Todo llega a su fin;
Hace tiempo que no publico nada por aqu'i. Ni siquiera me molest'e en publicar que ven'ia a Edimburgo a trabajar en el Fringe. Culpa de otros blog m'as... menos... Culpa de otros blogs.
Aqu'i estoy otra vez, sin embargo, despertando a mi Livejournal de su letargo, porque estoy un poco triste. Y no me sent'ia a gusto escribiendo tristezas en cualquiera de los otros blogs.
El Fringe acaba hoy. Lunes, 30 de Agosto, fin del Fringe 2010. Ahora mismo me encuentro en la Box Office, vendiendo tickets a una multitud inexistente, porque, a pesar de ser el 'ultimo d'ia del Fringe, la gente no viene ansiosa por aprovecharlo al m'aximo. Es s'olo el 'ultimo d'ia de tres semanas de sesiones de teatro intensivas. Para el p'ublico. Para nosotros, adem'as, han sido tres semanas de nueve horas diarias de trabajo, m'as la semana y media de montaje al principio.
No es que haya sido un trabajo duro. Desde luego, algunos d'ias han sido peores que otros, o algunas horas peores que otras. Pero siempre ha habido recompensas, pequenios momentos que hac'ian que todo mereciera la pena. Una sonrisa de una seniora, un ninio que te recuerda de otro d'ia, la pareja que te pregunta qu'e tal llevas el d'ia y te dice adem'as que tu paniuelo mola.
Hoy estoy triste porque todo acaba. En realidad, nos quedan a'un unos d'ias, pero el Fringe en s'i termina y todos tenemos encima la sensaci'on de que es el principio del fin. Algunos se han ido ya, otros se van a ir yendo paulatinamente. Tenemos que recoger todo, y la sensaci'on de recoger todo te deja, al menos a m'i, un vac'io en el est'omago.
Nos hemos conocido entre todos. Nos llevamos bien, mal, normal. Es igual. Nos vamos a echar de menos. Vamos a echar de menos a esa persona con la que todos los d'ias te r'ies, pero tambi'en a esa persona a la que le dedicas un poquito de tu odio d'ia s'i y d'ia tambi'en, y tambi'en a esos otros que simplemente est'an ah'i. Vamos a echar de menos todo.
El principio del fin es peor que el fin en s'i mismo. Hablaba de esto con un companiero hace unos d'ias. 'El ya era consciente de este comienzo del final, y yo lo comprend'ia, pero no lo sent'ia a'un. Hoy lo siento sobre mis hombros, y me hace querer desaparecer y aparecer en casa ya. Ya ya ya.
Ha sido todo muy intenso. Ha sido todo muy fugaz y apenas nos hemos enterado, a pesar de todo lo que hemos aprendido y nos llevamos de vuelta a nuestras respectivas casas. Son muchas cosas. Es, para m'i, una madurez diferente. Una madurez adquirida en se'is semanas de no parar un segundo.
Estoy triste. Es el 'ultimo d'ia del Fringe. Quiero volver a casa pero no quiero volver a casa.
Y sin embargo, si me paro un instante a pensarlo, estoy contenta.
Aqu'i estoy otra vez, sin embargo, despertando a mi Livejournal de su letargo, porque estoy un poco triste. Y no me sent'ia a gusto escribiendo tristezas en cualquiera de los otros blogs.
El Fringe acaba hoy. Lunes, 30 de Agosto, fin del Fringe 2010. Ahora mismo me encuentro en la Box Office, vendiendo tickets a una multitud inexistente, porque, a pesar de ser el 'ultimo d'ia del Fringe, la gente no viene ansiosa por aprovecharlo al m'aximo. Es s'olo el 'ultimo d'ia de tres semanas de sesiones de teatro intensivas. Para el p'ublico. Para nosotros, adem'as, han sido tres semanas de nueve horas diarias de trabajo, m'as la semana y media de montaje al principio.
No es que haya sido un trabajo duro. Desde luego, algunos d'ias han sido peores que otros, o algunas horas peores que otras. Pero siempre ha habido recompensas, pequenios momentos que hac'ian que todo mereciera la pena. Una sonrisa de una seniora, un ninio que te recuerda de otro d'ia, la pareja que te pregunta qu'e tal llevas el d'ia y te dice adem'as que tu paniuelo mola.
Hoy estoy triste porque todo acaba. En realidad, nos quedan a'un unos d'ias, pero el Fringe en s'i termina y todos tenemos encima la sensaci'on de que es el principio del fin. Algunos se han ido ya, otros se van a ir yendo paulatinamente. Tenemos que recoger todo, y la sensaci'on de recoger todo te deja, al menos a m'i, un vac'io en el est'omago.
Nos hemos conocido entre todos. Nos llevamos bien, mal, normal. Es igual. Nos vamos a echar de menos. Vamos a echar de menos a esa persona con la que todos los d'ias te r'ies, pero tambi'en a esa persona a la que le dedicas un poquito de tu odio d'ia s'i y d'ia tambi'en, y tambi'en a esos otros que simplemente est'an ah'i. Vamos a echar de menos todo.
El principio del fin es peor que el fin en s'i mismo. Hablaba de esto con un companiero hace unos d'ias. 'El ya era consciente de este comienzo del final, y yo lo comprend'ia, pero no lo sent'ia a'un. Hoy lo siento sobre mis hombros, y me hace querer desaparecer y aparecer en casa ya. Ya ya ya.
Ha sido todo muy intenso. Ha sido todo muy fugaz y apenas nos hemos enterado, a pesar de todo lo que hemos aprendido y nos llevamos de vuelta a nuestras respectivas casas. Son muchas cosas. Es, para m'i, una madurez diferente. Una madurez adquirida en se'is semanas de no parar un segundo.
Estoy triste. Es el 'ultimo d'ia del Fringe. Quiero volver a casa pero no quiero volver a casa.
Y sin embargo, si me paro un instante a pensarlo, estoy contenta.