meme robado a Lyeth

Dec 14, 2009 12:20

Coloca un extracto de cada trabajo sin terminar que puedas encontrar. No se permite dar explicaciones, sólo el fragmento.

El chico que murió. DRARRY
Se acercaba el tercer aniversario de la muerte de Harry Potter e Ian Wrigth se aprontaba a celebrarlo, en privado por supuesto. No era muy políticamente correcto que digamos, festejar un deceso. Máxime por la forma tan dramática en que el muchacho habìa partido del mundo mágico.
Ese día, el trece de julio, aun se paralizaba el reino, el ministro y sus esbirros se tomaban el cementerio ****, montaban todo un operativo anti - muggles y desplegaban un pequeño circo en memoria del caído. Ian recordaba la expresión muggle que decía que no hay muerto malo.
Harry X`smas DRARRY
“Póntela, o no habrá cena,
ni regalo de navidad…”

- ¿Qué me la ponga? - lo tomó en sus manos, mirándola con extrañeza, al instante apareció una línea mas en la nota.

“Véndate los ojos”

“Con que estás observando - sonrió para sí - Habrá que seguir el jueguito a ver donde termina” - colocándose la tela en la cabeza, le dio dos vueltas al nudo para asegurarlo.

Apenas acabó con la inusual petición unas diestras manos le rodearon la cintura.

- Feliz navidad amor - la voz tan familiar acariciándole el oído, mientras las manos vagaban por su pecho. Y otra vez el estallido al desaparecer ambos.

- ¿Harry? - un beso en el cuello, por toda respuesta y una respiración muy cerca suyo.
NONAME DRARRY
- Un poco tarde para una visita formal.

Es la frase mas larga que me has dirigido desde que me retiraste de San Mungo. Ignoro si estas enfadado o es tu manera de darme la bienvenida. Merlín. ¡Desconozco todo de ti!

Me siento en el otro sillón, con los codos apoyados en las rodillas y el mentón en mis manos enlazadas. No se que decir, esto es muy incomodo, sin embargo, no quiero marcharme.

- ¿Te apetece un Firewhisky?

Agradezco que se seas tu quien rompe el silencio. Quien ha sido vaciado de su memoria no tiene muchos temas que tratar, salvo la cocina de Molly Weasley.

- No se. - te respondo con torpeza - ¿Me gustaba?

- Pruébalo y decide por ti mismo. - dices, poniendo un vaso en mi mano.
BDSM DRARRY
-“Esas páginas” son para gente pervertida con exceso de tiempo y falta de imaginación -cerró el notebook con un movimiento seco y fluido. - Yo sólo soporto este infernal artilugio porque es una manera rápida y eficiente de traer el trabajo a casa.

Harry se levantó de la silla en la que estaba sentado y aproximó su cuerpo al del rubio.

- Draco, eres un buscador. Supongo que los muggles han ideado un programa para planificar estrategias de Quidditch - acotó, divertido. - y ahora me dirás que eres un santo y que el slash es para pervertidos como yo, ¿no? -dio un paso hacia atrás y lo miró de arriba abajo. El rubio vestía sólo con unos vaqueros muy ajustados y sin acabar de abrochar, no pudo menos que sonreír prepotentemente-. ¿Sabes Malfoy? Si piensas que luciendo así puedes alegar algo tan poco creíble -hizo un gesto de la mano para que observara su vestimenta-, déjame decirte que vas mal encaminado.
FEMSLASH ORIGINAL.
Recordó el enorme susto que sufrió unos años atrás cuando la siempre inquieta Liz saltó por la ventana persiguiendo una paloma y fue a dar al primer piso. La dio por muerta los frenéticos minutos en que tardó en bajar las escaleras. Cogió un taxi - no se atrevió a conducir en estado de shock - y voló con ella a la clínica veterinaria. Para colmo de males, Javier, el especialista que la atendía desde siempre, estaba fuera de la ciudad y había dejado a una estudiante en práctica como reemplazo. Ella asegura que sólo le entregó al animal, Verónica insiste en que fue bastante más que grosera. Un mal comienzo.
EL PINTOR: ORIGINAL. (CHAN)
- Seba… ¿Cuánto tiempo llevas sin ver la luz del sol?

- No lo suficiente.

- Vitamina D. ¿Te suena de alguna parte?

- Si, de que alguien que pasa tanto tiempo metido en su laptop no tiene autoridad moral para criticar mi misantropía.

El chico iba a replicar pero desistió. A fin de cuentas, lo que el “adulto” hiciera con su vida le tenía sin cuidado.
Julia Brown: Drarry.
Apoyada en la ventana y vestida solo con su boxers, la bruja espiaba el amanecer en la ciudad por la cortina entreabierta. El efecto adrenalí¬nico de su aventura se habí¬a esfumado y volví¬a a encontrarse a solas con sus pensamientos

Draco se acercó a su espalda y le besó el hombro.

- ¿Pensando en mI¬? - la bruja se volteó y respondió con severidad.

- El mundo no gira en torno suyo señor Malfoy.

Recogió su ropa y se desapareció.
Nn: Drarry.
“Blaise, debemos hablar.
AHORA.

D. M.”

La carta - que digo carta, un estornudo es mas extenso - se alejó rauda, enfundada en su diminuto estuche de cuero. Supervisada por una mirada apizarrada, un punto más oscura debido a la incertidumbre - incertidumbre, desasosiego, incredulidad, delirio. Escoja el adjetivo que mas le acomode - lo cierto es que nuestro protagonista se vio, de súbito, alcanzado por una situación inverosímil.

Tras un par de impacientes rodeos por su habitación se reconvino duramente, semejante despliegue de ansiedad era impropio para alguien de su ralea. Tomaría una copa a la espera del visitante. Si, eso se veía algo más alentador.

