Sin color ni sangre [Ted/Andromeda ~ viñeta]
Título: Sin color ni sangre
Fandom: Harry Potter
Claim: Ted Tonks/Andrómeda Black
Advertencias: Ninguna
Summary: Cuando Ted por fin le pregunta por qué no le gusta, ella se desespera. ¿Acaso no es obvio? Era Slytherin, era una Black; pero en el fondo, conservaba las enseñanzas universales femeninas.
Notas: Me basé en que Ted era mago hijo de muggles, como dice en los libros originales y no en las traducciones. Para karenpotter, por el meme de besos. Espero que te guste y traté de hacerlo sin errores, jeje.
Cuando Andrómeda piensa en Ted Tonks, lo último que se le viene a la cabeza es que se trata de un Hufflepuff, hijo de muggles, de movimientos un poco torpes y de un grupo de amigos un tanto raros.
Inmediatamente ella piensa en la manera en que se reía a todo pulmón, sin escatimar en lágrimas cuando era necesario, animando a cualquiera que lo escuchara. Luego, se concentra en aquella pequeña hendidura en su mentón, dándole una apariencia más varonil que la que le otorgan sus brillantes ojos, ya que parecían siempre tener algo de travesura y muchas veces asemeja la imagen de un niño pequeño. Y esas piernas tan largas, son perfectas para hacer movimientos sobre una escoba tan ágiles, que desde primer año se había quedado hipnotizada observándole en las clases.
Cuando Ted Tonks se le acerca, ella trata de detener el resto de la cadena interminable de observaciones de él que la hace sonreír como idiota. Simplemente lo escucha y ella habla cuando le parece conveniente.
Muchas veces, él le pregunta si no es tan abierta con él por no ser de la misma casa, pero ella le replica que usualmente es callada. Además, parece tan animado en su monólogo, que no necesita intervenir para que él lleve los temas a los puntos más inauditos. Aceptando su respuesta, él asiente y sigue conservando. Ella sonríe discretamente.
Cuando él la encuentra llorando en un rincón del castillo, y escucha atentamente todo su odio hacia su familia y la sangre, él la abraza hasta que las lágrimas se extinguen. Desde aquella noche, Andrómeda siempre piensa en la colonia de Ted para quitarse la pena, lo cual siempre da resultado.
Y cuando una noche, después de tantos años inmersos en charlas que iban desde las clases sociales hasta una discusión del mejor dulce del mundo, Ted le pregunta por qué no le gusta, ella se desespera.
-Me gustas mucho, Dora -dice deteniendo su mirada en la suya, con tanta intensidad que ella se siente acalorada-. Y sé que lo sabes… Aún no entiendo por qué aún no me dejas acercarme lo suficiente para demostrarte que soy mucho mejor que todas esas basuras sangre limpia con los que tus padres te obligan a salir -ella ríe, porque él sabe cuánto odia el rol de celestinos de su familia.
Se muerde el labio inferior, y parpadea un par de veces. ¿Acaso no es evidente? Es una Slytherin, y sigue siendo una Black; pero ninguna de esas razones por las cuales él antes le había preguntado, importaban para relacionarse con alguien. Y ése alguien específicamente era él.
En un ataque de rabia por su percepción, le tomó por el cuello de la camisa y lo atrajo hacia ella. Le plantó un beso un poco duro por el impacto entre sus labios, pero ella los movió ligeramente para redimir aquel percance.
-Porque en el fondo, aún tengo esa maldita antigua tradición femenina -dijo, separándose. Él la miró, desorientado-. Me habría gustado que me hubieras invitado a salir oficialmente, antes de tener que besarte así nada más -confesó, sin esconder el sonrojo de sus mejillas.
-¿Así nada más? -pregunto Ted, arqueando una ceja.
-Bueno, quería besarte -se alzó de hombros-, pero tú también. Nos hice un favor.
Cuando Ted le acarició la mejilla y le dio un beso por fin, ella sintió por fin que ni el color ni la sangre que estaban estampados en su cuerpo tenían valor. En sus venas, sólo era Dora. Una chica que encontraría la felicidad rodeándose de las personas que más quería.
