Destino Incierto (Btvs) Cuarta Parte

May 30, 2006 03:21

Me siento:
enfermita, me duele mi pobre oído.

Escucho: Supreme. Robbie Williams

ACTUALIZACION. Cuarta Parte subida ^^



Título: Destino Incierto
Autor: Foolforspike
Fandom: Btvs
Resumen: Después de la muerte de Fred, Spike se comienza a replantear su real situación en W&H y los sentimientos que lo une hacia Buffy. Mientras tanto el Nuevo Consejo se ha reorganizado, y la cazadora trabaja para ellos. Hasta que es descubierto una alteración en las energías y el balance, que podría traer el fin del mundo. Y duras decisiones tendrán que comenzar a tomar todos si quieren sobrevivir.
Tiempo: Se situa en la quinta temporada de Ángel despues del capitulo 15 "A hole in the world". De ahí en adelante me tomare todas las libertades creativas
Reviews: Aca mismo.
Género: Romance/Angst
Pairing: Spike/Buffy
Advertencia: Muerte de varios personajes
Rating: R
Disclaimer: Los personajes no son míos pertenecen a Joss Whedon, Mutant Enemy, la W.B, UPN y FOX, solo los uso para contar esta historia. La cual si me pertenece, y por la que no persigo ningún fin comercial.
Nota de Autor: El fic esta en WIP, en total seran alrededor de 26 capitulos más un epilogo. En la actualidad me sigo peleando con el 22 todavia y espero poder tenerlo terminado muy pronto. Espero que lo disfruten como yo lo hice escribiéndolo, y aún pese a las demoras y las migraciones de ideas lo sigo haciendo.


DESTINO INCIERTO

Cuarta Parte

Tres días después

Interior. Departamento de Giles. Mañana.
Londres Inglaterra

Buffy desciende por la escalera observando con curiosidad todo a su alrededor. Se acerca a la biblioteca y mira los libros que allí había. Una sonrisa se dibuja en su rostro. Toma uno entre sus manos y se lo pone a hojear, por un instante su mente se pierde en los recuerdos como si fuera transportada a una parte de su pasado. Donde el departamento no existiera. Donde ella es sólo una jovencita de diecisiete años, y estuviera investigando en esos antiguos libros que Giles tanto amaba. Sentada en la vieja biblioteca de Sunnydale. La voz de su vigilante la devuelve a la realidad.

-Ya te levantaste Buffy. -dice Giles entrando con una taza de té entre sus manos.

-¡Ah!...., ¡Hola Giles! Si, pero aún tengo los horarios cambiados. ¡Puedo con ello! -dice devolviendo el libro a la estantería-. ¿Cómo estas?

-¡Eh!, ¿yo? ¡Bien, bien, bien! -exclama sentándose en el sofá, mientras da un gran sorbo a su taza y mirándola-. Quería hablar contigo un momento Buffy.

-Aquí estoy, presente y todo. ¡Soy toda oídos! -dice acercándose hacia él-. ¡Estoy lista! -exclama mientras se sienta a horcajadas en un extremo del posabrazos.

-Lo sé. -se queda mudo de repente, bebiendo de a tragos su taza de té.

-¡Hey Giles! -dice Buffy mirando a su vigilante-. ¡Tierra llamando a Giles! -este sale de sus meditaciones y le sonríe. Buffy lo mira ladeando la cabeza-. ¿De qué querías hablarme?

-¡Bueno!, ¡eh!, yo estaba esperando a que te aclimataras un poco a la vida en Londres. ¡Ehm!...., ah…., si, si puedes me gustaría que fuéramos a ver el Nuevo Consejo…. -observándola-. Claro que supondrás, no, no es como el antiguo, pero hay ciertas reglas… -Buffy levanta una ceja- este, hay ciertas cosas que no podemos dejar de considerar. -Giles se saca los anteojos molesto-. ¡Por Dios Buffy! ¡Tú más que nadie eres conciente que se necesita un poco de orden y disciplina!

-¡Lo sé Giles! Pero nunca he sido muy buena con las reglas. ¡Me gusta improvisar! Seguir la corriente -dice Buffy meciendo su cuerpo de un lado a otro-. Y el consejo y yo, bueno, no es que seamos justamente uña y carne. -dice haciendo gestos negativos con su cara.

-Ahora es diferente.

-Veremos hasta cuanto dura esa diferencia. -y con un suspiro-. ¡Pero está bien, iré a ver! Después de todo para eso vinimos. ¿No?

-¡Si, si claro por supuesto! -dice Giles y levantando su cara para observarla más detenidamente-. Recuerdo que me querías preguntar algo, últimamente mi memoria no es tan buena. -sobándose la frente-. Pero era algo referido a un sueño, si no me equivoco.

El rostro de Buffy se congeló de repente, sus ojos se agrandaron y desvío instintivamente la mirada de su vigilante.

