Eres un ogro

Aug 01, 2004 23:46

Disclaimer: Los personajes que los lectores reconozcan no son míos
Título: Eres un Ogro
Fandom: Shrek
Autor: Fujur Preux
Summary: Pequeña viñeta con lo que pudo haber sucedido dentro de la mente de Fiona, durante su estadía en la cueva a la mitad de la primera película.
Rating: G
Notas: Spoilers para Shrek 1 y 2

Muchas gracias a Noemí por betearlo n_n

Entró a la cueva justo a tiempo.

La transformación ocurrió como siempre. Su cintura se engrosó, sus rasgos delicados se deformaron hasta convertirse en los de una ogresa y su piel adoptó ese color verde antinatural.

Y como siempre, la llevó al borde de las lágrimas, aunque esta vez el sentimiento de angustia era mucho mayor.

Sus padres fueron muy claros cuando la llevaron a esa torre y la dejaron a cargo del dragón. La miraron a los ojos y le dijeron dulcemente: "un día, muy, muy pronto, te rescatará tu verdadero amor y él romperá el hechizo."

Pero lo que había sucedido...

No fue un Príncipe Azul, ni un Caballero de Brillante Armadura... ¡ni siquiera era un ser humano!

De todas las criaturas que existían en el mundo, era un ogro.

¡Un ogro!

Fiona se dejó caer de rodillas sobre el duro suelo de piedra, con la cabeza colgando entre los hombros abatidos.

El destino no podía ser tan cruel.

No un ogro. Los ogros eran tan brutales, desalmados y con tan malos modales. De eso Shrek era la viva muestra.

Su única esperanza era que Shrek fuera en verdad sólo un mensajero y que a su verdadero amor, Lord Farquaad, le hubiera impedido asistir a rescatarla personalmente una emergencia, una crisis de proporciones legendarias. Tal vez su reino fue invadido por una horda de mercenarios desalmados. O quizá estaba enzarzado en épica lid con algún malvado hechicero...

O quizá...

O quizá...

O quizá estaba destinada a permanecer en esa forma tan horrible para siempre.

Estaba a punto de soltar el llanto cuando escuchó que Shrek y Burro discutían afuera. Lo primero que le pasó por la mente fue "¡Que Shrek no se coma a Burro!". De esa bestia podía esperarse cualquier cosa.

Fiona se asomó por la improvisada puerta, sólo para ver a Shrek sentarse a la orilla del precipicio y escucharlo decir:

- ...me juzgan sin siquiera conocerme. Por eso prefiero estar sólo...

Se escuchaba tan sincero.

Y tan triste.

Esa frase le tocó el corazón.

Tal vez no debió haberlo juzgado tan pronto.
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