Un año más, un año menos.
Llevo varios días sufriendo el síndrome de la página en blanco con esto del post de fin de año/año nuevo. En mi caso, además es el síndrome de no dormir por darle vueltas, que es, en resumidas cuentas, la historia de mi vida.
Así que, yo que sé, voy a sacármelo de dentro a ver si así vuelvo a dormir:
La verdad es que no estoy muy concienciada con esto de cambiar de año, o con las navidades en general. Cuando era estudiante, y después cuando trabajaba de profesora, el año para mi empezaba en septiembre y terminaba en junio. Septiembre er un señor calvo a época de pensar empezar cosas nuevas, y junio la de reflexionar sobre las pasadas. Entre medias no había nada, sólo playa y pescaito frito. Ahora ni soy estudiante (o sí, pero no institucionalmente hablando) ni tengo almas infantiles a las que nutrir 9 meses al año, así que se me ha trastocado el reloj anual. Tampoco tengo pescaito.
Por otra parte, tengo la sensación de que yo ya cambié de año, etapa vital, o lo que sea, en julio de este año, aunque aún no sea muy consciente de qué ha cambiado y qué no. Empiezo a serlo, poco a poco, y me da un poco de vértigo, pero bueno, ahí seguimos. A fin de cuentas, siempre me dieron las alturas bajas desde donde puedo ver el suelo, así que mientras más suba menos miedo me dará estamparme contra él.
También es cierto es que en lo que se refiere a acontecimientos, sí que parece que acabe algo y empiece otra cosa. Acabo el año inmersa en un trabajo desde casa coordinando un proyecto de traducción, y traduciendo, un libro de historias de Sherlock Holmes cuyos beneficios irán a salvar la casa de Arthur Conan Doyle y convertirla en un centro de encuentro para escritores/artistas. Lo empiezo esperando respuesta de un posible nuevo trabajo, y haciendo una entrevista para otro puesto que lleva mi nombre y apellidos. Y si no sale ninguno de los dos, sigo en el proyecto actual, pero subiendo un poco de categoría dentro del equipo nuevo. Ni yo misma me creo todo esto, pero me estoy agarrando con fuerza para cuando se rompa algo. Y disfrutando de unos compañeros estupendos.
A nivel personal...seguimos trabajando en ello. Nunca se me ha dado bien encontrar el equilibrio entre la vida laboral y la personal, ni creo que vaya a aprender pronto. Pero ifigenia85 a me ha dicho que podemos formar un club, así que todo va bien. Más o menos. Pero bien.
Así que nada, el 31 no comeré uvas por primera vez en 27 años, pero intentaré contar las estrellas con mi madre por segunda vez en nuestra vida, ya que tengo el lujo de su compañía y de poder verlas desde Londes. No tengo ni un sólo propósito que no tuviera hace 5 meses, ni pienso en que esté año va a ser mejor que el anterior. Lo intento, y ya veremos.
¿Y qué hay de vosotros? ¿Sentís el cambio de año, o también vivís en vuestro propio ritmo vital? ¿Algún propósito, cosa que queráis cambiar o deseo vital para el 2013? ¿Soy la única que cree que es un número feísimo para un año? ¿nionne, te vas a dejar barba este año?
Y en fin, que gracias por estar ahí, otro año más.
Así que, yo que sé, voy a sacármelo de dentro a ver si así vuelvo a dormir:
La verdad es que no estoy muy concienciada con esto de cambiar de año, o con las navidades en general. Cuando era estudiante, y después cuando trabajaba de profesora, el año para mi empezaba en septiembre y terminaba en junio. Septiembre er un señor calvo a época de pensar empezar cosas nuevas, y junio la de reflexionar sobre las pasadas. Entre medias no había nada, sólo playa y pescaito frito. Ahora ni soy estudiante (o sí, pero no institucionalmente hablando) ni tengo almas infantiles a las que nutrir 9 meses al año, así que se me ha trastocado el reloj anual. Tampoco tengo pescaito.
Por otra parte, tengo la sensación de que yo ya cambié de año, etapa vital, o lo que sea, en julio de este año, aunque aún no sea muy consciente de qué ha cambiado y qué no. Empiezo a serlo, poco a poco, y me da un poco de vértigo, pero bueno, ahí seguimos. A fin de cuentas, siempre me dieron las alturas bajas desde donde puedo ver el suelo, así que mientras más suba menos miedo me dará estamparme contra él.
También es cierto es que en lo que se refiere a acontecimientos, sí que parece que acabe algo y empiece otra cosa. Acabo el año inmersa en un trabajo desde casa coordinando un proyecto de traducción, y traduciendo, un libro de historias de Sherlock Holmes cuyos beneficios irán a salvar la casa de Arthur Conan Doyle y convertirla en un centro de encuentro para escritores/artistas. Lo empiezo esperando respuesta de un posible nuevo trabajo, y haciendo una entrevista para otro puesto que lleva mi nombre y apellidos. Y si no sale ninguno de los dos, sigo en el proyecto actual, pero subiendo un poco de categoría dentro del equipo nuevo. Ni yo misma me creo todo esto, pero me estoy agarrando con fuerza para cuando se rompa algo. Y disfrutando de unos compañeros estupendos.
A nivel personal...seguimos trabajando en ello. Nunca se me ha dado bien encontrar el equilibrio entre la vida laboral y la personal, ni creo que vaya a aprender pronto. Pero ifigenia85 a me ha dicho que podemos formar un club, así que todo va bien. Más o menos. Pero bien.
Así que nada, el 31 no comeré uvas por primera vez en 27 años, pero intentaré contar las estrellas con mi madre por segunda vez en nuestra vida, ya que tengo el lujo de su compañía y de poder verlas desde Londes. No tengo ni un sólo propósito que no tuviera hace 5 meses, ni pienso en que esté año va a ser mejor que el anterior. Lo intento, y ya veremos.
¿Y qué hay de vosotros? ¿Sentís el cambio de año, o también vivís en vuestro propio ritmo vital? ¿Algún propósito, cosa que queráis cambiar o deseo vital para el 2013? ¿Soy la única que cree que es un número feísimo para un año? ¿nionne, te vas a dejar barba este año?
Y en fin, que gracias por estar ahí, otro año más.