Vacía, vacía y por si no bastaran sus requiebros, con una gentil nota de su madre amenazando: “...suprimir la copa de vino del almuerzo dominical, de persistir tus deslices etílicos”.

Arrojó la botella inútil contra la chimenea, maldiciendo contra su infausto destino.

¡Tenia tan solo quince años, por Merlín!
If: Dark!Harry
En su mísera infancia de niño recogido solo tuvo por compañía a las arañas, con quienes compartía el escaso espacio de la alacena bajo las escaleras, donde dormía. Las saludaba cada mañana y cuidaba donde ponía sus pies para evitar pisarlas por error. Pero no podía encariñarse mucho con ellas, porque el chico panzón les tenía miedo y apenas veía una pata peluda chillaba a todo pulmón, hasta que alguno de sus padres corría en su auxilio con una lata de insecticida en cada mano y masacraba las camaradas de juego del moreno.

Luego tuvo a Lester, éste duró un poco más.

Lester era comando, sabia cuando y donde esconderse para no ser hallado. Era un as para salir pitando para que la cara de caballo no lo pillara en la cocina.

Lester era una rata vulgar, de origen tan desconocido como él mismo. Tenían mucho en común, ambos eran flacos y escurridos y, al igual que el roedor, Harry estaba completamente solo en el mundo.
Thestral: Drarry.
Finalmente, la deuda fue saldada. Y cuando ello sucedió no hubo consuelo alguno para mí. Ya liberado de mis responsabilidades en la guerra maldije no haber perecido en ella. La excusa que me ataba a esa existencia - insípida sin mi amor - ya no existía más. Le reclamé a la vida misma por empeñarse en sujetarme a ella y la desafié a responder por qué me regaló al chico perfecto, el más correcto y encantador, sólo para arrebatármelo a poco andar. ¿Por qué me permitió dormir en sus brazos, saber que sólo en ellos me sentirá completo? ¿Por qué, si él no era para mí, permitió que nos enamoráramos, no sólo en carne sino también en espíritu?

Y así, sin más. Ante la mancha renegrida del que fue el mago tenebroso más terrible de los últimos tiempos, renegué de la vida - porque en ella ya no había nada para mí - de la magia -porque no podía darme lo único que yo deseaba - de mis amigos, incluso de mi lechuza - porque no soportaba la cercanía de ningún ser viviente.
Cristal: Drarry
El hombre de cabello entrecano se inclinó sobre la cabecera de la cama, besando en la frente a la rubia que fingía dormitar, ésta entreabrió los ojos levemente.

- Mmm… ¿ya te vas? - casi en un susurro, simulando voluptuosidad que en realidad no sentía. Mentir era su especialidad, se le daba de manera natural.
- Es preciso, los negocios, ya sabes - el hombre se encogió de hombros y dejó un sobre bajo la almohada. - Puedes quedarte si lo deseas, he pagado el día completo, no tardan en subir el desayuno. - la chica se estiró en el lecho con un toque de sensualidad, provocándolo deliberadamente. En algún lugar de la habitación sonó el ring de un móvil.
- No te retengo más o llegarás tarde a tu cita de negocios. - endulzando hasta lo imposible su voz, para que no notara que lo estaba echando.
- ¿No contestas?.. - no hubo respuesta. El hombre hizo un gesto torpe con la mano y finalmente se retiró.

Una vez que quedó a solas la rubia se estiró con bastante menos elegancia que cuando seducía a su acompañante.

- “Estúpido, creí que nunca se iría” - la encantadora sonrisa se había borrado de su rostro manchado de labial.

Cinco minutos después que el móvil comenzó a sonar, una nube de chispas plateadas la envolvió. La mujer se dejó llevar disfrutando de los cosquilleos que producía la magia en su cuerpo,

Al abrir los ojos nuevamente se había transformado en un hombre joven, de cabello rubio, casi plateado.
Himitsu no doll: Harry/scorpius, drarry.
El chico era un espécimen único. A diferencia del resto de seres andróginos que pululaban por el lugar, él no lucía el negro acostumbrado, sino una furiosa cabellera azul y a los labios negros de rigor les había agregado una capa de brillo rojo sangre, idéntica al color de sus uñas. Completaba el cuadro unos perfectamente delineador ojos acerados. Bien podía haberlo elegido por este único detalle, aunque solo reparó en ello camino a su piso, en el auto de uno de sus amigos. De todo, lo más asombroso era su piel, de un brillo extraño que semejaba engañosamente porcelana.

- Es maquillaje - explicó, ante la mirada de desconcierto del adulto. - es un juego

- ¿Juegas a ser una muñeca? - inquirió aquel, sin acabar de comprender.

- Algo así. - respondió con vaguedad, encendiendo un cigarrillo, dando por terminada esa inconducente charla.
Nn: Drarry. AsS.
El bebé ya tenía nombre: Albus Severus. Ron se atragantó al enterarse y pidió teatralmente permiso para ir a vomitar, luego de beber un vaso de whisky le aseguró que no podía cometer semejante crueldad con un ser indefenso. Mione le dio unas palmaditas en el brazo a su esposo pero lo secundó, afirmando con voz serena - que a todas luces le estaba costando gran esfuerzo mantener - que era un nombre demasiado fuerte para un bebé. Arthur dijo que era un gran nombre, digno de un gran mago, salvo por lo de Severus. Molly se reservó su opción, quejándose de que ésta no sería tomada en cuenta de todas maneras. Los gemelos lo encontraron fantástico, sobre todo si resultaba tan chiflado como su predecesor. Mientras el resto de la familia daba su parecer a viva voz, Harry miró hacia la alfombra, donde James y Hugo reían de las payasadas de Teddy, que en ese momento tenía las orejas del tamaño de un freesby.
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