Liverpool 1 - 2 Blackpool
Pues bien no estamos igual que el año pasado, se puede decir -sin temor a equivocarse demasiado- que estamos peor.
Hodgson se fue, Kenny llegó y trajo consigo un halo de esperanza y de ilusión alrededor, no lo ha perdido, él entiende al Liverpool -probablemente mejor que nadie- sabe como funciona, conoce su historia y lo que significa. El problema es que la dirección técnica no era nuestro único inconveniente, el fracaso de su gestión se puede entender incluso en cierto modo como la consecuencia, no la causa.
szólj hozzá: Bp0-1Li[matchhighlight.com] szólj hozzá: Bp1-1Li[matchhighlight.com] szólj hozzá: Bp2-1Li[matchhighlight.com] El partido fue interesante, emocionante con tendencias de infartante. Al menos al inicio, partido de ida y vuelta con dos equipos que a pesar de sus aparentes diferencias, tenían importantes aspectos en común : La misma posición en la tabla, la misma necesidad de ganar y unas estadísiticas similares; equipos que atacan mejor de lo que defienden (y eso ya es mucho decir) equipos cuyo mayor flagelo está en la saga defensiva.
El Liverpool empezó mejor, con ímpetu, con fuerza, con ganas de arrollar al rival, haciéndose con la pelota y surcando al cancha rápidamente con pases a un toque, no estaba Gerrard (gracias a Howard Webb, su injusta tarjeta roja, su penal inventado, su ineptitud general... pero en fin, eso es otra historia) y el centro del campo carecía realmente de alguién que marcara los tiempos... somos descarnadamente dependientes.
Pero, aparentemente, todo empezó bien, Poulsen hizo un pase espectacular hacia Kelly luego de luchar la pelota y este se la cedió a Torres que con fácilidad le ganó la espalda a los dos centrales del Blackpool, un cañonazo al ángulo y gol a los dos minutos de juego. Un minuto después Jhonson tuvo otra oportunidad, pero el arquero de Blackpool (el ghanés que se lució en la copa del mundo frente a Argentina) brilló en esa y las pocas veces que lo exigieron.
Presionaban, y cortaban juego con eficacia cuando era necesario, quitaban la pelota con propiedad e inmediatamente buscaban atacar ¿El problema? Muchas ganas, pocas ideas, mucha velocidad, poca precisión. El Liverpool es un equipo que no está acostumbrado a jugar de esa forma, necesita un creador, un armador y evidentemente no estaba en el campo. En honor a la verdad, Steven tampoco lo es, no del todo, el es el corazón, la garra y la fuerza, pero se desperdicia una de sus mejores facultades dejandolo en esa posición retrasada del campo: Su velocidad. Lo que el Liverpool necesita fichar para la próxima temporada es un jugador con visión periférico, con pases precisos de corto y largo alcance, que pueda explotar la velocidad de Gerrard, el factor sorpresa y generar juego hacia adelante, surtiendo de balones a los atacantes. Necesitamos otro Xabi u otro Mascherano, jugadores con caracterísitcas similares a ellos. Desesperadamente.
En fin. El arrebato les terminó costando caro, en una de esas sucesión de pases rápidos Meireles calculó mal y terminó regalando la pelota en una zona neurálgica. Gol y el empate.
DIrecto a la herida más profunda del equipo: El estado anímico.
La pasión se les diluyó algunos, no supieron asestar el golpe y llegó el peor enemigo: la desesperación. Tristemente ya no somos ese equipo capaz de hacer remontadas mágicas, el viento más suave que soplé en nuestra contra nos desconcentra y nos quiebra como el peor huracán. Sí en la primera parte el equipo dio chispazos de un pasado no tan lejano, de una euforia y una alegría que se parecía mucho a la que predica el YNWA, se acabó rápido.
El segundo tiempo fue mayoritariamente el Blackpool jugando y el Liverpool luchando como podía, inútilmente por supuesto. El segundo de los locales llegó y ya no vale la pena habar del resto del encuentro
Conclusiones del partido y/o cosas que Kenny debe tener en cuenta:
- Necesitamos desesperadamente un armador
- Un lateral, Kelly lo hace bien pero aun le falta rodaje, se apaga rápido y Konchesky ... mejor no hablar.
- Un seminario sobre CÓMO se defiende correctamente. Nuestros defensas no son malos individualmente (la historia de todo la escuadra en realidad) simplemente no se conectan como un engranaje, se estorban mutuamente, no se entienden.
- Espíritu de competencia. Hay algunos que padecen de desidia ¿no quieres jugar para el equipo? Puedes irte. Tenemos juveniles, inmaduros sí, pero con un potencial enorme que arden de ganas por jugar, seguro que ellos sudan la camiseta con más propiedad, pues hay que sacarlos, darles minutos, que las posiciones sean peleadas, que los titulares sientan la necesidad de probar lo que valen. Que empiecen a jugar como un jodido equipo y no que cada uno tire para su verja.
- Un sermón de padre y señor mío. Un tirón de orejas y un buen par de gritos si es necesario. A ver si se enteran de una vez por todas, que son el Liverpool, el puto equipo más grande de Inglaterra, uno de los más grandes del mundo, un referente global. Una historia enmarcada en grandeza y una afición que en su mayoría los apoya incondicionalmente (me atrevo a decir que si no son el equipo con más seguidores en el mundo -fanáticos de verdad- están cerca). A ver si se enteran que nada se esperaría de ellos si nada pudieran dar, si su capacidad no diera para más, pero son una plantilla llena de talento, y es casi una ofensa desperdiciarlo así. Eso es ser mediocres. El que tiene mentalidad de perdedor está destinado al fracaso. Pues lo que necesitan es volver a esa mentalidad de ganadores.
En fin, para terminar la palabras de Kenny tras el encuentro:
“Sometimes it doesn’t matter how good a player you are, if you don’t have the belief in yourself then it’s not going to be helpful towards you. I think the players here are very good players but they just have to believe in what they’re doing and believe in themselves more” - Kenny Dalglish after game against Blackpool
Lo dicho.
Y por supuesto las palabras de Stevie que no envejecen.
" (...)We stand together in good times and bad"
Mientras tanto recordemos que: