fandom: Pretty Little Liars
claim: Caleb Rivers/Hanna Marin.
tema | extensión: 05. Naranja | 462 palabras.
rating: T
advertencias: Ninguna.
summary: Desde el principio hasta el final, Caleb y Hanna.
disclaimer: ABC Family ©. Tabla (
Colores)
mision_insana ©.
notas: Quede con ganas de más, adoro esta pareja y no me pude resistir.
Ridiculez.
Permítanle repetirlo, ¡que ridiculez!
No sabía cómo se había dejado convencer, no tenía idea que hacía allí (en la cocina de la casa de Hanna) con esa estúpida camiseta naranja que ella le había dado “conversando” con “mamá” mientras esperaban a que la señorita bajase. Seguro estaba haciendo el mayor ridículo de su vida, a él no le gustaban las “citas”. Estaba bien ir con ella a algunos sitios, quizá incluso le ofrecería su mano o le compraría algo pero ir por ella a su casa, esperarla en la sala (cocina) y entrevistarse con el padre (la madre, en ese caso) era otro nivel.
Demasiada ridiculez, pensó para sí mismo.
Los ojos agudos-cual águila- de la señora Marín no abandonaban el rostro de Caleb, ella estaba de pie al frente suyo con los brazos cruzados.
-Parece que no te gusta esto -inquirió astutamente ella.
Caleb sonrió con presunción antes de responder. La señora Marín rodó los ojos y él supo de donde había heredado Hanna ese gesto tan peculiar.
-Definitivamente no.
La verdad ante todo es, la verdad.
Era algo por lo que no estaba dispuesto a mentir, ella lo escaneó con la mirada una vez más y frunciendo el ceño le preguntó.
- ¿Qué haces aquí, entonces? -dijo ella. Caleb chasqueó la lengua a “mamá” no se le iba una.
Miró hacia las escaleras con gesto cómico, entre resignado y divertido antes de decir: -Ella me obligó.
La señora Marín estuvo en silencio largo rato, como sopesando sus palabras.
-Lo supuse -respondió al fin mamá-, seguro es una táctica de Hanna para que yo vea que eres de fiar. Viniendo por ella, trayéndola a casa a tiempo y comportándote como un caballero supongo.
Caleb asintió.
Mamá no lo había decepcionado, era una idea tan ridícula que hasta ella podía ver la trampa oculta.
- ¿Funciona? -Él arqueó las cejas arremetido por la curiosidad.
Ella lo miró una vez más.
Desde lo alto de las escaleras se escuchó un grito que decía: ‘Mamá no lo tortures más, ya bajo’. La señora Marín y Caleb suspiraron al unísono, Caleb sonrió con cinismo y ella entrecerró los ojos.
Estaba claro que estaba dispuesto a hacer muchas cosas por su hija, él chico se veía molesto y contrariado por estar allí hasta que escuchó la voz de Hanna, de ahí sólo pudo ver como se relajaba al instante. Volvió a suspirar, al menos si estaba interesado en Hanna, eso era un hecho y parecía que no le haría daño (hasta estaba poniéndose en ridículo y exponiéndose ante ella por su hija).
Igual no le daría la victoria esta vez, que le costara trabajo.
-Bueno aún no me fío completamente de ti...
Caleb sonrió astutamente evaluando el gesto de la señora… Con qué completamente ¿eh?