Título: Camino sin retorno
Fandom: Crepúsculo
Claim: Jacob/Leah
Advertencia: T. Alcohol, ironía y malas palabras.
Summary: Y a ella no le importa que él esté imprimado y él se siente liberado de no saber el significado de Nessie en su vida.
Notas: Para
biweasley por el meme de besos. Se me hace raro escribir de ellos, pero creo que ambos serían una combinación atrayentemente explosiva. Me parecería hipócrita escribirlos en una escena llena de rosas, velas y una cena romántica; porque con ellos no pega todo eso en su primer beso. Disfrútalo, ninia :).
-¿Mal día?
Jake sonríe. No era necesario tener la vista desarrollada para notar que no se había afeitado en tres días la barba, que sus pupilas estaban encarnadas en un rojo que revelaba el agotamiento; ni tampoco había que poseer un olfato especializado para oler su barato perfume de ron en oferta de la licorería. Pero Leah es así. Le gusta hacer lo obvio aún más evidente.
La mujer se sienta a su lado y él se pregunta cuánto tardara en quedarse cuando escuche la respuesta:
-Nessie le está escribiendo una tarjeta de San Valentín a un chico de su salón. Y está tan feliz por haber recibido tantos chocolates de distintos admiradores, que tuvo que correr hasta el tío Jake para que él la felicitara -está conciente que debía sonar estúpido, dado que aquello era perfectamente normal en la vida escolar de cualquier persona-. Y tío Jake tuvo que explicarle por qué no le daba a alguien un chocolate.
-¿Le dijiste que tenías tendencias que se consideraban pedofilia? -pregunta, ahogando una risa. Al recibir la mirada iracunda de su compañero, se controla y vuelve a su semblante serio-. Vamos, solo faltan… diez años para que ella sea un adulto legal. En todo ese tiempo puedes enseñarle que eres el hombre de su vida.
Toma la botella casi vacía del suelo y bebe un largo trago. No le ofrece, sabiendo que ella lo hace en ocasiones especiales y mucho menos con un licor tan barato como ese.
-Diez años es mucho -dice, con pesadez. Mira hacia la oscuridad del bosque-. La mayoría del tiempo pienso que debería mandar todo esto a la mierda y liarme con alguien, irme de aquí y quizás volver cuando Nessie sea mayor…
Ella no está preparada para tener una charla de esas donde uno abre su corazón. No sabe qué decir, y se limita a acomodarse en la escalinata del porche. La casa de Jake está muy tranquila. Desde que el viejo Billy había fallecido, el lugar se había convertido en la viva representación del descuido y casi abandono.
Jake sigue siendo el macho alfa, pero le considera algo más cercano. No quiere dejarle con toda esa pena ahogándola en un ron de oferta sin tener algunas palabras de empatía o consuelo.
-Sin embargo, no te vas porque si lo haces, sientes que te irás sin una parte de ti y sabes que no sobrevivirías sin ella -él la observa de reojo. Se ve triste, al igual que el tono de su voz. Su mirada parece estar perdida más allá del bosque-. Porque esa parte que dejarías, te hace sentir completo y es parte importante de tu pasado y de un futuro que… -hace una mueca-. No se me da bien hacer esto de apoyo moral. Creo que si tanto quieres estar con Nessie, entonces hazlo y punto. Nadie dijo que sería fácil, así que no te quejes, marica.
Las palabras de Leah duelen, la verdad duele.
-Pensé que te largarías cuando escucharas el nombre de Nessie…
-No cambies el tema -sonríe-. Y sí, no me gusta. La imprimación a mis ojos, es una de las peores invenciones de nuestra tribu. Era para asegurar la preservación de la especie o algo así -explica, y por fin le mira. A pesar de la precaria luz emitida por la ampolleta junto a la puerta de entrada, Jake distingue mucha tristeza en sus ojos oscuros-. Además, concuerdo con ella. Diez años es mucho y no vas a hacer un voto de castidad, ¿no?
-Pensar en una novia no me anima para nada.
-¿Por qué crees que me refiero a una puñetera novia? -le quita la botella de la mano y bebe lo que queda-. Pero qué malo estaba -murmuró, devolviéndosela-. Gracias a tus sueños estoy plenamente actualizada en tus necesidades. Y tú, amigo mío, necesitas alguien con quien liarte por una noche y listo.
Tal vez fuera efecto del ron, pero Jake pronto estaba riéndose.
-¡No puedo hacer eso! -el frunce el ceño al verse sobreestimada y le pregunta por qué-. Pues, sería como serle infiel a Nessie.
-Ella no te ama por ahora y tú solo tienes sentimientos fraternales hacia ella. Te importa mucho porque sabes que cuando crezca, la amarás románticamente… -le golpeó suavemente en el brazo-. No le serías infiel a nadie. Tener sexo no trae lazos sentimentales cuando dos personas solo se utilizan.
-Me parece que pierdes demasiado tiempo viendo dramones de telenovela…
El aire empieza a tensarse casi imperceptiblemente.
Jake por primera vez se da cuenta que está con Leah. Desde que Nessie apareció en su vida, sus ojos parecen estar cubiertos por un velo, que le impide diferenciar con precisión rostros, perfiles, labios, lunares y tez de piel. Y gracias a la verdad dicha por ella, el velo se lo había sacado. Entonces la veía. Toma detalle de lo negros que son los ojos de Leah o que sus labios tan marcados, le dan mucha belleza. Pero también, sigue viendo aquella tristeza estampada con una vara de hierro hirviendo en su cuerpo, aquel pasado que tuvo con Sam y que le destruyó el corazón para siempre.
Leah se da cuenta de la mirada de Jake, y sólo atina a sostenérsela. Se estaba poniendo nerviosa, no sabía qué rayos pensaba y por primera vez encontraba útil la telepatía entre lobos. Se pregunto si estaba loca, porque se sentía retroceder en el tiempo y estar ante Jake de diecisiete años. Ese chico corpulento que la miraba con interés y hasta antipatía por su unión a la manada, ese que se preocupaba de su bienestar cuando patrullaban el perímetro de la mansión de los Cullen… Antes que se hubiera imprimado.
Ambos se acercan lentamente, siendo concientes de lo que estaban a punto de hacer. Si tomaban ese paso, difícilmente podrían regresar porque era un camino sin retorno. Y a ella no le importa que él esté imprimado y él se siente liberado de no saber el significado de Nessie en su vida.
Sus labios se encuentran deseos, con violencia. Ambos extrañaban el calor y la saliva ajena tocando sus lenguas, después de tantos años de soledad.
Leah levanta sus manos y las coloca en sus hombros, cerrando los ojos. Le parece creer que nunca había sentido tanto placer por el gusto a ron barato en su puta vida.
Jake sin inhibiciones, la estudia, la recorre con sus manos con lentitud. Piensa que no puede siquiera respirar porque todo es Leah en aquellos momentos.
Ambos gimen cuando sus lenguas entran en contacto. Y cuando sus ojos se encuentran en medio de besos y caricias, saben que no quieren echarse atrás por la decisión tomada.
FIN