[fanfic] Patonoticias
Uno más para la tabla, aunque advierto que es soso es extremo. En realidad fue el primer fic que escribí para la tabla, pero no me covenció para nada. Ahora lo releí, le ajuste algunas cosas, y aunque no es mi obra cumbre, ni la mitad de lo que estos personajes se merecen, creo que es suficientemente decente para publicarlo.
Título: Patonoticias.
Fandom: One Piece.
Personajes: Zeff y gente del Baratie, menciones de Sanji y su tierna infancia.
Extensión: 511 palabras.
Advertencias: Spoilers del salto temporal y de la historia de Sanji. Es soso, en serio.
Notas: Para el prompt "Mar" de la Tabla Olvidados de devil_fruit. (Aquí el resto de la tabla)
Patonoticias
Todos en el Baratie sabían que, sin importar cuanto lo ocultara, esos dos años sin noticias habían sido mortificantes.
Confiaba en las habilidades de Sanji, y confiaba en Mugiwara. Pero cada vez que llegaba el periódico, o que aparecía un cliente proveniente de Grand Line, o que de una manera u otra el mar se dignaba a acercarle un rumor, Zeff sentía el alivio y la preocupación aumentar por partes iguales.
No se consideraba una gran figura paterna. Aunque reconocía que no había otro nombre para el tipo de relación que ellos habían creado. Él había criado a esa pequeña berenjena y durante algún tiempo su mayor preocupación era que nunca se decidiera a abandonar el nido.
Era algo así como pasarte la mitad de tu vida criando a un pajarito. Bueno, digamos mejor que a un pato. Lo encuentras ya salido del cascarón, mojado y hambriento. Le enseñas a alimentarse bien, a cuidarse y a defenderse solo. Quizás eres un poco brusco a veces, y le enseñas a las patadas, pero él aprende rápido.
Se vuelve un pato listo y capaz. Algo enojón, con sus momentos de idiotez, pero un buen pato al fin y al cabo. Algunos días él se enoja y quiere matarte a picotazos. Otros días te enojas tú y amenazas con cocinarlo al orange. Pero, en fin, es tu pato.
Lo único que te preocupa más y más con el correr del tiempo es esa lección que el muy idiota no parece ser capaz de aprender de ti. Que tiene alas para volar, y patas para nadar, y que el mar, esa inmensidad que los rodea, tiene todo para ofrecerle, sólo tiene que despegar y tomarlo.
Pruebas de mil formas. Llegas al punto en que te mueres por gritarle “Fuera, vete de una puta vez, pato estúpido”. Pero sabes que sólo conseguirás que él se enoje, te insulte y luego pase una semana sin decirte ni “cuac”.
Hasta que un día, llega un mono. Junto con toda otra panda de animales. Y este mono, con una voluntad y una terquedad que hasta a ti se te contagia, consigue arrastrar al pato lejos de casa, hacia el mar profundo y misterioso.
Ahora, al fin, Zeff sostenía entre sus manos la confirmación de que él estaba vivo. Lo que el periódico decía era nada, comparado con los infinitos rumores que cada día sus clientes le habían traído. Incluso el de ese okama que aseguraba que Sanji estaba en su isla, y que había generado un ataque de risa a todo el personal. Pero verlo impreso, respaldado por múltiples testimonios, tenerlo asegurado, le traía un poco de alivio a su ya dos años más viejo corazón.
Desde Enies Loby hasta ahora, Zeff podía imaginar a Sanji creciendo y creciendo. Lo único que le quedaba era volver al trabajo, esperar que el mar se decidiera a traerle las próximas noticias y rogar por que no engullera a Sanji antes de tiempo.
Y quizás pedirle a la diosa fortuna que le consiguiera una mejor imagen para su cartel de recompensa.
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Muchas gracias por leer. Comentarios, críticas y patos al orange se agradecen.
Título: Patonoticias.
Fandom: One Piece.
Personajes: Zeff y gente del Baratie, menciones de Sanji y su tierna infancia.
Extensión: 511 palabras.
Advertencias: Spoilers del salto temporal y de la historia de Sanji. Es soso, en serio.
Notas: Para el prompt "Mar" de la Tabla Olvidados de devil_fruit. (Aquí el resto de la tabla)
Patonoticias
Todos en el Baratie sabían que, sin importar cuanto lo ocultara, esos dos años sin noticias habían sido mortificantes.
Confiaba en las habilidades de Sanji, y confiaba en Mugiwara. Pero cada vez que llegaba el periódico, o que aparecía un cliente proveniente de Grand Line, o que de una manera u otra el mar se dignaba a acercarle un rumor, Zeff sentía el alivio y la preocupación aumentar por partes iguales.
No se consideraba una gran figura paterna. Aunque reconocía que no había otro nombre para el tipo de relación que ellos habían creado. Él había criado a esa pequeña berenjena y durante algún tiempo su mayor preocupación era que nunca se decidiera a abandonar el nido.
Era algo así como pasarte la mitad de tu vida criando a un pajarito. Bueno, digamos mejor que a un pato. Lo encuentras ya salido del cascarón, mojado y hambriento. Le enseñas a alimentarse bien, a cuidarse y a defenderse solo. Quizás eres un poco brusco a veces, y le enseñas a las patadas, pero él aprende rápido.
Se vuelve un pato listo y capaz. Algo enojón, con sus momentos de idiotez, pero un buen pato al fin y al cabo. Algunos días él se enoja y quiere matarte a picotazos. Otros días te enojas tú y amenazas con cocinarlo al orange. Pero, en fin, es tu pato.
Lo único que te preocupa más y más con el correr del tiempo es esa lección que el muy idiota no parece ser capaz de aprender de ti. Que tiene alas para volar, y patas para nadar, y que el mar, esa inmensidad que los rodea, tiene todo para ofrecerle, sólo tiene que despegar y tomarlo.
Pruebas de mil formas. Llegas al punto en que te mueres por gritarle “Fuera, vete de una puta vez, pato estúpido”. Pero sabes que sólo conseguirás que él se enoje, te insulte y luego pase una semana sin decirte ni “cuac”.
Hasta que un día, llega un mono. Junto con toda otra panda de animales. Y este mono, con una voluntad y una terquedad que hasta a ti se te contagia, consigue arrastrar al pato lejos de casa, hacia el mar profundo y misterioso.
Ahora, al fin, Zeff sostenía entre sus manos la confirmación de que él estaba vivo. Lo que el periódico decía era nada, comparado con los infinitos rumores que cada día sus clientes le habían traído. Incluso el de ese okama que aseguraba que Sanji estaba en su isla, y que había generado un ataque de risa a todo el personal. Pero verlo impreso, respaldado por múltiples testimonios, tenerlo asegurado, le traía un poco de alivio a su ya dos años más viejo corazón.
Desde Enies Loby hasta ahora, Zeff podía imaginar a Sanji creciendo y creciendo. Lo único que le quedaba era volver al trabajo, esperar que el mar se decidiera a traerle las próximas noticias y rogar por que no engullera a Sanji antes de tiempo.
Y quizás pedirle a la diosa fortuna que le consiguiera una mejor imagen para su cartel de recompensa.
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Muchas gracias por leer. Comentarios, críticas y patos al orange se agradecen.