Bieeeeeeeeeeeen! aquí va mi regalo de santa secreto *-* espero que gustee!! ^^
Amigos
España, Siglo XVIII, Bajo el dominio de la “Casa de los Borbones”
http://www.youtube.com/watch?v=lamEiXQELHk (música)
…Zapatos finos…
El pisar de unos zapatos finos era lo que se escuchaba resonar por los pisos de la vacía casa del español. Zapatos finos, puestos sobre los pies de un hombre que era prácticamente el buen gusto personificado. Un hombre que en aquel momento cargaba sobre si cierto gesto de preocupación y un inmenso ramo de rosas rojas.
El atractivo francés caminaba a paso rápido por la casa de su amigo español; casa que ya conocía casi como si fuera la palma de su mano, y no era solamente porque hubiera tenido tiempo de sobra para conocerla durante las incontables guerras o batallas que había mantenido con su vecino, más bien se debía a que desde que sus jefes pertenecían a la misma Dinastía -más precisamente “La maison de Bourbon"- el francés tenía muchos asuntos que atender allí, y no únicamente “asuntos de estado”, pues no era ninguna novedad la reciente amistad entre ellos dos.
No obstante el asunto que le llevaba a la casa de su reciente amigo esta vez no llegaba a ser agradable, el español estaba pasando por grandes malos momentos, a tal nivel que al parecer su debilidad le había llevado a contraer una enfermedad, inclusive aunque fuese un país, llevaba ya varias semanas enfermo, y el francés había comenzado a preocuparse seriamente por él.
Por eso era que él le iría a cuidar, ya que era un gran amigo y una excelente persona, oui, oui…
El paso del francés se detuvo finalmente cuando este llegó a la cocina, donde pidió prestadas algunas cosas para hacer un rico y nutritivo caldo que seguramente tendría en pie a su querido amigo en un dos por tres… Una vez listo el caldo, el francés volvió a orientar su paso en dirección a la habitación del español.
Toc, Toc, Toc
-Mon Ami, ¿Puedo pasar?- dijo el francés a la vez que entraba a la habitación sin esperar una respuesta.
Dentro le esperaba un enfermo Antonio, un enfermo Antonio que casi deliraba en fiebre, y que quebraba el silencio de la habitación a cada minuto con nuevos estornudos y una tos seca que parecía venir de la ultratumba.
El francés negó con preocupación antes de acercarse a la cama del español y sentarse junto al cuerpo ardiente de Antonio, dejando junto a ellos su bandeja y las rosas sobre la mesilla de noche…
-Oh mon dieu, pero mira nada más el estado lamentable en el que estas -murmuró suspirando, antes de añadir en un tono más animado -Las mujeres de tu cocina, belles dames* por cierto, me han dicho que no comes nada hace un par de días… ¡non, non! ¡qui ne peuvent être*!, Mon petit… Tienes que cuidar tu salud si esperas mejorarte y sin comer no ayudas nada… Por eso oni-san ha venido hoy exclusivamente a cocinarte…- incluso un poco antes de que terminara la frase ya había posado la bandeja sobre el regazo de su amigo…
Antonio abrió los ojos y sonrió de lado, en un gesto que estaba a medio camino entre una mueca de dolor y una sonrisa.
-Cof cof… Francis…Cof…no debiste preocuparte- su voz sonaba horrible, ajada y ronca, como si necesitara descansar luego de cada palabra, y aun así seguía esforzándose por sonreír al francés.
Francis sintió como el alma se le iba a los pies, si algo había amado siempre del español a pesar de sus peleas y conflictos, era aquella vitalidad que llenaba al moreno, esos ojos como esmeraldas en fuego, y sobre todo… Aquella dulce sonrisa de dientes perlados… Una de aquellas sonrisas que parecían involucrar todo el rostro, donde los ojos brillaban y un par de dulces margaritas se marcaban en sus mejillas…
Ahora en cambio, el francés veía a su amigo completamente demacrado, la morena piel pálida en un tono antinatural, los labios cenicientos y los ojos opacos, la sonrisa débil.
Tomó aire, casi como si fuera el mismo el portador de tal deplorable condición, y esbozo una sonrisa débil y levemente coqueta.
-Abre la boca Antonio, ¿Haz un esfuerzo, si?- acercó la cucharada a la boca del otro, y por suerte esta se abrió a tiempo para recibirle.
El español ya estaba completamente despierto y le miraba con los ojos muy abiertos mientras tomaba su sopa.
-Está realmente buena- logró comentar luego de la primera cucharada.
Así, el francés dio de comer al español, cucharada por cucharada, el uno sonriendo tiernamente, y dando de comer con una paciencia que parecía no tener límites. El otro comiendo de forma obediente, recuperando un poco sus energías.
Cuando finalmente terminó la comida, ya Antonio parecía tener un mejor aspecto, e incluso se puso más hablador.
