Amigo Invisible para Yvarlcris
De: darkkaya
Para: yvarlcris
Título: Jealous Game
Personaje/pareja: Steve/Danny
Clasificación y/o Género: PG (Pre-Slash)
Resumen: Steve sintiéndose celoso porque de repente un antiguo compañero de Danno ha aparecido por Hawaii, y él no puede permitir que nadie le robe algo que es suyo.
Disclaimer: Todo de la CBS y sus creadores, nada mío.
Advertencias: Un Steve celoso y un ex-compañero de Danno toca narices xD
Jealous Game
Nunca había escuchado hablar de él al detective, aunque no soliesen hablar mucho de ellos mismos, y, no sabía por qué, el antiguo compañero de Williams no le daba buena espina. Quizás fuese la postura, tal vez la mirada que le dirigía al rubio, o puede que la sonrisa socarrona que estampaba su cara cada vez que le miraba a él. Había llegado de improvisto y desde entonces no se había separado de Danno, para frustración de McGarrett que volvía a estar sentado en el asiento trasero del coche consecuencia de no haberle permitido cogerse unos días libres para hacer compañía a su “compañero”. No quería dejarles solos aun cuando sabía que el rubio había hecho que el estúpido de Smith se mudara a su apartamento durante su estancia en Hawaii, alegando que así ahorraría dinero y se podrían poner al día más fácilmente.
Se removió incómodo en el asiento, no le gustaba la idea de Daniel con otro en un diminuto apartamento, y mucho menos de noche y a solas. Fijó su mirada en el retrovisor para encontrarse con los ojos azules del detective observándole. Sabía lo que significaba esa mirada, veía el reproche en ella, como al principio cuando acababan de conocerse, pero no podía decir que se arrepintiese del trato que le daba al otro, después de todo venía para apropiarse de algo que él consideraba suyo: el tiempo de Danny Williams. Con una sonrisa maliciosa abriéndose paso por sus labios, y con verdadera curiosidad en parte -aunque se lo negase a él mismo-, no pudo evitar empezar a preguntarle “inocentemente” sobre su trabajo al castaño.
- Entonces, Smith, ¿en qué trabajas ahora? ¿Sigues siendo detective en Nueva Jersey o cambiaste de oficio? ¿Los casos que has resuelto son fáciles o se complican algo?- no dejó de preguntar aun cuando notaba la mirada afilada de Danno sobre él a través del retrovisor.
- Ahora mismo, como bien puedes comprobar, estoy de vacaciones. Y sí, sigo siendo detective en Nueva Jersey, uno de los mejores de hecho, junto a Danno cuando estaba ahí.-contestó con una sonrisa radiante que se transmitía por su tono de voz.- Es cierto que últimamente estoy muy ocupado con los casos y casi no puedo descansar, de ahí que me hayan obligado a tomarme unas vacaciones antes de tiempo.
A Steve le molestó muchísimo más que el rubio apartara la mirada del retrovisor, de él, un momento para mirar con empatía al otro y que encima le diese un codazo cariñoso en el brazo. Con él jamás hacía eso, nunca había sido tan cómplice, ni siquiera le tocaba demasiado, exceptuando el momento en que le abrazó cuando ocurrió el accidente en la excursión de montaña que habían realizado meses atrás, y que podrían haber disfrutado perfectamente de no haber encontrado ese cadáver en el risco y haber resultado como lo hizo finalmente.
Durante el resto del recorrido no pronunció ninguna otra palabra, se quedó escuchando a los dos detectives recordando viejas anécdotas sobre su tiempo como compañeros y los fines de semana en los que se juntaban para tomar un par de cervezas en ese viejo pub del barrio donde habían crecido. Cuanto más escuchaba, más notaba que algo en su interior crecía. Sabía que eran celos, pero saberlo no impedía que éstos se incrementasen o que dejase de mirar con envidia a Smith. Él había convivido con Daniel un tiempo en que éste estaría radiante de felicidad, como le había visto el poco tiempo en el cual creía que volvería a ser padre y había vuelto con Rachel.
