La danza de la muerte
La danza de la muerte era un baile que había existido entre ambos desde el primer instante, los primeros acordes habían sonado cuando con escasos once años el señor Harry Potter había topado con la petulante señorita Granger. La melodía había seguido un ritmo cadencioso cuando hasta que en el primer baile de la escuela el se percató que la señorita enfundada en un vestido era preciosa y que él no podía evitar preguntarse porque eran solo amigos. El crescendo llegó cuando en la intimidad forjada por guerra el había bailado con ella y la había besado por primera vez iniciando una historia oculta a cualquier espectador curioso. Eran amigos pero en la soledad eran todo el mundo del otro y el desenlace se acercaba para ambos cuando el secreto fuera develado y la danza llegará a su conclusión.
De repente, un beso
La noticia había sido el mayor éxito de Rita en muchos años, la periodista no creía su buena fortuna cuando pudo publicar por fin un secreto a voces: Harry Potter se separaba de su esposa. La rubia mujer no tenía idea de la razón y en general nadie lo sabría hasta dentro de tres meses cuando de repente, un beso había conmocionado al ministerio de magia, el beso era protagonizado por el jefe aurores y una importante funcionario del departamento.
Todos tenían su propia opinión, pero Harry nunca escucho ninguna lo único que escuchaba era a Hermione, lo único que veía a esa mujer en sus brazos, besándola, amándola con la pasión que había dormido en él desde hacía tiempo. Los suspiros llevaban su nombre, la marca de sus besos eran testigo de lo mucho que los amantes disfrutaban de estar juntos, cuando los rumores empezaban a silenciarse el héroe de guerra dio una nueva sorpresa cuando se fugó con la castaña luego de que alguien viera un misterioso anillo que pronto sería entregado a la futura señora Potter.