¡Felices fiestas, nikki_sorairo!

Jan 12, 2013 00:12

De: Amigo Invisible
Para: nikki_sorairo





Título: It was meant to be.
Bromance/Pairing: Bromance de Puck y Sam a lo largo del tiempo con menciones muy poco visibles del Quick y del Samcedes.
Rating: Walt Disney estaría contento con esto. Micky Mouse también.
Words: ~1800
Disclaimer: Nada de esto me pertenece y además no recibo nada a cambio.
N/A: No estoy muy segura si es justo lo que querías leer AI, pero espero que te guste esto que he escrito. Y bueno, Feliz Navidad y Felices fiestas. Eso también es importante de decir :D
N/A2: Gracias a mi beta, que es genial y que sus comentarios han hecho que esto sea un poco mejor de lo que era. You´re awesome girl.

El tiempo es curioso. Tiene esa capacidad imperceptible de actuar dependiendo del momento. Puede hacer que un minuto sea cortísimo o en cambio demasiado largo.
Todo depende del momento en el que se viva.

Para Noah Puckerman su paso por el instituto había tenido ambos periodos. Su primera época en el instituto o como a él le gustaba llamar “molabas y no conocías a los loosers de tu escuela” se pasó demasiado lenta para él mientras que la segunda época esa llena de actuaciones y canciones que odiaba, esa que también había traído miles de cambios en su vida, se había pasado volando.

Si lo piensa un poco parece que fue ayer mismo la primera vez que besó a Quinn y como todo empezó a cambiar de una manera bestial.

Algo inimaginable.

Y ahora que ya está en su último año si se esfuerza un poco, no sabe como tomarse todo eso. Es raro, es muy raro ver como después de tantas peleas y tiempos sin hablar sigue siendo amigo de Finn, como Rachel se había convertido en algo así como una pequeña hermana a la que cuidar o como Quinn, bueno Quinn era otra historia aparte.

También tiene un momento para pensar en Beth. Su pequeña Beth. Algo que llegó sin avisar y en cambio ahora no sabía decir que no a su existencia.

Han pasado tantas cosas que teme olvidar la mitad.

Como esas actuaciones que se van difuminando en la memoria por mucho que no quiera.

Y piensa todo esto mientras está sentado en el suelo en una de las esquinas de la sala de ensayo del club Glee. Está con su guitarra, su preciada guitarra de madera que tanto le costó conseguir, tocando alguna de las tres canciones que van a cantar en la competición Nacional a la que van a ir otra vez.

Sus últimos años se habían resumido en eso. Cantar y formar parte de un grupo. Vivir con ellos, cometer errores y terminar arreglándolos.

Se había dado cuenta que el verbo vivir consistía un poco en eso.

Puck se apoya contra la pared y sigue tocando mientras entona casi en su susurro la letra, piensa también en esos pequeños detalles que han cambiado de él personalmente.

En como esa guitarra que ahora llevaba gran parte de los días al instituto, hubo un momento que la tenía en una esquina de su habitación llena de polvo y que solo quitaba algunas noches cuando se quedaba a cuidar a su pequeña hermana. Cuando se dormía era capaz de ponerse a tocar algunas de las canciones que más le gustaban y aunque nunca lo reconocerá, era uno de sus momentos favoritos cuando no podía hacerlo a menudo.

Pero ahora las cosas han cambiado.

Ha pasado ya mucho tiempo y ahora canta delante de la gente. Toca su guitarra enfrente de un gran público. Deja que vean esa parte de él, el Puck que le gustaba la música, y que nunca imaginó que iba a dejar verlo.

Está tan inmerso en sus pensamientos que se da cuenta que ha dejado de tocar la canción hace un rato. Se regaña a sí mismo en su cabeza, “porque vamos a ver Noah, quieres ganar esa competición. Quieres callar la boca a esos tontos de Vocal Adrenaline y sobre todo quieres enseñar en ese instituto que el Glee club no apesta tanto como piensan”.

Le sorprende la forma en la que ha cambiado su manera de pensar hacia ese coro que un día le pareció tan asqueroso. En la actualidad quería enseñar al mundo que importaban y sobre todo, que él formaba parte de él.

Noah suspira, niega con la cabeza levemente por todos los pensamientos que tiene, vuelve a ponerse con la canción y sigue pensando en su paso por el instituto.

En como esa etapa de su vida iba a terminarse si conseguía sacarse esa horrible nota que aún tenía suspensa. Y quiere hacerlo, de verdad que quiere aprobar e irse a Los Ángeles. Tiene pocas cosas claras en su vida pero sí que sabe que no quiere ser como su padre.

Quiere tener un trabajo. Ganarse la vida por si mismo e iba a intentarlo por mucho que le costase. Sonríe para sí mismo al darse cuenta de esos pensamientos que tiene. Nadie hubiese apostado un duro porque él tendría en algún momento de su vida ese tipo de pensamiento. De ser algo más, de triunfar a su manera.

Mientras Puck está a lo suyo, Sam entra en la sala de ensayos con su guitarra colgada a la espalda buscando una sala vacía también para practicar. Se da cuenta en cuanto pone un pie en la sala que Puck ya estaba allí; la música que produce su guitarra se escucha por toda la sala como un bonito murmullo.

Se queda observándole, Puck con la guitarra en sus brazos y el gesto serio, como si estuviera resolviendo los grandes problemas de la humanidad. Espera unos segundos en la puerta mirándole hasta que se atreve a preguntar “¿Qué haces?”.

Puck le mira y deja la guitarra a un lado. Le molestaría que le hubiese encontrado así pero ciertamente es Sam. No sabe cuando el rubio con la boca grande empezó a ser su amigo pero algo dentro de él sabe que ellos lo son.

