*Estaba dando una vuelta por los techos del castillo y parte del bosque cuando notó un movimiento extraño en tierra. Era la primera vez que veía como llegaba alguien, y la expectativa de seguir sumando gente -loca- no le agradaba nada. Giró las alas y aterrizó frente a él. Altísimo, extraño y con aires de molestia.*
*Pues sí, era un día bastante curioso. Le observó por un instante y sonrió. Era una chica extraña, bonita pero extraña... lo más extraño es que no parecía ser un demonio... ¡Lástima!*
¿Puedes decirme a que te refieres, ojousan?
*Reparó en el sonido de un trueno durante unos instantes... ningún demonio cerca... Maldición*
*sonríe de medio lado y hace una ligera reverencia tomando los bucles de su vestido*
Bienvenido a Hogwarts, Antiguo Colegio de Magia y Hechicería, hoy convertido en la prisión de aquellos que fueron tristemente elegidos por desquiciado más grande de todas las eras y universos. *le miró* A tus espaldas se encuentra el Bosque Prohibido, hogar de criaturas extrañas que sirve de entretención a aquellos que saben como enfrentar a sus habitantes. A tu izquierda está el lago en donde habita el Calamar Gigante que no gusta ni de los barcos ni de nada vivo, y dando la vuelta al castillo encontrarás a un enorme dragón sojuzgado por uno de los que se han convertido en habitantes.
*Oh. Era el parlamento más largo que había dicho de corrido*
¿Entiendes lo que digo? Eres un prisionero más. Y no me divertirá ver tus intentos inútiles por escapar, así que te diré que no hay forma de salir.
Vaya vaya. ¡Cuánta preocupación por un desconocido! Me conmueves ojousan.
* Avanzó unos pasos. La chica había sido útil. Le había dado una muy buena explicación rápida y exacta de su situación actual*
Y dime, ojousan, ¿Cuánto tiempo tienes aquí? *Observó el castillo una vez más... así que no había salida... Sentía cierta energía extraña rodeando el castillo, suponía que esa era la razón*
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Giró las alas y aterrizó frente a él. Altísimo, extraño y con aires de molestia.*
...No entiendo porqué sigue trayendo gente.
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¿Puedes decirme a que te refieres, ojousan?
*Reparó en el sonido de un trueno durante unos instantes... ningún demonio cerca... Maldición*
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Bienvenido a Hogwarts, Antiguo Colegio de Magia y Hechicería, hoy convertido en la prisión de aquellos que fueron tristemente elegidos por desquiciado más grande de todas las eras y universos. *le miró* A tus espaldas se encuentra el Bosque Prohibido, hogar de criaturas extrañas que sirve de entretención a aquellos que saben como enfrentar a sus habitantes. A tu izquierda está el lago en donde habita el Calamar Gigante que no gusta ni de los barcos ni de nada vivo, y dando la vuelta al castillo encontrarás a un enorme dragón sojuzgado por uno de los que se han convertido en habitantes.
*Oh. Era el parlamento más largo que había dicho de corrido*
¿Entiendes lo que digo? Eres un prisionero más. Y no me divertirá ver tus intentos inútiles por escapar, así que te diré que no hay forma de salir.
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* Avanzó unos pasos. La chica había sido útil. Le había dado una muy buena explicación rápida y exacta de su situación actual*
Y dime, ojousan, ¿Cuánto tiempo tienes aquí? *Observó el castillo una vez más... así que no había salida... Sentía cierta energía extraña rodeando el castillo, suponía que esa era la razón*
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