*Sale del castillo por unos minutos cuando Yuuri está durmiendo -aún así no tiene mucha confianza en dejarlo solo, dada las circunstancias, pero tiene confianza en que Wolfram lo protegerá indistintamente de su reluctancia a hablarle. Además no planeaba estar fuera mucho tiempo, lo que su rey había dicho le había dado vueltas cada segundo- y sólo comienza a caminar por los alrededores, su espada como siempre en el cinturón por cualquier evento desafortunado.
No había visitado en castillo en su totalidad, tampoco. A si que lo más recomendanble era salir y averiguar más o menos cómo estaba estructurado el castillo por cualquier evento que pudiese suceder. Conocer el lugar en el que estabas era siempre una prioridad, aún más cuando Yuuri tenía la capacidad de encontrar partes nuevas y ponerse en peligro a una velocidad increíble no importaba cuánto le dijieran que fuera cauteloso. Sin embargo... ese era Yuuri, mientras pudiese protegerlo, había que resignarse de una manera amable a que nada cambiaría. Sonríe inevitablemente ante el pensamiento.
Nota unas estructuras de vidrio más adelante y decide acercarse, las plantas haciéndose más notorias mediante acortaba la distancia.
Entra a los invernaderos con cuidado -las flores estaban bien cuidadas, al parecer- y camina con paciencia por el lugar. En Hogwarts nunca podía estar seguro de nada, sobretodo por la... alta actividad que parecían tener todos los elementos en el castillo, estuvieran vivos o no.
Una planta que se movía capta su atención, pero mantiene la distancia. Aunque tenía un color muy bonito, parecía que lametablemente fuese a comer su cabeza en cualquier instante*