Casi cuatro años viviendo en Madrid, y muchos conciertos disfrutados, pero no había vuelto al palacio de los deportes desde que hace ya muchos años estuviera para ver El Concierto (que no es otro que el concierto que Pearl Jam dieron allí en septiembre de 2006). Este viernes estuve ahí para ver a Portishead, y el concierto mereció la pena.
Dos noches completamente diferentes, para empezar porque aquella vieja noche de hace casi ocho años la recuerdo ya vagamente, aunque el recuerdo que tengo impreso en la memoria es que fue tremenda y que es ya irrepetible por más años que pueda vivir. Este concierto de Portishead no tuvo nada en común con aquel, excepto que también lo pasé genial.
Yo pedía tres cosas: Sour Times, Roads, y The Rip. Las tres se me concedieron, junto a una maravillante versión de Wandering Star sólo con Beth y una guitarra acompañando, y otras muchas canciones (también tocaron
Magic Doors) que igualmente se disfrutaron mucho. Como pega, fueron muy fríos con el público (esto no es sorprendente) y pudieron tocar fácilmente media hora más, porque la hora y cuarenta minutos que tocaron supieron a poco.