Halp, soy nerd

Sep 14, 2008 00:24

...Cristo se coló también en la Warner y se encarnó como Neo, para transmitirnos su mensaje reciclado: hay que liberarse del Gran Engaño, la ilusión de lo materia. Y para ello hay que pactar con las máquinas. Porque del engaño podemos liberarnos, pero la televisión, internet y el celular deben continuar encendidos. Los hermanos profestas Wachowski nos tientan, en Matrix, también con el mensaje contrario para que la oferta sea amplia: si el mundo real, visto con ojos despiertos, te parece un asco, continúa soñando. "Sé que este filete no existe; sé que cuando me lo meto en la boca, es Matrix la que le está diciendo a mi cerebro: es bueno y rico. La ignorancia es la felicidad", filosofa Cifra, el traidor.
Cifra podrá ser el malo de la película, pero es más despierto que Neo. Cifra-Cypher-Lucifer elige ser reinsertado en el mundo de ilusiones de Matrix, lo cual es un sentido común irefutable a la vista de la alternativa.

Pàmies, Óscar. "Supervivencia de lo fantástico". Luvina. Otoño 2006. UdG.
Y, bueno, algo de razón hay ahí. Más bien, bastante de razón. Las dos últimas películas, en particular la tercera, tiraron un Reverse Aesop tipo fatality a la primera (no, no voy a linkear TVTropes) e hicieron trizas lo que se había construido con la primera y me parece que el final sí puede interpretarse un poco como dice al principio allá arriba.
Sin embargo, ¿Cypher realmente el equivalente Lucifer? ¿Es siquiera el 'malo' de la película, como dice el ensayista? Para mí encarna más la figura de Judas el traidor (aunque no mi visión personal de Judas), mientras que el agente Smith se me antoja más cercano a la de Lucifer. Un Lucifer alejado tanto del Romanticismo como de Milton, claro.
Basta, creo, con comparar la cita de Cypher allá arriba con esta de Smith: "Human beings are a disease, a cancer of this planet, you are a plague, and we are the cure."
Me parece que queda bastante obvio que mientras que Cypher busca la comodidad personal a cambio de traicionar a la tripulación del Nebuchadnezzar, que, aunque confiaron en él son --aceptémoslo--, por más protas que sean, son sólo un puñado de individuos, Smith busca... bueno, el genocidio de una especie completa que cree dañina.
No obstante, se hace difícil analizar la trilogía a la luz de las diversas mitologías mostradas con la primera parte, puesto que, como ya mencioné, el resto da al traste con eso. En lo personal, me divierto viéndolas, pero hacerles un análisis simbólico aun tomando en cuenta solamente los elementos propios de su universo se complica mucho debido a tanta contradicción.
Y el rave de la cueva sigue dándome risa de tan random que es. o/

reflexiones

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