Oct 11, 2006 08:38
*Ritsuka suspira, apoyando los brazos en la mesa y su cabeza en ellos, cerrando los ojos. Es cierto que desde la muerte de Seimei su insomnio ha aumentado, pero es incluso peor en el castillo. No quiere depender de ningún tipo de medicina, además que la idea de que le den algo para dormir y que aún así tenga pesadillas pero no pueda despertar le da escalofríos.
En parte es el insomnio, y en buena parte las pesadillas. No sabe si tiene algo que ver con esas sombras que, siempre que sale del castillo, parecen observarlo y tratan de seguirlo, pero entre el frío que provocan y las pesadillas que le traen, dormir se ha vuelto un suplicio.
Ya pudo encontrar un hechizo para alejar a esos dementores, el Patronus, pero no es como si alguien se lo pudiera enseñar. No sólo eso, hasta el momento había tenido problemas incluso con los hechizos más sencillos, apenas pudiendo controlar el Wingardium Leviosa y el Lumus.
Tenía bastante certeza de que eso se podía deber a su calidad de Sacrifice, y no sólo eso, sino que su Fighter no estaba cerca. Incluso si - en caso de que Natsuo y Youji y todos los demás tuvieran la razón - él y Soubi no estaban unidos, suponía que la cercanía le habría ayudado; el haber perdido su celular no ayuda tampoco, por más idiota que haya sido encontrar tanto comfort en él.
O al menos quiere pensar que, teniendo al menos el pequeño comfort que le había dado ese recordatorio de que Soubi era real, el pecho no le dolería así. Era un dolor sordo, muy distinto al que había sentido cuando Seimei había muerto. No que fuera más intenso, pero parecía llenarlo mucho más, lo cuál lo hacía sentir muy, muy culpable.
¿Preocuparse por un tonto como Soubi, en lugar de estar tratando de ver si había alguna forma en ese mundo de averiguar porqué Seimei había muerto? O, estando en ese mundo, tratar de encontrar más sobre fantasmas, o sobre transformaciones, o sobre barreras: viajes en el tiempo, o a través de dimensiones. En algún lugar tenía que haber alguna forma de que todos pudieran regresar a casa.
Había cosas mucho más importantes en las que pensar y preocuparse, tratar de asegurar sus recuerdos, cosas mucho, mucho más importantes que ese... ese...
Cierra los ojos, murmurando en voz baja.*
Soubi... tonto...
illyasviel von einzbern,
aoyagi ritsuka