Cuando llegaron por fin a su destino, la casa de Steve, éste bajó del coche despidiéndose con un brusco gesto de los otros dos y se dirigió con paso decidido hacia la puerta. Danno percibió la mirada de su ex-compañero sobre él, sabía lo que le iba a decir, no era como si fuese realmente muy necesario que lo hiciera. Sabía que se habían pasado un poco, no obstante McGarrett debía, por una vez, ser el que recibiese la parte mala. Viendo que el rubio no se terminaba de decidir, Smith le dio una palmadita en el hombro mientras dejaba salir un ”Ve ahí y no vuelvas en toda la noche al apartamento. Olvídate de todo y libera de una maldita vez todo lo que realmente piensas”
Danny viendo la seriedad reflejada en los ojos del otro, desabrochó el cinturón de seguridad y salió del coche dispuesto a dejar las cosas por fin claras entre el comandante y él. Sin tocar a la puerta, entró a la casa del marine esperando, o más bien deseando, encontrárselo en una de las estancias principales. Al no hacerlo decidió mirar en el patio trasero, donde tampoco lo encontró y finalmente se resignó a terminar en la habitación del moreno con éste cerca de una cama, lo que no ayudaba mucho a sus pensamientos, pero se sorprendió todavía más al encontrarse la estancia vacía y el sonido de la ducha reverberando por las finas paredes que separaban al baño de ésta.
Cuando estaba por salir de la habitación escuchó la puerta del baño ser abierta y dio media vuelta para encarar a Steve, lo que no esperaba era verlo únicamente con una toalla alrededor de su cintura. Se quedó mudo de la impresión. Sí, había visto más veces al comandante sin camiseta, pero eso era diferente. Tenía la certeza de que no llevaba nada más debajo de esa toalla y, la verdad fuese dicha, el moreno podía considerarse todo un canon en belleza masculina. Tragó saliva. El rubio no sabía dónde meterse, mientras que el otro le miraba sorprendido, no se había esperado encontrarse con Williams plantado en su habitación y con cara de circunstancias en esos precisos momentos.
Danno apartó la mirada cuando se fijó a dónde estaba mirando realmente. No es como si hubiera querido hacerlo, es que sus ojos instintivamente había acabado ahí. Si ya antes le resultaba incómodo sacar el tema a coalición, ahora mismo pensaba que era imposible. Steve, al notar el nerviosismo del rubio, no pudo evitar sonreír con algo de esperanza. Quizás no estuviese todo perdido para ellos dos. Tal vez, y sólo tal vez, lo único que debería haber hecho antes habría sido ponerse delante del rubio con tan sólo una diminuta toalla para ver qué reacción hubiera tenido. Sin poder contenerse más el comandante se acercó a Williams y le robó un beso. Un beso húmedo y voraz que marcaría el principio de su relación, relación que cabía decir, ambos sabían que tendría sus más y sus menos, pero no les importaba. Sólo que ambos sentían lo mismo y estaban decididos a llegar hasta donde durase y más.
Para: yvarlcris
Título: Jealous Game
Personaje/pareja: Steve/Danny
Clasificación y/o Género: PG (Pre-Slash)
Resumen: Steve sintiéndose celoso porque de repente un antiguo compañero de Danno ha aparecido por Hawaii, y él no puede permitir que nadie le robe algo que es suyo.
Disclaimer: Todo de la CBS y sus creadores, nada mío.
Advertencias: Un Steve celoso y un ex-compañero de Danno toca narices xD
Jealous Game
Nunca había escuchado hablar de él al detective, aunque no soliesen hablar mucho de ellos mismos, y, no sabía por qué, el antiguo compañero de Williams no le daba buena espina. Quizás fuese la postura, tal vez la mirada que le dirigía al rubio, o puede que la sonrisa socarrona que estampaba su cara cada vez que le miraba a él. Había llegado de improvisto y desde entonces no se había separado de Danno, para frustración de McGarrett que volvía a estar sentado en el asiento trasero del coche consecuencia de no haberle permitido cogerse unos días libres para hacer compañía a su “compañero”. No quería dejarles solos aun cuando sabía que el rubio había hecho que el estúpido de Smith se mudara a su apartamento durante su estancia en Hawaii, alegando que así ahorraría dinero y se podrían poner al día más fácilmente.
Se removió incómodo en el asiento, no le gustaba la idea de Daniel con otro en un diminuto apartamento, y mucho menos de noche y a solas. Fijó su mirada en el retrovisor para encontrarse con los ojos azules del detective observándole. Sabía lo que significaba esa mirada, veía el reproche en ella, como al principio cuando acababan de conocerse, pero no podía decir que se arrepintiese del trato que le daba al otro, después de todo venía para apropiarse de algo que él consideraba suyo: el tiempo de Danny Williams. Con una sonrisa maliciosa abriéndose paso por sus labios, y con verdadera curiosidad en parte -aunque se lo negase a él mismo-, no pudo evitar empezar a preguntarle “inocentemente” sobre su trabajo al castaño.
- Entonces, Smith, ¿en qué trabajas ahora? ¿Sigues siendo detective en Nueva Jersey o cambiaste de oficio? ¿Los casos que has resuelto son fáciles o se complican algo?- no dejó de preguntar aun cuando notaba la mirada afilada de Danno sobre él a través del retrovisor.
