New Worlds

Nov 02, 2014 23:54

Estoy intentando encontrarme con las cosas que he dejado de lado por culpa de mi falta de organización de tiempo. Mi trabajo no es muy pesado, pero por andar corriendo con todo, solo le saco tiempo a eso y a twitter; por eso decidí hacer el deber de escribir una entrada al LJ para que no me lo cierren y saber hasta dónde me llega la inspiración.



Últimamente mi timeline en twitter se ha llenado de discusiones sobre feminismo y la igualdad entre hombres y mujeres. Me encanta que se generen esos espacios para hablar de cosas importantes (aunque nunca falta el imbécil que cree que todo es un ataque), sobretodo porque permite conocer otros puntos de vista, con los que se puede estar de acuerdo o no.
Aunque los temas recurrente en estas discusiones son los del trabajo (sobretodo las diferencias de sueldo y de oportunidades) y la libertad sexual, el que más me llama la atención es el de la seguridad, sobretodo porque no lo había visto desde la perspectiva de género. Básicamente a las mujeres nos toca defendernos como bien podamos de todo lo que se nos cruce en el camino, porque cualquier agresión es considerada normal o simplemente nosotras la causamos.

El ejemplo clásico es cuando a una mujer le dicen piropos en la calle. Al igual que las personas que se suben a los buses a cantar, creen que porque tenemos oídos nuestra obligación es escucharlos. No niego que algunas personas procuran ser muy amables con sus comentarios, pero son la minoría. La mayoría de piropos son lascivos e insultantes, y aunque crean que nos halagan la verdad lo único que producen es miedo (¿Será que este tipo hace algo más? ¿Se subirá al mismo bus que yo? ¿Se enojará si no le contesto?), nuestra respuesta estará condicionada por lo que creemos que el otro va a hacer y si existe alguien en el mundo que este dispuesto ayudar si algo malo pasa. (Aunque esta última parte suena a damisela en peligro, lo cierto es que muchas agresiones se podrían evitar si las personas que pasan al lado de un evento de estos no fuesen indiferentes a lo que les pasa a los demás).

Supongo que en parte saco esta discusión porque últimamente me he sentido sola, aunque tengo que admitir que ha sido por elección propia (y de esa elección acepto las consecuencias y las maravillosas ventajas), pero supongo que la soledad también genera una sensación de inseguridad, de pensar cualquier cosa dos veces, de sentir que sea lo que sea que hagas, estará incompleto, porque no hay nadie que te diga que lo hiciste bien. Dicho esto, me parece que no debemos permitir que las mujeres nos sintamos solas e inseguras en ningún aspecto; no es justo tener miedo de subirse a un bus porque sabemos que a nadie le va a importar si algo nos pasa y es aún peor que no podamos sentir que podemos lograr lo que sea porque sabemos también que son pocos los que creen en nosotras.

Lo que necesitamos conseguir es la seguridad que nos daría saber que no nos van a negar un empleo porque un jefe cree que tiene derecho a decirnos que no servimos porque (según él) tres días al mes vamos a estar histéricas, o porque a la jefa de turno le dio por creer que lo único que quiere otra mujer es quitarle el puesto (Ese es el problema más triste de la inseguridad que sentimos las mujeres, creemos que la envidia y la pelea entre mujeres está justificada, porque las otras son todas unas zorras que nos quieren quitar lo que hemos ganado).

Necesitamos espacios para creer y crecer. Necesitamos saber que podemos arriesgarnos y que no nos juzgaran por eso, pero sobretodo, necesitamos saber que podemos tomar nuestras propias decisiones sin que estas sean medidas por un estándar de lo que se espera de nosotras.

Necesitamos creer en nosotras mismas.

Ps: Finalmente, unas foticos para que la entrada no sea tan deprimente



tenia que decirlo, laaaargo

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