fandom: Naruto
claim: Sakura Haruno/Sasuke Uchiha [Leve Team7].
géneros: Angst, Tragedy.
reto | tabla: Para el concurso de Mayo de
@Retos ilustrados .
advertencias: T. Muerte de personaje. Violencia. Darkfic.
extensión: 1,308 palabras.
notas: Tragedy is love.
disclaimer: Naruto no me pertenece, es de Masashi Kishimoto.
Frente a ella, deslumbrándola con luz magnificente y brillo sobrenatural apareció él. Sasuke Uchiha, su pálida piel parecía refulgir con la misma Luna. Había manchas carmesí en sus mejillas y frente, un sentimiento de pesadez ahogó su respiración, Sakura sabía de quién era esa sangre. Admiró el dolor de su mirada con cierta sensación de vacío y fascinación; se sentía a la deriva también. Hería ver su frente en libertad, sin el símbolo de la aldea como el traidor que sí era.
Avanzó hacia la ninja médico desprendiendo el mismo magnetismo de antaño, su mirada oscura y soberbia posada en ella. Sakura guardó esa imagen en su corazón, atesorándola como si se tratase del único vestigio de luz en el oscuro porvenir del cielo; una suave y fugaz luz en medio de la nada, una estrella fugaz.
Sasuke se sorprendió de hallarla allí, trató no darle importancia pero la intensidad de su mirada provocaba estragos en él. No quería que nadie viera, que todos olviden lo que había sucedido; sólo quería morir de una vez. ¡¿Por qué seguía viviendo?! ¿Por qué no era él quien reposaba en el campo de batalla? ¿Descanso eterno, por qué no venía por él?
Sin darse cuenta llegó al frente de Sakura. Las magulladas extremidades le rogaban detenerse pero lo que menos quería Sasuke era hacerles caso, sólo deseaba el fin; su sed de destrucción acrecentándose mientras su mirada ónix se encontró con los orbes jade. Tal parecía que hacia mucho que los observaba, las lágrimas que pugnaban salir de ellos le hicieron olvidar momentáneamente su pena para arremeter con más crudeza.
El peso de su anterior acción cayó sobre él con una fuerza desoladora, todo su proceder está siendo puesto en duda por aquellos ojos verdes sin juicio. Cuando ella se puso de pie sosteniéndole la mirada Sasuke se desplomó en sus brazos, su respiración jadeante y su alma ensombrecida gemían una tregua.
La kunoichi se quedó sin palabras. Jamás habría pensado que Sasuke, el vengador, el último Uchiha mostraría una pizca de vulnerabilidad ante ella. Finalmente cedió ante el peso extra y cayó de rodillas al suelo con él; lo recostó suavemente. Una parte de ella le pedía que lo dejara allí, malherido y moribundo mientras que la otra ─quizá su instinto médico, porque no había más dentro de ella que una especie de responsabilidad al ver herido a un ser humano─ se planteaba curarlo.
¡No podía creerlo! Estalló en lágrimas. Realmente no podía, ¡se estaba planteando ayudar a quien había asesinado a su mejor amigo! Seguía viendo en él a la persona que hacía mucho se había consumido en el odio y la venganza; quizá seguía teniendo emociones por él… Sakura estaba demasiado inestable como para sondear en su interior por la respuesta. Golpeó el pecho de Sasuke mientras gritaba completamente fuera de sí.
En el cielo, las nubes de color metálico reflejaban el apesadumbrado estado de ánimo de la kunoichi que lloraba intentando limpiar todo su impío ser, sus manos ensangrentadas se habían movido contra su voluntad. Su razón había caído en la desgracia mientras sus pensamientos se condensaban en una masa uniforme de la que no podía separar nada y antes de darse cuenta había curado a Sasuke, la falta de chackra en su frágil cuerpo la despertó de su letárgico trance.
Se levantó con dificultad, las lágrimas bañando su rostro y los sollozos escapando de sus labios; caminó hacia el cuerpo de su mejor amigo, aquel caparazón vació que yacía a la mitad del campo de batalla. Sus extremidades, su ser terriblemente desgastado como una tétrica fotografía que jamás se borraría del álbum de su memoria; Sasuke había intentado extraer el Kyuubi magullando el, ya de por sí herido, cuerpo de Naruto provocando que éste perdiera los últimos alientos de vida que le quedaba.