- Ahora mismo, como bien puedes comprobar, estoy de vacaciones. Y sí, sigo siendo detective en Nueva Jersey, uno de los mejores de hecho, junto a Danno cuando estaba ahí.-contestó con una sonrisa radiante que se transmitía por su tono de voz.- Es cierto que últimamente estoy muy ocupado con los casos y casi no puedo descansar, de ahí que me hayan obligado a tomarme unas vacaciones antes de tiempo.
A Steve le molestó muchísimo más que el rubio apartara la mirada del retrovisor, de él, un momento para mirar con empatía al otro y que encima le diese un codazo cariñoso en el brazo. Con él jamás hacía eso, nunca había sido tan cómplice, ni siquiera le tocaba demasiado, exceptuando el momento en que le abrazó cuando ocurrió el accidente en la excursión de montaña que habían realizado meses atrás, y que podrían haber disfrutado perfectamente de no haber encontrado ese cadáver en el risco y haber resultado como lo hizo finalmente.
Durante el resto del recorrido no pronunció ninguna otra palabra, se quedó escuchando a los dos detectives recordando viejas anécdotas sobre su tiempo como compañeros y los fines de semana en los que se juntaban para tomar un par de cervezas en ese viejo pub del barrio donde habían crecido. Cuanto más escuchaba, más notaba que algo en su interior crecía. Sabía que eran celos, pero saberlo no impedía que éstos se incrementasen o que dejase de mirar con envidia a Smith. Él había convivido con Daniel un tiempo en que éste estaría radiante de felicidad, como le había visto el poco tiempo en el cual creía que volvería a ser padre y había vuelto con Rachel.
Cuando llegaron por fin a su destino, la casa de Steve, éste bajó del coche despidiéndose con un brusco gesto de los otros dos y se dirigió con paso decidido hacia la puerta. Danno percibió la mirada de su ex-compañero sobre él, sabía lo que le iba a decir, no era como si fuese realmente muy necesario que lo hiciera. Sabía que se habían pasado un poco, no obstante McGarrett debía, por una vez, ser el que recibiese la parte mala. Viendo que el rubio no se terminaba de decidir, Smith le dio una palmadita en el hombro mientras dejaba salir un ”Ve ahí y no vuelvas en toda la noche al apartamento. Olvídate de todo y libera de una maldita vez todo lo que realmente piensas”
Danny viendo la seriedad reflejada en los ojos del otro, desabrochó el cinturón de seguridad y salió del coche dispuesto a dejar las cosas por fin claras entre el comandante y él. Sin tocar a la puerta, entró a la casa del marine esperando, o más bien deseando, encontrárselo en una de las estancias principales. Al no hacerlo decidió mirar en el patio trasero, donde tampoco lo encontró y finalmente se resignó a terminar en la habitación del moreno con éste cerca de una cama, lo que no ayudaba mucho a sus pensamientos, pero se sorprendió todavía más al encontrarse la estancia vacía y el sonido de la ducha reverberando por las finas paredes que separaban al baño de ésta.
Cuando estaba por salir de la habitación escuchó la puerta del baño ser abierta y dio media vuelta para encarar a Steve, lo que no esperaba era verlo únicamente con una toalla alrededor de su cintura. Se quedó mudo de la impresión. Sí, había visto más veces al comandante sin camiseta, pero eso era diferente. Tenía la certeza de que no llevaba nada más debajo de esa toalla y, la verdad fuese dicha, el moreno podía considerarse todo un canon en belleza masculina. Tragó saliva. El rubio no sabía dónde meterse, mientras que el otro le miraba sorprendido, no se había esperado encontrarse con Williams plantado en su habitación y con cara de circunstancias en esos precisos momentos.
Danno apartó la mirada cuando se fijó a dónde estaba mirando realmente. No es como si hubiera querido hacerlo, es que sus ojos instintivamente había acabado ahí. Si ya antes le resultaba incómodo sacar el tema a coalición, ahora mismo pensaba que era imposible. Steve, al notar el nerviosismo del rubio, no pudo evitar sonreír con algo de esperanza. Quizás no estuviese todo perdido para ellos dos. Tal vez, y sólo tal vez, lo único que debería haber hecho antes habría sido ponerse delante del rubio con tan sólo una diminuta toalla para ver qué reacción hubiera tenido. Sin poder contenerse más el comandante se acercó a Williams y le robó un beso. Un beso húmedo y voraz que marcaría el principio de su relación, relación que cabía decir, ambos sabían que tendría sus más y sus menos, pero no les importaba. Sólo que ambos sentían lo mismo y estaban decididos a llegar hasta donde durase y más.