VS
2-2
(Advertencia: post-partido escrito por una madridista en estado de euforia, amor exacerbado a Pedro León y jurando no volver a comer spaguettis en su vida. Quien quiera objetividad, que se vaya a leer el Marc... esto, el AS... bueno, el Sport..... que se vaya y ya.)
Click to view
Había una vez un equipo que iba de blanco y tenía más títulos que nadie. Había también otro equipo que iba de rojo y negro y decía tener más títulos que nadie, pese a ser una flagrante mentira. A los de blanco no les importaba demasiado, porque el 9COPAS9 que lucían en su manga ya era suficiente contestación. Después de pegarle un SEÑOR.BAÑO a los de rojo y negro (también conocidos como el IMSERSO del fútbol) en casa, los de blanco fueron a Milán a ver la catedral y de paso a ganar de una puñetera vez.
Había también un señor calvo llamado Howard Webb, que decía ser árbitro, aunque hasta hoy no sabíamos de qué deporte. Por lo que se deduce, su señora le puso los cuernos con Xabi Alonso y cada vez que él estaba sobre el campo el fútbol derivaba en Caza del Tolosarra. No importa. El equipo de blanco mantuvo un dominio absolutamente aplastante durante la primera mitad y gran parte de la segunda, eso sí, recibiendo palos hasta en el carné de identidad (y eso que lo dejaron en el vestuario) con la impunidad del Ogro calvo.
Pero el equipo blanco también era muy inocente. Por eso, cuando salió al campo la Momia, algunos echaron a correr, uno se resbaló, y el IMSERSO gritó "¡línea!", o sea, marcó un gol. El Amo, un señor de pelo canoso que lo controla todo, amenazó con dejarles sin el kinder bueno del postre allá en la banda. Unos minutos después, la Momia intentó dar un susto en posición antireglamentaria, el Ogro cerró los ojos diciendo "si no lo veo no es ilegal" y el INSERSO adelantó en el marcador al Real Madrid.
En ese momento, El Amo demostró por qué es El Amo, y salió al terreno de juego Pedro León, un tío que no es ni Zidane ni Maradona porque afortunadamente no es ni francés ni es argentino. A todo esto, del IMSERSO se había retirado el Charcutero de la Barba, y algunos de sus jugadores empezaron a sufrir el extraño síndrome Si Me Tocas Me Caigo y Ruedo Durante Diez Minutos. ¡Es lo que tiene la tercera edad! Pero ante la atónita mirada del Charcutero, y en un instante en el que -milagrosamente- no había ningún rossonero haciéndose un sabroso bocata de césped, Dios misericordioso -que es del Madrid, evidentemente, como toda la gente importante de este planeta- hizo a su más humilde siervo el instrumento de su implacable justicia, o lo que viene a ser lo mismo, QUE PEDRO LEÓN EMPATÓ
Y Mou le recordó a los del Milán por dónde pueden meterse sus insultos:
El Amo en el momento de correr hacia Albiol para desnudarle (?).