-¡Yo no es nada! -moviéndose inquieta en su asiento-. Yo, será mejor que me vaya. Necesito cambiarme. Este, uhm…., si queremos ir al Consejo. -dice Buffy tartamudeando.

-¡Buffy! ¿Qué pasa? -dice Giles mirándola preocupado-. Sabes de la importancia de estos sueños. ¡No tengo que decirte lo trascendental que es para una cazadora estar unida a esta clase de visiones! -dejando su taza en la mesita-. Es una conexión con tu poder. Una especie de vínculo con las demás cazadora….., con su esencia.

-¡No me dices nada que no sepa Giles! -lo corta Buffy sombriamente y observándolo-. Sólo fue un sueño nada más que eso. No quiero hablar de ello.

-¿Por qué? Parecías preocupada la última vez que lo mencionaste. ¡Y ahora mírate rehuyes hablar del tema! ¿Por qué Buffy? ¿Qué es lo que me estás escondiendo? -Ella desvía la mirada, se para cruzando los brazos a la defensiva. Giles no ha dejado de observar ningún movimiento de su cazadora-. ¡Sabes que puedes contar conmigo! Sea lo que fuere que te atormenta. -suspirando-. ¡Buffy!.... -dudando-. Para, para mí has sido como una especie de hija, yo…

Los ojos de Buffy se nublan de repente, sus labios tiemblan intentando contener las lágrimas y con una voz entrecortada dice:

-Spike.

-¿Qué? -dice Giles alarmado levantando la vista hacia Buffy

-Soñé con él Giles. ¡Oh Dios! -exclama levantando sus ojos-. ¡Era todo tan extraño! Yo, no sé muy bien…… -lo mira, inclina la cabeza y la desvía de su mirada-. Soñé que volvía. Se, ¡Oh por Dios!... se que suena loco…. -refregándose las manos-. Pero, parecía tan real. Y me dijo unas cosas que…. -se queda callada de repente.

Giles tiene la mirada perdida y su rostro se ha ensombrecido. Se levanta de su asiento dirigiéndose a una esquina de la habitación. El silencio entre los dos es palpable como el acero. El hombre juguetea con un adorno de la repisa y con una voz profunda y cansada pregunta:

-¿Qué te dijo? -pregunta sin dejar de mover el cañoncito entre sus dedos

-No lo recuerdo muy bien. -dice Buffy. Giles gira su cabeza mirándola por encima del hombro-. ¡Lo juro! -dice ella-. Pero, era como una promesa. -moviendo la cabeza-. No puedo explicarlo bien, pero así lo sentí. ¡Que él volvería!

-¡Eso es imposible! -dice Giles de espaldas-. El murió. -dejando el adorno se da vuelta y la observa-. Igual, déjame investigar. Nunca está demás saber. -acercándose hacia Buffy-. No creo que signifique nada, pero, pero lo revisaré. ¡Te lo prometo!.

-Gracias. -dice Buffy con una sonrisa triste-. Tal vez sólo fue eso, un sueño.

-¿Por qué con él? -interroga Giles clavándole sus ojos en las pupilas de Buffy

-No lo sé. -dice sosteniéndole la mirada a duras penas.

-Si bueno, será mejor que me vaya. Hablaremos más tarde Buffy. ¡No te preocupes todo se resolverá! -comenta Giles con una media sonrisa en su rostro.

-¿Siempre serás así? -pregunta Buffy con una sonrisa.

-¿Qué?

-Tan optimista. ¡Me gusta! Quiero eso.

-Es sólo pensamiento positivo. Y un poco de frío confort Ingles. -dice Giles y dándole un beso en la frente-. No te preocupes. Me encargaré de todo.

-¡Gracias Giles! ¿Qué haría sin ti?

Giles la mira pero nada dice. Agarrando su abrigo y el maletín abandona la habitación. Buffy se asoma por la ventana y lo ve irse. Cuando está a punto de subirse al auto, observa a la joven asomada en la ventana y la saluda despidiéndose. Una vez adentro del auto, su rostro se ensombrece por completo y una profunda arruga domina toda su frente. Buffy lo observa perderse en la distancia y con un suspiro baja la cortina.

******************

Interior. Harrow Hotel. Tarde
Londres Inglaterra

Spike se encuentra recostado contra la pared, en una habitación de un hotel de los suburbios de Londres, fumando distraídamente un cigarrillo. Levanta la vista, eran más de las cinco de la tarde, por una incomprensible razón no había podido dormir casi nada en los últimos días. El ruido de la calle le llegaba nítido a sus oídos. Afuera la ciudad bullía con su vida. Escucha los ruidos de pisadas, de voces y sus risas, de autos que se perdían por las calles, parecía un mundo tan lejano y ajeno al suyo. Un pequeño rayo de sol se filtraba por una hendidura de la persiana. Lo observa hipnotizado romper con las sombras que cubrían su habitación. Aspiró una gran bocanada de humo.

