El camino va por dentro [The road is on the inside]. 2010
El camino va por dentro (2010) 3' 04'' MPG
Video-sculpture by Geso. Single copy.
Dimensions: 241 x 195 x 155 mm.
[English:]
The idea of outer space (reality) and inner space (mental/spiritual) and the relationship established between them is one of the basic dualities that shapes the concept and the form of this piece. Two train cabins, one red and one green, whose railways form part of their interior are the channelers of a stereo-hypnotic vision that combines sculpture and video, object and fiction, inertia and action to symbolically represent the interior exploration of a human being. Usually the individual looks on the outside for the leitmotivs and the answers to his/her own existence, understanding life as a path to be walked or a place to be explored. But the decisions that lead us toward one or another result are always an inner process. As a consequence of these metaphorical journeys we discover ourselves, we find ourselves. Every life experience is accompanied by a mental/spiritual development, when accepting reality, we are also accepting ourselves. Life and death are one. The title "El camino va por dentro" (The road is on the inside) is a metaphor for the process that invites the viewer to become a voyeur and at the same time a victim of an introspective hypnosis.
[Español:]
La idea de espacio exterior (realidad) y espacio interior (mental/espiritual) y la relación que se establece entre ambos es una de las dualidades básicas que marcan el concepto y la forma de está pieza. Dos vagones de tren, uno rojo y otro verde, cuyas vías forman parte de su interior, son los canalizadores de una visión estereo-hipnótica que combina escultura y video, objeto y ficción, inercia y acción para escenificar simbólicamente la exploración interna de un individuo. Normalmente el ser humano busca en el exterior los motivos y las respuestas a su propia existencia, entendiendo la vida como un camino a recorrer o un lugar a explorar. Sin embargo las decisiones que nos llevan hacia una u otra consecuencia son siempre un proceso interno. Y como consecuencia en estos viajes metafóricos nos descubrimos a nosotros mismos, nos encontramos con nuestro propio yo. Toda experiencia de vida va acompañada de un aprendizaje y un desarrollo mental/espiritual, toda aceptación de la realidad es una aceptación de nosotros mismos. Vida y muerte son uno. El título "El camino va por dentro" es una metáfora de dicho proceso que invita al espectador a convertirse en voyeur y al mismo tiempo en víctima de una hipnosis introspectiva.