-Woow tu comida hace magia Francis, quizás a la próxima me quieras traer un vino y así termino de sanarme -comentó en tono jocoso el español, mientras dirigía una mirada profundamente agradecida al francés.
-Mientras no tengas que probar nada del inglés, me parece bien… Espagne … - respondió este en tono malicioso.
Antonio esbozo un gesto de horror en respuesta.
-No creo que llegue comer nada así tío, ¡no me mola morir! - abrió mucho los ojos y fue tan dramático al hacer esta aseveración, que ambos terminaron estallando en carcajadas. Carcajadas que duraron, hasta que repentinamente Antonio dejo de reír para mirar con gran seriedad a su amigo…
-Francis… Gracias por preocuparte y venir, gracias por cuidarme- dijo en tono afectado y con un deje de ternura, mientras alzaba -aun algo débil- una de sus manos para acariciar, con el dorso de esta, el áspero pómulo barbado del francés.
Francis retuvo aquella mano con la suya y miró a su vez serio al español, no comprendía del todo bien lo que le sucedía con este, hace tan poco eran enemigos… Y ahora sin embargo, casi podía sentir como su alma se desgastaba cada segundo que pasaba lejos de la presencia del moreno. Aquel hermoso moreno de ojos verdes que comenzaba a convertirse en una necesidad para él, una necesidad que le parecía tan clara como su conocido buen gusto.
Necesidad de él; de su piel, de sus ojos, de su humor ligero, de su cabello achocolatado, de sus ademanes libres, de su voz risueña, de su carcajada limpia, de sus labios suaves…
…Aquí junto a mi?
El francés volvió de pronto a la realidad cuando el español, repitió la pregunta que al parecer él no había captado en su abstracción…
-¡Eh tío! ¿Estás aquí? Te decía que te ves cansado… ¿Por qué no te recuestas unos momentos aquí junto a mí?... - la sonrisa infantil que colgaba entonces de la boca del español, prácticamente derritió al rubio francés, haciéndole sentir sus miembros flojos…
-Oui… No me parece mala idea- Contestó antes de entrar a la cama junto a español y acostarse a su lado, bien cerca…
Todavía más cerca cuando este se giro en su dirección y se arrimo a él, abrazándole…
-¿Mon cher?- el francés le miro levemente extrañado, no era común que otros países se acercaran a él con tanta libertad, pues era más que conocida su fama de “gozador”
-¿Qué? Comienzo a pensar que pierdes tu toque Francis, hace un buen rato que estaba deseando hacer esto -casi le regaño en tono risueño el español mientras se acurrucaba más contra él.
-Estabas tan cerca, y te quería más cerca, pero parece que hasta los chicos como tú a veces no saben seguir al “amour”- el español se tomo la libertad de molestar un poco al francés, quien ya estaba poniendo una penosa mueca de reproche.
- Tan solo tenía en consideración tu condición, estaba siendo bueno ¡Y tú me acusas de insensible! ¡Oh mon dieu! ¡monde cruel! -dramatizo el rubio, sacando un pañuelo de su solapa y mordiéndolo mientras derramaba falsas lagrimas
-Jajajaj ¡Joder Francis! No te pongas dramático, nunca te dije insensible- el castaño se reía del pequeño “show” que hacía el otro.
-¡Oui!, pero ahora… y más si te tengo así, es preciso que me beses como compensación por tu ofensa, o tendré que robar yo algo de esos labios- el tono jocoso se había extinguido en su voz para dar paso a uno por completo seductor.
-No me quejaría- comento coqueto el español antes de pasar su brazo derecho tras la nuca de Francis, y sujetar su mentón con su mano derecha, para acercarse a darle un profundo y contundente beso al francés.
Y de nuevo estaba allí…
El fuego que consumía sus cuerpos, tan fundamental, tan cliché, tan simple, en aquella situación que nuevamente comenzaba a arrastrar las manos del uno sobre el otro, que llevaba a los alientos a robarse entre ellos, las bocas buscándose jadeantes, piernas enredándose, cabellos flotando…
Porque cuando estaban el uno junto al otro, todo era tan básico que casi daba risa, todo era tan completo que hostigaba, todo era tan claro que dolía…
Porque al final siempre se amaban, aunque no pasaran del título de amigos, aunque de momento nadie pudiera hacer más que sospechar de ello… Se amaban…
…Y no existe nadie que detenga el sentir de sus corazones…
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De verdad espero que te guste esto Miruru *-* con mucho cariñooo para tii!
Pondré aquí el significado de algunas frases en francés, aviso si hay alguna versada en el tema xD que es francés de traductor, así que quizá tenga errores.
*Belles dames: encantadoras señoritas.
* qui ne peuvent être: esto no puede ser.
* Monde Cruel: mundo cruel xD