Bases de la actividad banner by
insideblue Mi trabajo para
qaf_ficcion está inspirado en un drabble de
ligiaelena titulado "Luz", que podéis leer
aquíNo le he pedido permiso a la autora, presuponiendo su buena disposición a ser toqueteada, así que será sorpresa también para ella.
Título: Cinco días en Ibiza
Autora: guiomar_992
Fandom: QAF
Rating: TP
Género: Remiendos y cosidos
Advertencia: Post 513
Disclaimer: Los Cowlip dicen que Brian y Justin son suyos. Pero son nuestros.
Nota: En cursilla, el original.
CINCO DÍAS EN IBIZA
Día Uno:
Justin, los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, apoya la nuca sobre la mano derecha de Brian. La luz filtrada por el emparrado juega en su rostro y Brian, extasiado, para de enjabonar el pelo dorado… y de respirar.
Justin entreabre los ojos azules y sonríe. Brian no puede evitarlo y besa con suavidad los labios rojos.
- Te estás quedando dormido.
- Mmmmmm… ¿Queda pintura? - responde Justin cerrando los párpados.
- Ya no.
Con devoción, Brian enjuaga el cabello de su amante en el lavadero de piedra.
- No volveremos a Ibiza… Te pones demasiado guapo, Sunshine.
Día Dos:
Justin, los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, apoya la nuca sobre la mano derecha de Brian. La luz filtrada por el emparrado juega en su rostro y Brian, extasiado, para de enjabonar el pelo dorado… Y sigue con la mirada el movimiento de una avispa que sobrevuela peligrosamente el cabello de Justin.
Sin pensarlo, da un manotazo al insecto que cae en picado encima de la frente de Justin, con una bola de jabón en las alas pero no en el aguijón.
- ¡Auch!
- Joder. La puta avispa te ha picado.
- ¿La qué?
- No te muevas.
- ¡Quítamela, Brian!
- Justin, no-te-muevas.
La avispa sabe que va a morir. Qué menos que un buen picotazo en la mano que se acerca.
- ¡Auch!
- ¿Brian?
Día Tres:
Justin, los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, apoya la nuca sobre la mano derecha de Brian. La luz filtrada por el emparrado juega en su rostro y Brian, extasiado, para de enjabonar el pelo dorado… Y de pronto se da cuenta que no hay manera de desenredar el cabello de Justin, que se ha transformado en una masa pegajosa de la que no puede desprenderse y, como más lo intenta, más quedan sus dedos trabados entre los cabellos ¿azules? de Justin.
- Joder, Brian, con suavidad... Me vas a arrancar la cabellera.
- ¿Dónde has comprado el champú azul?
- ¿Azul? Es amarillo.
Con la única mano libre, Brian coge el envase para leer la etiqueta y se entera horrorizado que el champú es un material tintado y expansivo para rellenar huecos en estructuras de madera, al contacto con el agua.
- Esto, Justin... ¿Qué tal un corte de pelo escalado en la nuca?
- ¡Briaaan!
Día Cuatro:
Justin, los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, apoya la nuca sobre la mano derecha de Brian. La luz filtrada por el emparrado juega en su rostro y Brian, extasiado, para de enjabonar el pelo dorado… Y sus ojos se llenan de lágrimas, irritados por el humo de la barbacoa que están preparando los dueños de la casa rural a modo de despedida.
Masajea a ciegas el cabello de Justin y sólo espera que este último lavado no termine como los anteriores. Justin, el Tenaz, no se ha dejado intimidar por los percances y ha insistido en repetir un ritual que le proporciona tanto placer.
Brian ya no percibe la magia del primer día y suspira por una alcachofa de metal con el agua saliendo a presión, pero cuando consigue abrir los ojos ve que Justin entreabre los suyos y sonrie, y él se olvida de todo. Lo único que quiere es besarlo, y lo hace.
Día Cinco:
Brian, los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, apoya la nuca sobre la mano derecha de Justin. La luz filtrada por el emparrado juega en su rostro y Justin, extasiado, para de enjabonar el pelo castaño… y de respirar.
Brian abre los ojos sobresaltado al notar la inmovilidad de Justin.
- ¿Se acerca un ciclón por el mar?
Justin se rie.
- No. Sólo te estaba mirando.
- Perderemos el avión, Justin.
- Te lo debía.
Y mientras Justin se inclina y lo besa con suavidad, Brian piensa que quizás sí. Quizás volverán a Ibiza el próximo verano a acariciarse mutuamente entre espuma en el lavadero de piedra bajo el emparrado.
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