La mirada azul le hizo apartar la suya rápidamente. Aquellos ojos sin vida perseguirían sus sueños hasta la eternidad.
Sus latidos marcando el doloroso paso del tiempo; reticentes y crudos, se empeñaban en recordarle que a centímetros suyos había un corazón que no latía. El silencio alimentado por la tragedia a su alrededor… el insistente ‘pum’ del reloj resonaba entre el eco de la soledad.
Siguió sin notar la mirada escarlata posada en ella.
Intrigado, no lo negaría. Levantó su cabeza del suelo con dificultad apoyándose sobre sus codos… Aquella mirada tan vacía que nunca había sido típica de ella, que nunca tendría nada que ver con alguno de los hipócritas ninjas de esa aldea… ¡Sólo le correspondía a él sentirse de esa manera! ¡Sólo Sasuke tenía el derecho a dejarse arrastrar por el olvido de la soledad y la desesperanza! ¡Sólo él podía vivir esa vida! ¡A NADIE MÁS HABÍAN TRAICIONADO!
Cuando notó las lágrimas de su compañera de equipo y la forma tan familiar con la que se tomaba los cabellos con desespero y fuerza, sus gritos siendo silenciados por los terribles y lastimeros gemidos que salían de sus labios, no pudo evitar sentir que ya lo había vivido… Quizá sólo era la forma más cruel que había encontrado el destino de recordarle aquel día.
‘¿Quién era él para hablar de crueldad, qué derechos creía que poseía?’
Sakura sintió la fuerza de las mil agujas chirriantes perforar su espalda, apesadumbrada bajó la mirada a su pecho mientras llevaba sus manos ahí. Su sangre manchaba las pálidas y trémulas manos, su zozobra aumentaba con rapidez al tiempo en que se giraba para dirigir una última mirada a Sasuke, su ex-compañero de equipo.
Sus ojos escarlata se encontraban bañados por el atardecer, como supuso que estarían los suyos. Lucían tan apocalípticos como seguramente se vería una luna carmesí alumbrando desde lo alto. Las manos de Sasuke seguían en su espada sosteniendo con fuerza a Chokuto, Sakura sintió como la sangre se le venía a los labios; toda su desesperación cesó en ese momento.
─Ojalá hubiera tenido el poder para detenerte, Sasuke. ─Susurró a menos de media voz, llenando todo el campo de batalla. El moreno se sorprendió al escuchar aquellas palabras aunque su arrogancia lo obligó a esbozar una cruel sonrisa…
─N-No por m-mí ─continuó ella dificultosamente─, p-por N-Naruto.
Sasuke deslizó su espada hacia atrás, todos su huesos chasqueando de dolor. Su cuerpo cayó hacia atrás al sentir el peso de Sakura sobre el suyo. Apartó unos mechones rosados de su rostro mientras aquellos ojos verdes lo miraban fijamente, posó sus labios en su frente y suspiró.
Ella sonrió, al menos aquel ladrón de almas no había sido del todo descarado. Al menos esperarían juntos a que la muerte se posara sobre ellos; al menos Naruto no estaría mucho tiempo solo, al menos la guerra había terminado con la muerte del líder de Akatsuki, del shinobi traidor y de los héroes de Konoha. Al menos el último Neo-Sannin había regresado a casa…
Observó como Sakura cerraba los ojos con aquella tranquilidad plasmada en su rostro, supo que habría un buen lugar esperándola donde la redención le alcanzara unánime y conciliadora; mientras que él batallaría una eternidad para saldar sus deudas y su único pecado: no haber podido amarla como debía.
Porque en su egoísmo no aceptó que viviera sin él, porque su veneno la corrompió y le arrancó la vida escudándose tras las manos de Sasuke.
Porque su alma jamás hallaría el perdón.
Para cuando los ANBU llegaron, la noche había cubierto con su manto los cuatro cadáveres. El líder de Akatsuki, que no sobrevivió a Naruto, el ninja más escandaloso que no sobrevivió a su mejor amigo, la ninja médico que no sobrevivió al amor de su vida y Sasuke, quién sabría que no sobreviviría.
Entre aquellas oscuras entrañas una mariposa blanca sobrevolaba apresurada intentando alcanzar a otras dos que le esperaban más arriba; tratando de escapar de la oscuridad...