno y sacó unas galletas con chispas de chocolate que olían demasiado bien para ser reales. Harry se levantó del suelo y olisqueó con placer mientras Petunia colocaba las galletas, una a una, en un tarro azul.

-Estas galletas son para los superiores de Vernon, que vendrán hoy a comer. Es algo sobre una jugosa oferta y el jefe de Vernon es amante de este tipo de galletas… -Lo miró un segundo, con desprecio. -No tienes porqué saber eso. Estás aquí porque quería decirte que estas galletas no deben ser tocadas por nadie bajo ninguna circunstancia. -Alzó su respingada nariz y lo miró con desdén. Era obvio a quién se refería con “nadie”, pero Harry se mantuvo en silencio. -Y para que tengas algún estímulo, si falta una sola migaja de las treinta galletas que horneé para esta noche, no me importa quien diablos haya sido, tú te llevarás el castigo.

-Pero eso es injusto, Dudley me golpeará y se llevará las…

-Mi Dudley es incapaz de hacer algo así, niño mentiroso. -Harry inclinó la cabeza, sabiendo perdida la batalla. -Potter, no miento cuando digo que te irá mal si algo desaparece. Iré a hacer las compras finales para la cena. Volveré con Vernon en 2 horas. -Le lanzó una mirada de advertencia y salió de la cocina. Harry escuchó las llaves de la entrada agitarse cuando Petunia se fue.

Suspiró derrotado. Vio el tarro de galletas a su lado, sobre la mesa. Oyó los pasos pesados de Dudley en el piso de arriba y supo que en cualquier momento bajaría, atraído por el aroma; entonces Harry sería apartado a la fuerza y el chico se tragaría las galletas. Y lo castigarían a él. Lo encerrarían en la alacena y le darían las sobras de Dudley durante un mes, como siempre que era castigado.

A menos que pudiera evitarlo, que era imposible.

Aunque podía hacer que valiera la pena.

Sonrió lo más malignamente que puede sonreír un niño de 8 años y fue a buscar sus cuadernos para terminar la tarea en el comedor, con un plan en mente.



Vernon abrió la puerta de entrada y le cedió el paso a su esposa, que venía tras él. Petunia entró y se dirigió hacia la cocina, dispuesta a hacer los arreglos finales. En 30 minutos, exactamente, el Señor Harrison estaría es su casa y debía ser atendido como a un verdadero Rey. Se encontró a Harry sentado en el comedor, mirando fijamente sus apuntes. Bufó; ese chico era muy tonto como para entender algo de lo que leía.

Comenzó a poner la mesa en donde servirían al Señor Harrison mientras Vernon llevaba las bolsas de compra hasta la cocina. Pegó un grito a Harry, advirtiéndole que no debía ser visto por nadie. El niño recogió sus apuntes y se encerró en la alacena, aparentando mucha calma.

Petunia lo miró y entrecerró los ojos en sospecha. ¿Por qué no le decía que su hijo lo había lastimado y había robado las galletas? ¿Por qué no se echaba a llorar y suplicaba perdón? ¿Por qué no le mentía, como siempre? ¿Acaso las galletas habían sobrevivido?

Dejó todo lo que hacía y fue hacia la cocina.

Se acercó con rapidez al tarro azul de las galletas y lo abrió.

Nada.

- ¡Potter, ven acá en este mismo instante! -El chico en la alacena reprimió una sonrisa de satisfacción y caminó hacia Petunia, que lo esperaba con el tarro en su mano. - ¡¿Qué hiciste con las galletas que preparé?!

Vernon levantó la vista de la mesa del comedor y lo miró, con la vena del cuello palpitando de manera sospechosa.

-Me las comí.

Lo dijo tan tranquilamente y sin señal alguna de arrepentimiento, que Petunia tuvo ganas de agitarlo hasta que reaccionara.

- ¿Tú hiciste qué? -Preguntó Vernon despacio, arrastrando las palabras.

-Pues me comí las galletas. -Sonrió con inocencia.

- ¿Y por qué carajo hiciste eso? -Siseó su tío azorado por la furia.

-Bueno, tenía hambre y Tía Petunia no me ha dejado nada de almorzar. Sólo sería una, pero una cosa llevó a la otra y bueno…-Dijo, sin una pizca de vergüenza. El castigo valdría la pena. -Además, era mejor así. Dudley bajaría, me golpearía, se lo comería todo y yo sería el castigado. Al menos ahora sí lo merezco, ¿no?

Y sonrió con malicia, alabando su propia astucia internamente.

La velada terminó siendo bastante desastrosa. No hubo postre y Dudley hizo un berrinche que Harry escucho desde la alacena, encerrado como estaba. El jefe de su tío se hartó del llanto del niño y se marchó indignado, insinuando que si a Vernon le faltaba carácter para criar a su hizo, creía que sería igual de blando en el negocio de los taladros.

Vernon castigó a Dudley por primera vez en su vida. A penas duró un par de días, pero para Harry fue suficiente como para estar feliz el resto de la semana.

Y, por supuesto, Harry no se salvó del castigo. Fue sentenciado a dos meses de encierro, uno de ellos comiendo sobras.

Suerte que había guardado las galletas que había robado, que si no…

reto#06, género: gen, personaje: harry potter, autor: clio_pooh, personaje: petunia dursley

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