Título: Reactivos químicos
Claim: Ginny (Draco/Ginny)
Reto:
10pairings [6/10]
Advertencias: Ninguna. Muy fluff.
Summary: Para obtener un producto químico, se necesitan seguir ciertos pasos claves. Aunque estos reactantes no necesitan un catalizador para reaccionar.
Notas: La idea general nació de la canción “Chemicals React” de Aly y Aj.
Para hacer una reacción química, se necesita saber cuáles serán los reactantes…
El despacho de McGonagall siempre significaba problemas. No se podía estar allí, a menos que se tratara de un asunto realmente grave. Y lo era, porque para que en el mismo lugar estuviera un Slytherin y una Gryffindor, debía haber ocurrido alguna especie de guerra que acabara con el continente (lo cual era lo más probable).
-Imbécil -murmuró él luego que el ruido del segundero del reloj, la estuviera desesperando.
-Gracias a esa palabra estamos aquí, hurón -la pelirroja le lanzó una mirada de superioridad, antes de cruzarse de piernas-. Te propongo que pienses mejor lo que digas desde ahora en adelante…
-Podría pensar con claridad si no me hubieras lanzado la quaffle a la cabeza -dijo, mirando hacia la ventana. Las personas se estaban retirando del campo de quidditch, y no se escuchaban los usuales gritos de alegría de los ganadores. Desde aquella distancia, se podía asegurar que el partido había resultado un fiasco-. ¿Una ayuda para tu buscador de pacotilla?
La coleta de Ginny ya no tomaba su cabello, parecía que su pelo demostraba su estado anímico. Y a juzgar por el revoltoso fulgor naranjo, Draco Malfoy estaba en problemas por sus dichos.
Luego de tener los reactantes elegidos, hay que buscar un catalizador que acelere el contacto de ambos, y así se produzca la reacción…
-No dejaré que ataques a mi buscador con uno de tus juegos infantiles -una sonrisa apareció en su rostro, y se inclinó un poco hacia él-. Pero no puedo pedirte algo más evolucionado de tu parte, porque en primer lugar, nunca has pensado, Malfoy. Estoy segura que cuando la quaffle rebotó en tu cráneo, escuché algo vacío… como un tronco hueco…
Él seguía con la mirada en la ventana, y al no mostrar reacción alguna, la chica bufó molesta. ¡La estaba ignorando! Después que él se atreviera a burlarse de su manera de volar a los cinco minutos de haber empezado el partido, tenía el descaro de hacer como si no la escuchara.
Con el calor subiéndole a la cara, lanzó una risa suave antes de decir:
-Bueno, no me puedo esperar otra cosa de alguien que tiene la snitch en la nariz y no la puede ver.
-¿Qué dijiste, Weasley? -él se volteó hacia ella.
-Dije que no puedes ver la snitch ni a un palmo de tu nariz -habló lento y modulando exageradamente. Se cruzó de brazos y lo encaró, entrecerrando los ojos-. Nunca he visto que Slytherin gane; menos cuando su buscador es ciego.
Cabe aclarar, que algunos reactantes no necesitan un catalizador para alcanzar la energía de activación de la reacción, porque algunos, como éstos dos, ya tienen una energía cinética molecular bastante alta…
-¿Te burlas de cómo juego? -preguntó, pasmado.
-Técnicamente, no -chasqueó la lengua-. No me puedo burlar de tu juego si ni siquiera juegas.
Un pequeño rubor subió a la cara del rubio, dándole un aspecto extrañamente saludable a su blanquecino rostro. La rabia ciertamente emergía por todos los poros de su piel.
Tan apegado a los modales que en su clase social se practicaban, hizo un gesto desenfadado muy preciso. Quería intimidarla, pero sin ser grosero o rudo. Algo que, pensaba Ginny, jamás sería porque él no era capaz de ensuciarse las manos con tal de llevar a cabo lo que deseaba.
-Te mentiría si dijera que juego a mi máxima capacidad, pequeña comadreja -sus cejas se enarcaron al ver que las orejas de la chica se teñían de rojo al oír el calificativo que le daba.