FIN
Fandom: Harry Potter
Claim: Ted Tonks/Andrómeda Black
Advertencias: Ninguna
Summary: Cuando Ted por fin le pregunta por qué no le gusta, ella se desespera. ¿Acaso no es obvio? Era Slytherin, era una Black; pero en el fondo, conservaba las enseñanzas universales femeninas.
Notas: Me basé en que Ted era mago hijo de muggles, como dice en los libros originales y no en las traducciones. Para karenpotter, por el meme de besos. Espero que te guste y traté de hacerlo sin errores, jeje.
Cuando Andrómeda piensa en Ted Tonks, lo último que se le viene a la cabeza es que se trata de un Hufflepuff, hijo de muggles, de movimientos un poco torpes y de un grupo de amigos un tanto raros.
Inmediatamente ella piensa en la manera en que se reía a todo pulmón, sin escatimar en lágrimas cuando era necesario, animando a cualquiera que lo escuchara. Luego, se concentra en aquella pequeña hendidura en su mentón, dándole una apariencia más varonil que la que le otorgan sus brillantes ojos, ya que parecían siempre tener algo de travesura y muchas veces asemeja la imagen de un niño pequeño. Y esas piernas tan largas, son perfectas para hacer movimientos sobre una escoba tan ágiles, que desde primer año se había quedado hipnotizada observándole en las clases.
Cuando Ted Tonks se le acerca, ella trata de detener el resto de la cadena interminable de observaciones de él que la hace sonreír como idiota. Simplemente lo escucha y ella habla cuando le parece conveniente.
Muchas veces, él le pregunta si no es tan abierta con él por no ser de la misma casa, pero ella le replica que usualmente es callada. Además, parece tan animado en su monólogo, que no necesita intervenir para que él lleve los temas a los puntos más inauditos. Aceptando su respuesta, él asiente y sigue conservando. Ella sonríe discretamente.
Cuando él la encuentra llorando en un rincón del castillo, y escucha atentamente todo su odio hacia su familia y la sangre, él la abraza hasta que las lágrimas se extinguen. Desde aquella noche, Andrómeda siempre piensa en la colonia de Ted para quitarse la pena, lo cual siempre da resultado.
Y cuando una noche, después de tantos años inmersos en charlas que iban desde las clases sociales hasta una discusión del mejor dulce del mundo, Ted le pregunta por qué no le gusta, ella se desespera.
-Me gustas mucho, Dora -dice deteniendo su mirada en la suya, con tanta intensidad que ella se siente acalorada-. Y sé que lo sabes… Aún no entiendo por qué aún no me dejas acercarme lo suficiente para demostrarte que soy mucho mejor que todas esas basuras sangre limpia con los que tus padres te obligan a salir -ella ríe, porque él sabe cuánto odia el rol de celestinos de su familia.
Se muerde el labio inferior, y parpadea un par de veces. ¿Acaso no es evidente? Es una Slytherin, y sigue siendo una Black; pero ninguna de esas razones por las cuales él antes le había preguntado, importaban para relacionarse con alguien. Y ése alguien específicamente era él.
En un ataque de rabia por su percepción, le tomó por el cuello de la camisa y lo atrajo hacia ella. Le plantó un beso un poco duro por el impacto entre sus labios, pero ella los movió ligeramente para redimir aquel percance.
-Porque en el fondo, aún tengo esa maldita antigua tradición femenina -dijo, separándose. Él la miró, desorientado-. Me habría gustado que me hubieras invitado a salir oficialmente, antes de tener que besarte así nada más -confesó, sin esconder el sonrojo de sus mejillas.
-¿Así nada más? -pregunto Ted, arqueando una ceja.
-Bueno, quería besarte -se alzó de hombros-, pero tú también. Nos hice un favor.
Cuando Ted le acarició la mejilla y le dio un beso por fin, ella sintió por fin que ni el color ni la sangre que estaban estampados en su cuerpo tenían valor. En sus venas, sólo era Dora. Una chica que encontraría la felicidad rodeándose de las personas que más quería.
FIN