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Re: HUMMELBERRYpami_liDecember 5 2011, 06:20:55 UTC
Vamos a arruinar tu pairing, ¡síiii!
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Pedir disculpas siempre era lo más complicado de su relación. Pensándolo fríamente, con la cantidad de veces que discutían, no debería de serlo. Sólo necesitaban las palabras adecuadas y el momento preciso. Y considerando que ambos eran drama queens eso era lo que hacía todo complicado.
Rachel era la que era más difícil de convencer de que había hecho algo mal, que sus palabras habían ido más allá de lo permitido, que realmente habían lastimado. Pero cuando se daba cuenta de lo que había hecho pedía disculpas como nadie, con lágrimas en sus ojos y después poniéndose de puntitas para dar un breve beso en los labios y hundir su rostro en aquel pálido cuello que tanto amaba.
Kurt solía caer en cuenta antes, sobre todo por las noches, cuando extrañaba aquel pequeño cuerpo a su lado. O su aroma, o su forma de decirle buenas noches con un beso en el cuello. Y pedía disculpas con una tímida sonrisa y los ojos azules llenos de temor, miedo de ir demasiado lejos esa vez. Entonces daba un pequeño beso en los labios y hundía su rostro en el largo cabello de ella.
Más de una vez se habían encontrado muy temprano, la mañana después de su pelea, y se habían ignorado como si nada pasara. O se saludaban como si todo estuviera bien, como si no hubieran pasado la noche separados deseando recorrer los pocos pasos que los alejaban del cuarto del otro (porque aún cada uno tenía su cuarto) y caer en la cama, para abrazar o ser abrazado. Para permitirse estar al lado de la persona que más querían en ese mundo triste, apasionante, desesperante, difícil que era New York.
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Pedir disculpas siempre era lo más complicado de su relación. Pensándolo fríamente, con la cantidad de veces que discutían, no debería de serlo. Sólo necesitaban las palabras adecuadas y el momento preciso.
Y considerando que ambos eran drama queens eso era lo que hacía todo complicado.
Rachel era la que era más difícil de convencer de que había hecho algo mal, que sus palabras habían ido más allá de lo permitido, que realmente habían lastimado.
Pero cuando se daba cuenta de lo que había hecho pedía disculpas como nadie, con lágrimas en sus ojos y después poniéndose de puntitas para dar un breve beso en los labios y hundir su rostro en aquel pálido cuello que tanto amaba.
Kurt solía caer en cuenta antes, sobre todo por las noches, cuando extrañaba aquel pequeño cuerpo a su lado. O su aroma, o su forma de decirle buenas noches con un beso en el cuello.
Y pedía disculpas con una tímida sonrisa y los ojos azules llenos de temor, miedo de ir demasiado lejos esa vez. Entonces daba un pequeño beso en los labios y hundía su rostro en el largo cabello de ella.
Más de una vez se habían encontrado muy temprano, la mañana después de su pelea, y se habían ignorado como si nada pasara. O se saludaban como si todo estuviera bien, como si no hubieran pasado la noche separados deseando recorrer los pocos pasos que los alejaban del cuarto del otro (porque aún cada uno tenía su cuarto) y caer en la cama, para abrazar o ser abrazado. Para permitirse estar al lado de la persona que más querían en ese mundo triste, apasionante, desesperante, difícil que era New York.
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Me encanta realmente... porque es mucho de ellos, de ese tira y afloja y te quedó genial!!!!!!
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