-Nada, tocaba un par de notas. -le contesta dejándole suficiente espacio a Sam para que se siente a su lado y así poder estar ambos cómodamente en aquella esquina más oculta de la sala.

-Vaya mentiroso estás hecho. Practicabas la canción para las Nacionales.
Puck sonríe de medio lado y baja la cabeza avergonzado. Porque aunque lleva en el Glee club mucho tiempo, que sus compañeros vean que se preocupa por ganar, por hacer las cosas bien, es algo que le hace sentir incómodo.

Siempre ha mostrado que las cosas no le preocupaban y en cambio ha aprendido a interesarse sobre todo por ese grupo de personas con el que se reúne todas las semanas para cantar.

-Este año vamos a ganar, estoy seguro de ello. -añade Sam que rompe sin querer su hilo de pensamientos sobre sí mismo.

-Sam, también lo estabas el otro año.

-Dicen que a la segunda va la vencida, ¿no?

-¿No era a la tercera?

Ambos ríen. Porque saben que la conversación es un poco absurda y que si cualquiera de sus compañeros les escuchasen, negarían con la cabeza y se reirían de ellos. Pero están solos y pueden tenerla sin preocuparse de nada.

-Siempre has sido un poco estúpido, ¿eh? -Sam se ríe y saca su guitarra sin contestarle. Comienza a ajustar las cuerdas de su guitarra y ante la sorpresa de Puck, se pone a tocar él también la canción que antes estaba cantando el otro.

Puck no lo duda y le sigue. Consiguen combinar el sonido de sus dos guitarras a la vez.

Dos instrumentos distintos tocando la misma melodía. Como ellos. Dos personas diferentes que se conocieron por casualidades de la vida y al final habían terminado siendo amigos.

La canción la bordan con las guitarras y sobre todo lo hacen perfecto con la voz, que después de la primera parte se deciden a arrancar y cantar.

Cuando las últimas notas se expanden por la sala y desaparecen por las paredes ambos se miran y bajan la mirada a la partitura que tenían delante de ellos.

-Eso ha estado genial.

-A lo mejor vas a tener razón y sí que ganamos.

-¿Cómo no vamos a hacerlo? Si nos tienen a nosotros. Todas las chicas se van a fijar y causaremos sensación.

Puck se ríe y empieza a guardar su guitarra sabiendo que sus otros compañeros no tardarían en llegar ahí para practicar en grupo las últimas veces antes de viajar a la competición.

-Oye Puck…

-¿Sí?

-Tengo una cosa para ti. -Puck tiene que levantar una ceja en señal de sorpresa y espera que Sam siga hablando porque muy pocas veces la gente tenía cosas para él. Sam tras removerse un poco y rebuscar en sus bolsillos saca algo de la mano que Puck no consigue identificar en el primer momento.

-Toma.

Cuando Puck abre la mano para recibir eso que tenía que darle el rubio se queda sorprendido al ver que es una púa de guitarra.

-Es mi favorita. -comenta Sam algo sonrojado. -Pensé que ya que te vas a ir, porque sé que conseguirás aprobar y te graduarás, podrías tener algo que te recuerde a todo esto. Y bueno, también a mí.

Un silencio extraño se instaura entre ellos que se rompe con Puck abrazando momentáneamente a Sam y sonriendo como pocas veces el otro le ha visto.

-Gracias tío. Ya no por la púa sino por confiar en mí. No lo digas después, pero si apruebo -y a Sam no se le pasa por alto que cruza los dedos a su espalda- voy a echar algo de menos todo esto.

-El instituto descansará sin tenerte a ti por los pasillos asustando a la gente. -Puck golpea en el hombro a Sam que se ríe y termina diciendo: -Se te echará de menos.

Ambos sonríen y se terminan poniendo de pie para empezar a colocar las sillas por la clase. No hablan mientras lo hacen pero es que ya han hablado suficiente. Cuando están terminando los demás empiezan a entrar llenando la sala de gritos y conversaciones.

Brittany va contando su última historia increíble que le ha pasado en el comedor, mientras Santana la mira y se ríe de lo que le cuenta. Finn va por detrás seguido de Rachel que se agarra de su brazo y va hablando ella sola -porque nadie la escucha cuando empieza a hacer sus monólogos- sobre como deben mejorar la actuación que van a hacer en el concurso. Mike y Tina van abrazados un poco alejados de todos los demás.

Blaine es de los últimos en entrar, ve colocarse a la parejita y mientras observa a todos los demás. Siempre pendiente de todos aunque ha sido de los últimos en llegar.

Y ya las últimas que entran son Quinn y Mercedes. Sonrientes como siempre. Blanco y negro. Calor y frío. Dos personas totalmente distintas que habían terminado siendo muy amigas. Como Puck y Sam. Y ambos chicos no pueden evitar sonreír mucho al verlas.

Las mujeres de sus vidas hasta el momento aunque suene muy grande decirlo.

Historias que no habían salido bien. Desilusiones que forman a las personas, que les habían hecho a ellos tal y como eran ahora. Malos momentos que nublan el pasado pero también buenos momentos que hacen que todo lo demás merezca la pena.

Equivocarse y sobrevivir. Conocer, disfrutar y fracasar.

En eso había consistido al fin y al cabo su época de instituto. En eso consistía ser adolescente.

Puck y Sam se miran entre sí y echan un vistazo al coro que ya está todo reunido. Y sin decirse nada se entienden “¿En serio vamos a competir con estas personas?”. Una misma afirmación que ambos comprenden sin decirse una sola palabra:

“Sí. Y vamos a patear el culo a todos nuestros rivales”.

. fanfic: corto, personaje: noah (puck) puckerman, !amigo invisible, personaje: sam evans

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