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Te propongo que loqueemos un rato. Sí, digo “loqueemos” sin ni si quiera saber si esa palabra existe. Podría decirte millones más del estilo para darte a entender que para mi no existe nada mas que tú. Bueno, como te decía; vamos a coger una maleta cada una, me da igual si grande o pequeña, vamos a llenarla de cosas necesarias y un billete de avión al primer destino que se nos venga a la mente. Oh, no te he dicho que es solo de ida. Allí, en Londres, Finlandia, Helsinki o donde la suerte lo desee, nos está esperando un pisito de no más de 50m₂ con 2 sofás y un par de estanterías para nuestros libros, una cama de matrimonio y poco mas. Lo justo y necesario como quién dice.
Te propongo que empecemos una vida juntas, que dejemos por una temporada todo lo que tenemos y experimentemos cosas que quizás más adelante no tengamos la oportunidad de experimentar. Que nos amemos con locura en cada esquina de la ciudad incógnita, allí donde absolutamente nadie nos conozca .
Te propongo hacerlo ahora, mañana sin falta. De todos modos, si te parece precipitado te propongo loquear de otra manera: Quédate conmigo para el resto de tu vida. No prometo dejar los malos días a un lado, también poder dejar a un lado mis queridos nachos con queso y todas esas rabietas mías que solo tú conoces, pero lo que sí te prometo es que intentaré hacerte feliz (lo conseguiré) todos los días que me acompañes en este viaje que cada día es un poco mas complejo.
Firmado: Tu bellota preferida
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Te propongo hacerlo ahora, mañana sin falta. De todos modos, si te parece precipitado te propongo loquear de otra manera: Quédate conmigo para el resto de tu vida. No prometo dejar los malos días a un lado, también poder dejar a un lado mis queridos nachos con queso y todas esas rabietas mías que solo tú conoces, pero lo que sí te prometo es que intentaré hacerte feliz (lo conseguiré) todos los días que me acompañes en este viaje que cada día es un poco mas complejo.
Firmado: Tu bellota preferida