El jueves pasado fui por re-última vez al cole a recoger unos libros. Entré en clase y me recibieron con un altísimo y dulcísicmo: Aliciaaaaaaa!!! un montón de sonrisas empezaron a revolotear por la clase. Y me contagiaron rápidamente. Y así estaba. Sonriendo. Empezaron a contarme todas las cosas que han hecho estos días. Oscar sigue enfadado conmigo. No le gusta nada que me haya ido. El resto parecían contentos.
Aitana, una niña de ojos azules preciosos con la que siempre tuve una relación especial me dedicó la mejor de sus sonrisas. La vi más viva que nunca. Sus ojos decían que en su casa las cosas están algo mejor. O al menos que hace un poquito más de tiempo que no la regañan demasiado. Me alegré muchisimo. En realidad dejé esos libros para poder volver algún día y ver que Aitana estaba feliz. Y lo está. No dejó de abrazarme. De recordarme que me quiere. De darme muchisimos besos. Y sus ojos estaban vivisimos. Qué alegria!
Marta, una de las trillizas me sonría y tenia una mirada algo meláncolica. No dijo nada en toda la tarde. Cuando no aguantó más se levantó despacito y me dió un abrazo agarrándome por la cintura. Vino con una mariposa estupenda, la que veis en la foto. Aún no le hemos puesto nombre..pero creo que se llamará asi: Marta. Porque es una niña lindísima.
Ana, otra de las trillizas se acercó algo triste. Traía entre sus manos ese elefante de bolitas. Me sonrío y sin decir nada me lo dió. Y al rato dijo: contigo haciamos siempre regalos, este se lo quiero regalar a Alicia. Le sonreí y me abrazó.
Y así acabamos la tarde. Con muchísimos besos, abrazos y sonrisas. Les hice esta foto. Ellos son más formales que los peques porque son ya muy mayores. Cuatro y cinco años. Son pequeñas-grandes personitas!!!