Feb 29, 2008 10:25
He descubierto que en el ordenador de mi padre en el trabajo tengo internet. So, aquí estoy, viendo pacientes, escribiendo lo que manda mi padre en sus historiales y dibujando en papeles (mientras no tengo que hacer nada dibujo, ¿vale?).
Evidentemente no os puedo contar nada de los pacientes por que se supone que es confidencial, pero a veces está sentado delante nuestro el individuo en cuestión y mi mente empieza a irse por las ramas y empiezo a imaginar qué os contaría y como lo haría. Supongo que ahora que son las... nueve y media... bueno, no postearé esto hasta la una o así que acabamos de trabajar. Qué cosas, vais a ver una mañana en mi trabajo. ¡tachán!
Por ejemplo, hace un momento ha venido un chico que bueno, al principio apenas se le notaba pero luego he acabado pensando que era homosexual totalmente. Sobretodo por como pronunciaba las s, no sé, como... raro. Ah, y por que llevaba unos ojos más maquillados que yo, eso también. Sus ojos eran como los míos, así pequeños y oscuros, con las pestañas de abajo sin definir apenas, pero sus pestañas de arriba eran larguísimas, muy espesas y rizadas. Preciosas, vamos. Le daban un toque de luz a su cara impresionante, además de que llevaba puesto el rimmel justo para que se vieran aun más bonitas. Vamos, que se aplicaba el maquillaje con auténtica maestría.
Hoy en el trabajo llevo bata de enfemera, ¡JA! Y es que yo ayudo a mi padre en su consulta médica, como la mayoría debéis saber (¿lo sabíais, no?) pero hasta ahora me daba mucho corte llevar la bata blanca. Bueno, pues ahora la llevo, tomayá. Las chicas de la entrada al principio se han reído un poco pero muy bien, son majetas. La verdad es que yo también me hubiera reído de mi misma si me hubiera dado tiempo de ir al baño a mirarme. Pero bueno, mejor no, por que me he levantado con una cara espantosa y voy con las gafas. Nuevas, por cierto. Después de ehmmm casi 4 años de no llevar gafas (básicamente por que no las encontraba). Las cogí de un color cobre rojizo, por que cuando me las probaba negras parecía una secretaria porno, solo me faltaba el látigo. Y como que no, muchas gracias.
Ahora mismo no viene ningún paciente (aunque es normal, por que los viernes por la mañana la gente se columpia un montón... pero ah, los lunes por la tarde está a reventar, ¡qué cabritos!). Pero bueno, ya sé qué ocurirrá al final. Lo de siempre. Es decir, que al principio faltan algunos pero al final, a las doce, vienen todos en manada. Fantástico, muchas gracias. Al principio fallan y estamos mi padre y yo paseando por el despacho y haciendo bromas sobre la gente del centro (somos crueles aunque mi padre lo niegue) y luego al final vamos de cabeza. Qué odio le tengo a esa gente, por Dios.
Ahora mismo hay un paciente, un tipo alto pero alto de verdad. Tipo Pau Gasol, os lo juro. Lleva un pendiente feísimo en la oreja izquierda y me va sonriendo y no sé, como haciendose el graciosete. Jajá, tío, me parto. Pues ahora mi padre te está metiendo un tubo por la nariz, ¿a que ya no te ries tanto? ¿A que ya no me sonríes? Se carcajea como un político en una campaña, os lo juro. grrr...
Anda, mi padre me acaba de comentar que el chico este que tenía esas pestaaaaaañas y que pensaba que era gay ¡pues resulta que estuvo con una de las hijas del jefe de este centro! Pues mi radar para gays me ha fallado, qué mierda. O no, a lo mejor lo dejaron (por que ya nono) cuando ella se dio cuenta que a parte de cojerle el rimmel también le cogía el sujetador y las faldas. Quién sabe.
Oh, os tengo que contar una paranoia. Sí, qué raro, una paranoia mía. Qué cosas. Bueno, el asunto es que es un amigo de clase, Rafel. No, no es un mote de los que suelo poner yo (Mr. tal, Mr. cual) sino su nombre de verdad. La cosa es que es súper majo, conmigo es siempre muy dulce, muy educado. Me cae la mar de bien. Es un ser enorme, parece vikingo. Alto alto, ancho ancho, rubio, ojos claros, mandibula fuerte... sin angulos en ningún sitio (ni hombros ni codos ni nada) sino que todo parece que.. en vez de haber acabado las aceras en punta, las acabaran en redondo, ¿me entendéis? Pero no está gordo, para nada.
La cosa es que siempre me da la sensación que mmm... le hago tilín. No sé. Creo que ya os lo había comentado hace tiempo, seguro. Pero fijo. Además de que falto bastante a clase (eso sí que lo sabéis...) y alguna vez cuando he vuelto pues los compañeros hacían bromas, o soltaban frases como si bueno pero ahora el Rafel se comporta así por que estás tú delante eh y agh, me pongo nerviosa con esas cosas. Estoy segura que es broma pero no puedo evitar grr ponerme nerviosa nerviosa. Los ignoro y seguimos hablando pero... pero está eso ahí, tocándome las narices.
Resulta que el martes estaba en grabado y se vino a sentar a mi lado para charlar y tal por que yo le empecé a (¡qué guai, una paciente se nos está medio desmayando por haberle metido el fibroscopio por la nariz, ahora se ha estirado en el suelo! ¡qué flojeras, neng!) tirar papelitos para que me hiciera caso. Total que eso, que viene a mi lado y estábamos charlando y bueno, eso que se iba acercando un poco, sutilmente. de hecho tan sutil que hasta que su rodilla no tocó la mia no me percaté. Por que os aseguro que cuando se sentó en su taburete no estaba tan cerca como para rozarme.
Me puse nerviosa enseguida. ¿sabéis cuando estáis tonteando con alguien que por debajo de la mesa hay toqueteos de rodillas inocentes, manos que se rozan y cosas así? Pues a las manos no llegó pero lo de las rodillas... que será una paranoia mía, ¡no lo niego! Pero eso, que me pone nerviosa.
Aparté la rodilla, claro.
Muy bien, ahora la taruga de la entrada me llama y pregunta que si puedo poner al señor X en la lista, que está aquí. Delante mío. En el mostrador. ¿Lo puedo poner? No, no lo pongas, ¡No te jode, pedazo de gilipollas! ¡Si lo tienes delante, ahí justo delante y sabe que estás hablando con el doctor (conmigo, pero en su defecto mi padre, ¿¿vale??) ¿pues qué le vas a decir?! En serio, tío, hay gente que los tendrían que mandar a las minas de sal y que no salieran de ahí en su vida. Esta le dijo el otro día a mi padre que ay doctor, qué hija más guapa tiene o sea que al menos ojos en la cara pues no le faltan (ni sinceridad hehe), pero... es que en serio, cuanto inútil suelto.
Cierro esto corriendo que nos vamos con prisa, ¡un beso!
en el trabajo,
obsesiones y paranoias