-Oh, como eres el gran-dios-del-quidditch, no puedes mostrar tus habilidades ante unos insignificantes rivales como nosotros -dijo, con ironía-. ¿Por eso siempre pierdes? ¿Haces un acto humanitario al humillarte cada vez que posas tu trasero sobre una escoba?
-Estás muy equivocada -se inclinó, y la miró de pies a cabeza, como estudiándola. Cuando sus pupilas grises se fijaron en las castañas de ella, habló golpeadamente:-. Si no tuviera a una cazadora tan ridícula distrayéndome, la snitch estaría en mi mano en menos de tres minutos de iniciar el partido.
Con el catalizador ya actuando, sólo queda esperar que la reacción se lleve a cabo…
-Nunca creí ser testigo presencial del momento en que Draco Malfoy diría un argumento carente de vehemencia -sonrió, y aplaudió una vez, como si disfrutara una especie de espectáculo-. Cada día estás peor… Además, ¿qué es eso que te distraigo?
El sonido del segundero avanzando se hizo notar por primera vez luego de mucho rato. Malfoy parecía estar tomándose tiempo en ordenar sus pensamientos para responderle.
-Ya sabes, Weasley. Tu pelo se mueve tanto cuando vuelas, que parece una llama de fuego absurda… Y la manera en que rodeas al cazador del equipo contrario cuando tiene la quaffle, es realmente primitiva -explicó, con una sonrisita rara-. Tal vez no lo sepas, pero hemos evolucionado. Esos métodos son barbáricos.
-¿Primitivo? -preguntó, apretando los puños, y de paso, arrugando el pantalón del uniforme de quidditch-. ¿Y tú qué mierda dices, eh? ¡Ni que me observaras detenidamente cada partido para saberlo!
La sonrisa de él empezó a decaer. La de ella también; y con el misma combinación de sorpresa y miedo por sentir que lo dicho por ella tenía más verdad que de interrogación.
El producto se obtiene, aunque muchas veces, la ciencia siempre puede traer resultados inesperados que se opongan a las hipótesis establecidas…
Ésta vez, el segundero dio paso al minutero, que con un sonido pesado, y muchísimo más bajo, cayó hasta en número seis del reloj. Y el tiempo seguía pasando, mientras ambos se encontraban sumergidos en un silencio sepulcral.
Malfoy seguía igual que antes, sólo que sus ojos estaban saltones y miraba hacia todos lados como si en cualquier momento algo se le abalanzara encima. No así Ginny, quien perdía sus pecas bajo un manto carmesí que parecía querer competir con el rojo de su pelo. De esa manera, de verdad parecía una llama de fuego viviente.
-Er… -Ginny no podía hablar, parecía haber quedado muda.
-¿Qué tal si hacemos como que esto nunca pasó? -se aventuró él, aún sin mirarla por más de dos segundos seguidos.
Un segundo. Dos segundos. Cuatro segundos, y contando.
-¿Que nunca pasó qué? -inquirió ella, frunciendo la boca. Malfoy por fin le sostuvo la mirada, y por un instante, parecía que iba a sonreírle-. Tienes serios problemas, hurón. Deberías hacer tiempo en tu ocupada agenda para ir a un terapeuta por delirar… Pero -le sonrió, antes de acomodarse en su asiento-, él no podrá ayudarte con tu incapacidad para jugar quidditch decentemente.
Mantuvo la vista fija en el escritorio de la profesora McGonagall en frente de ella, mientras trataba de no concentrarse en el maldito reloj. Si lo hacía, sólo se impacientaba más por la demora de la susodicha para darles una charla de la amistad entre casas e imponerles un castigo por disturbar una actividad deportiva.
Aunque podría jurar que Malfoy la estaba observando a ella, en vez de dedicarse a mirar por la ventana como antes. Y eso, la hacía sentir extrañamente bien.
Hay veces que el producto indeseado es, a final de cuentas, el que se necesita y es el que ayuda a sostener el experimento.
FIN