Séptimo Piso, algún pasillo.
*caminaba sin rumbo fijo, mirando lo que lo rodeaba, en completo silencio.
Se suponía que tenía que estar en la clase de Rangiku-san, pero no tenía interés alguno en asistir. Los vio varias veces desde las altas ventanas que rodeaban el pasillo por el que vagaba, notando que incluso el profesor de DCAO estaba ahí.*
...Como si eso me importara...
Siguió adelante...Hogwarts estaba comiéndoselo vivo.
Supuso que era stress o algo parecido. Pero no podía aguantar más lo que pasaba. Solo quería... solo quería que todo acabara.
Temblando de pronto, se apoyó contra la pared, pero lo único que ocurrió fue que pasó de largo y cayó de espaldas en una nueva habitación que nunca había visto. Era mediana y con estanterías por todos lados. Kaoru la observó con detenimiento, no era la primera vez que pasaba por ahí pero era la primera vez que esa habitación estaba ahí. *
¿Qué...?
*Por un momento pensó en la famosa Cámara Secreta, pero lo desechó. No podía ser tan fácil entrar.
Husmeando las estanterías notó que había muchas pociones de diversos colores, unos más llamativos que los anteriores, y armas corto punzantes, como puñales, dagas, abrecartas, garfios pequeños, etc.*
Esto... parece un salón de la tortura, ¿qué demonios es este lugar?
*Vuelve la mirada y nota un pergamino -que juraba que no estaba antes- escrito en ordenada manuscrita: Sala de los Menesteres. Habitación creada por los fundadores de Hogwarts. Su interior cambia a necesidad de quien pasa por su lado. *
¿Interior que cambia?
*de pronto, la puerta desaparece, y la luz parece hacerse escasa. Kaoru se apega a una de las ventanas, y con varita hace un lumus que le da cierto rango de visión*
Esto no es lo que necesito....
*Una carcajada femenina lo aterra, pero le da la respuesta a lo que ocurre.... Él no es solo él... por lo que podía no ser su necesidad la que estaba cumpliendo la sala... sino la de ella...*
Es tu oportunidad... de entenderlo... y de aceptarlo.... *Escuchó* Y solo te daré una oportunidad para hacerlo por las buenas... solo... porque somos uno...
*De pronto todo fue negro y vertiginoso. Cuando todo volvió a la normalidad, la sala se iluminó otra vez y Kaoru notó que las armas y las pociones habían desaparecido.... todas, excepto un frasco, que estaba en su mano derecha. Temblando, sin saber como eso había llegado a su poder, la miró sintiendo un extraño sabor en la boca. Con su índice izquierdo rozó sus labios, retirando los restos de una sustancia amarillenta y viscosa.... la misma que -en el fondo- contenía la ampolla de la poción*
.....No....
*Quiso salir, pero un mareo lo llevó al piso, su pecho se cerró y los ojos se nublaron. De su boca escurrió sangre que también escapaba por los oídos y la nariz. Extendió su mano hasta la puerta, pero apenas tocó la manija y aunque esta se abrió, no fue capaz de levantarse o arrastrarse para salir*
Hikaru...
*Sin fuerzas, frío y temblando, quedó junto a la puerta entreabierta de la sala, perdiendo la conciencia con un aterrador pensamiento en la mente*
Yo no quería esto....
((La descripción de la sala fue tomada de AQUI))
Se suponía que tenía que estar en la clase de Rangiku-san, pero no tenía interés alguno en asistir. Los vio varias veces desde las altas ventanas que rodeaban el pasillo por el que vagaba, notando que incluso el profesor de DCAO estaba ahí.*
...Como si eso me importara...
Siguió adelante...Hogwarts estaba comiéndoselo vivo.
Supuso que era stress o algo parecido. Pero no podía aguantar más lo que pasaba. Solo quería... solo quería que todo acabara.
Temblando de pronto, se apoyó contra la pared, pero lo único que ocurrió fue que pasó de largo y cayó de espaldas en una nueva habitación que nunca había visto. Era mediana y con estanterías por todos lados. Kaoru la observó con detenimiento, no era la primera vez que pasaba por ahí pero era la primera vez que esa habitación estaba ahí. *
¿Qué...?
*Por un momento pensó en la famosa Cámara Secreta, pero lo desechó. No podía ser tan fácil entrar.
Husmeando las estanterías notó que había muchas pociones de diversos colores, unos más llamativos que los anteriores, y armas corto punzantes, como puñales, dagas, abrecartas, garfios pequeños, etc.*
Esto... parece un salón de la tortura, ¿qué demonios es este lugar?
*Vuelve la mirada y nota un pergamino -que juraba que no estaba antes- escrito en ordenada manuscrita: Sala de los Menesteres. Habitación creada por los fundadores de Hogwarts. Su interior cambia a necesidad de quien pasa por su lado. *
¿Interior que cambia?
*de pronto, la puerta desaparece, y la luz parece hacerse escasa. Kaoru se apega a una de las ventanas, y con varita hace un lumus que le da cierto rango de visión*
Esto no es lo que necesito....
*Una carcajada femenina lo aterra, pero le da la respuesta a lo que ocurre.... Él no es solo él... por lo que podía no ser su necesidad la que estaba cumpliendo la sala... sino la de ella...*
Es tu oportunidad... de entenderlo... y de aceptarlo.... *Escuchó* Y solo te daré una oportunidad para hacerlo por las buenas... solo... porque somos uno...
*De pronto todo fue negro y vertiginoso. Cuando todo volvió a la normalidad, la sala se iluminó otra vez y Kaoru notó que las armas y las pociones habían desaparecido.... todas, excepto un frasco, que estaba en su mano derecha. Temblando, sin saber como eso había llegado a su poder, la miró sintiendo un extraño sabor en la boca. Con su índice izquierdo rozó sus labios, retirando los restos de una sustancia amarillenta y viscosa.... la misma que -en el fondo- contenía la ampolla de la poción*
.....No....
*Quiso salir, pero un mareo lo llevó al piso, su pecho se cerró y los ojos se nublaron. De su boca escurrió sangre que también escapaba por los oídos y la nariz. Extendió su mano hasta la puerta, pero apenas tocó la manija y aunque esta se abrió, no fue capaz de levantarse o arrastrarse para salir*
Hikaru...
*Sin fuerzas, frío y temblando, quedó junto a la puerta entreabierta de la sala, perdiendo la conciencia con un aterrador pensamiento en la mente*
Yo no quería esto....
((La descripción de la sala fue tomada de AQUI))