XI
...Y AL FINAL
...caí desplomado y ví la sangre que brotaba de mi cuello expandiéndose sin rumbo por la arena, vi caer el cuchillo ensangrentado.
Me quedé mirándome y al marchar ella me atravesó incorpórea y se tumbó sobre mi llorando, apoyaba su frente en mi barbilla y así me mantuve toda la vida, con sus lágrimas resbalando por mi cuello.
...