Primer post de mucho, me temo. Cinco días en Francia dan para mucho. Lo malo del primer día es que lo pasé de un lado para otro lloriqueando como la cobarde que soy, pero eso es algo que por suerte o por desgracia hay que contar...
Todo empezó un día en el que Mireyan puso a mi disposición su habitación en una residencia para que yo pudiera verla y visitar Francia. Yo dije que si, vamos que si, pero había un problema; Había que llegar a Caen (Normandía) desde París. Y yo soy como soy...
Esta soy yo cuando viajo:
Adorable ¿no? Os pongo en situación. Salía al mediodía de Madrid con destino al Charles de Gaulle en París. Una vez ahí tenía que pillar un Roissybus al centro (Opera), luego el metro a la estación de Saint Lazare (se puede ir andando pero fui sobre seguro) y ahí un tren hacia Caen, Normandía.
Por lo menos llegué con el metro a Barajas y pude montarme en el avión. La parada del Roissybus era fácil de encontrar y tardé una horita en llegar a Ópera. Hasta ahí todo bien... hasta que me perdí.
Llegué delante de la Ópera y me puse a buscar la entrada de metro. No era capaz, además como tenía que pillar un tren más, estaba muy alterada e intentaba darme prisa. Después de tres vueltas alrededor del edificio...
... este edificio pequeñito...
la foto NO es mía
... me acordé que todo el mundo decía que ir por París es muy fácil para un turista. En lugar de buscar un metro, me puse a buscar un mapa y encontré uno en cada parada de autobus. Son GENIALES. A parte de estar detallado, explica cada parada de metro y bus próxima. Gracias a eso pude encontrar la entrada que buscaba que estaba... eeeh, justo delante del edificio.
Bueno, sobreviví a eso. A eso y a comprar el billete de metro. Acepta tarjeta, recarga otras tarjetas y acepta efectivo. Lo malo es que no hay flechas para elegir opciones en las máquinas. Me di cuenta después de un rato que había un rodillo que tenía que hacer girar para poder elegir opciones. El español de este tipo de máquinas da para otro post, pero en ese momento no tenía muchas ganas de reírme.
Dentro me di cuenta que el metro de Madrid si que está mejor señalado. Es muy visual, cada línea tiene un color, y se usa contínuamente en las indicaciones. Aquí no. Por lo menos llegué a dónde quería, que era la estación de Saint Lazare.
Siguiente problema, comprar el billete de tren a Caen. A mi derecha había unas máquinas, así que fui directa a ellas. Mi objetivo era hacerlo todo yo sola para no tener que pedir ayuda a nadie. Mi timidez e inseguridad llega a esos extremos, sipe. Había dos clases de máquinas, una verde y otra amarilla. En la verde no entendía nada, me entró angustia y salí de ahí corriendo. Después de dar vueltas delante de la oficina de venta personalizada sin saber que hacer, decidí ir a las amarillas.
Ahí vi la luz. Me salió a la primera Caen como destino y luego mil opciones sobre descuentos. Una chica me llamó la atención para preguntarme algo en francés y mi reacción fue esta:
omgomgomg no hablo francés omgomgomg
Me lo peguntó en inglés y era sobre cómo recargar las tarjetas. No le pude decir nada (por dios, una maleta, una bandolera petada de cosas y cara de desesperación, era bastante evidente que era de fuera) y me puse a investigar la máquina y su franspañol.
Por desgracia no tenía humor para sacar fotos a la pantalla, pero digamos que seguro que la máquina estaba desconcertada, tanto como yo. Sacaba la tarjeta de crédito antes de tiempo (y me temo que me habrán cobrado unas cuantas veces... ah, no, lo acabo de mirar, no me han cobrado) y me costó tres intentos hasta que saqué el billete. Salí pitando hacia la estación ya que el tren salía en 10 minutos y no sabía si me iba a perder otra vez.
así corría así, así...
Mire me contó dos cosas. La primera que los trenes con destino a Normandía salen de los últimos andenes a la derecha. Lo segundo que el tren puede acabar en Caen o puede no hacerlo. Para estar segura, antes de Caen está Lisieux, que tiene una basílica gigante que se ve por todas partes, así que me debía fijar en esa parada.
Al llegar ahí me pareció ver que antes de Caen no había paradas.
wtf?
Subí igualmente y me acomodé, pero nerviosa como estaba, ni me permití una pequeña siesta o jugar a la DS (que la había traído). El tren iba a todo trapo y dos horas mas tarde estaba en Caen con una flamante Mire esparándome en el andén.
¡Y SOBREVIVÍ!
Está claro que lo que necesito es tranquilizarme un poco y fijarme bien, que soy un desastre. ¡Pero lo hice! ¡Me siento mayor! Es ahora cuando montamos una fiesta de quince y me dais regalitos y eso :3 yay!
Luego, como en el resto de Europa a las 7 de la tarde no hay nada, me fui a la residencia a dejar la maleta y me presentaron a un gato gordo salido del mismísimo infierno y comí crepes de champiñones GENIALES. En España sólo hay de jamón y queso ;A; en serio, viviría en el extranjero solo para tener mas variedad de congelados, yogures y fantas.
Al día siguiente tocó Omaha y un poquito de Caen. Os daré algo de fresipedia en el siguiente post.
Y hasta aquí las fresiaventuras de hoy :D