Miércoles por la mañana // Sala Común de Ravenclaw
*Lo único que recuerda es su voz no llegando a Hikaru, sus propias manos desapareciendo en medio de un juego que sabe el chico juega sin muchos ánimos y...
...
No está en la habitación de Hikaru, de eso está completamente seguro. El lugar es algo frío, algo oscuro pese a que las ventanas están abiertas y que entra suficiente luz. Se siente extraño, pero Sai no logra identificar con exactitud qué es. La construcción de la habitación es rara, así que camina hasta la ventana para asomarse y se sorprende, abriendo mucho los ojos al sentir una brisa matinal dándole de lleno en la cara pero lo importante--
Sai abre todavía más los ojos y se llena las manos a la boca, a punto de sentir que va a desmayarse, soltando un gemido que parece mezcla confusión y shock. El hecho de estar dentro de un castillo no importa cuando...*
Estoy vivo. Estoy vivo... *su voz es incrédula y siente lágrimas de emoción asomándose en la comisura de los ojos, comprendiendo que es la primera vez que escucha su voz real en cientos de años. Voltea en todas direcciones, esperando encontrar a alguien -algo-, pero encuentra un espejo y se acerca al mismo.
La emoción se intensifica al verse con su usual vestimenta, el reflejo claro en el espejo* ¡Estoy vivo! Oh, Hikaru debe ver esto, ¡ahora puedo tomar las piedras! Debo--
*Se detiene al pensar que no tiene idea de dónde está, podría seguir muerto y ser esto alguna especie de... vida después de la muerte o algo. Se sienta con gracia en el suelo, nervioso de pronto, la intensa ola de emociones que aún siente por despedirse de Hikaru y sentirse vivo no son buena combinación.
Descubre las escaleras y piensa en subir, pero no lo hace. Lo mejor es esperar a que llegue alguien que pueda explicarle lo que pasa.*
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No está en la habitación de Hikaru, de eso está completamente seguro. El lugar es algo frío, algo oscuro pese a que las ventanas están abiertas y que entra suficiente luz. Se siente extraño, pero Sai no logra identificar con exactitud qué es. La construcción de la habitación es rara, así que camina hasta la ventana para asomarse y se sorprende, abriendo mucho los ojos al sentir una brisa matinal dándole de lleno en la cara pero lo importante--
Sai abre todavía más los ojos y se llena las manos a la boca, a punto de sentir que va a desmayarse, soltando un gemido que parece mezcla confusión y shock. El hecho de estar dentro de un castillo no importa cuando...*
Estoy vivo. Estoy vivo... *su voz es incrédula y siente lágrimas de emoción asomándose en la comisura de los ojos, comprendiendo que es la primera vez que escucha su voz real en cientos de años. Voltea en todas direcciones, esperando encontrar a alguien -algo-, pero encuentra un espejo y se acerca al mismo.
La emoción se intensifica al verse con su usual vestimenta, el reflejo claro en el espejo* ¡Estoy vivo! Oh, Hikaru debe ver esto, ¡ahora puedo tomar las piedras! Debo--
*Se detiene al pensar que no tiene idea de dónde está, podría seguir muerto y ser esto alguna especie de... vida después de la muerte o algo. Se sienta con gracia en el suelo, nervioso de pronto, la intensa ola de emociones que aún siente por despedirse de Hikaru y sentirse vivo no son buena combinación.
Descubre las escaleras y piensa en subir, pero no lo hace. Lo mejor es esperar a que llegue alguien que pueda explicarle lo que pasa.*