Habían pasado tres días desde su llegada. No sabía por que, pero trato de evitar cuanto le fuera posible el encuentro. Había pasado mucho tiempo y las heridas recién comenzaban a cicatrizar. Miró el papel que sostenía en la mano, y con un suspiro lo guardo dentro de su cazadora. Tendría que esperar hasta la noche para poder salir. Aplastó la colilla contra el piso y se quedó pensando. Observó la habitación con indiferencia. Era pequeña, con una cama en el centro una silla ubicada en una esquina, la mesa de luz y un armario eran los únicos mobiliarios. En un costado de la misma se alzaba la puerta del baño.

Se levantó, quitándose la cazadora se recostó con los brazos detrás de su cabeza en la cama. Estuvo por un tiempo en esa posición. Todavía no podía explicarse porque seguía permaneciendo en Londres. Sentía que había algo que lo estaba reteniendo. Miró en dirección a la mesa de luz, el pasaje de avión hacia Roma descansaba tranquilo sobre ella. Debía irse dentro de dos días, pero… ¿por qué dudaba? ¿No era eso lo qué quería? ¡Encontrarla! Verla aunque fuera una vez más. Pero por una desconocida razón estuvo posponiéndolo todo estos últimos días.

El sol que se filtraba por la persiana era cada vez menor. Estaba atardeciendo, en poco tiempo, él se encontraría con su pasado. Por eso había venido primeramente aquí. Esa era su razón. Se lo debía. Ella lo estaría esperando en el viejo sector del cementerio. Sus ojos se nublaron, hoy cerraría viejas heridas. Saldaría su deuda. ¡Se lo debía a Ella! Cerró los ojos y espero la llegada de la noche. Afuera el murmullo de la gente comenzó a descender.

***************

Interior. Departamento Giles. Tarde
Londres Inglaterra

Giles se encontraba hablando por teléfono cuando Buffy entra donde el estaba. Dirigiéndose hacia la heladera la abre y se sirve un vaso con jugo. Giles se encontraba de espaldas a ella, hablando con un hombre, que por el tono de su voz parecía algo serio. Mezclaba indistintamente frases en ingles con alguna que otra palabra en italiano. Lo que causaba la sonrisa en el rostro de Buffy. El vigilante después de un tiempo cuelga el teléfono con un suspiro.

-¿Qué pasa problemas? -pregunta Buffy a sus espaldas.

-¡Ah, no, no! -dice Giles dándose vuelta-. -Era Stefano. -moviendo la cabeza hacia un costado-. El, se encargará del grupo en Roma durante tu ausencia.

-¡Ah!, mi reemplazo. Le deseo buena suerte. -dice Buffy bebiendo de su vaso-. La va a necesitar.

-Si, bueno. ¡Buffy!…..

-Si, dime Giles. -dice esta mirándolo

-Estaba pensando…, en eso de tu sueño. -acercándose hacia la joven-. ¡Eh!, uh, no sé si sea conveniente. Pero creo que lo mejor será revisar esos papeles que te dio Ángel.

-Los de W&H. ¿Te parece? No es que no quiera saber. Pero, ¿no se suponen que son malos?. Una firma de abogados demoníaca o algo por el estilo. -apretando el vaso entre sus manos-. Aún no entiendo que hace Ángel con ellos.

-Nada bueno de seguro. -responde Giles molesto. Deteniéndose ante la cara seria de Buffy

-¿No sé? No es su estilo. -mirándolo-. El de Ángel. Pero como tú digas Giles. Estoy tan cansada. -y con un tono de voz triste-. ¡Esto es más de lo que puedo soportar!

El vigilante estaba a punto de contestarle, cuando un fuerte timbrazo los sorprendió a ambos. Giles se dirige a abrir la puerta. La abre y ante su sorpresa un hombre joven, visiblemente tostado se recuesta indolente sobre un costado del dintel de la misma.

-¡Xander! ¡Qué alegría! -exclama Giles abrazando fuertemente al joven entre sus brazos.

-¡Vaya!, ¡vaya! Esto no me lo esperaba. -dice Xander mirándolo-. Yo también me alegro de verte. -y soltándose del abrazo-. ¿Está Buffy?

-Si, si, aquí está pasa. -le dice Giles abriéndole camino-. ¿Y cómo estuvo tu viaje? -le pregunta luego de que hubiera entrado, cerrando la puerta tras de él.

-Bien no me quejo. -y viendo que Buffy se asoma al escuchar las voces familiares. Sonríe al verla y corre a sus brazos. Esta lo abraza, apoyando su cabeza sobre los hombros-¡Ey, Buff! ¡Aire! -pide Xander con un hilo de voz-. ¡Respirar! Todavía no perdí la costumbre.

-¡Oh, lo siento! Lo siento. Me alegro tanto de verte. -le dice Buffy indicándole un asiento delante de ella-. ¡Ven cuéntame!

-No quisiera interrumpir el momento. -los corta Giles sin dejar de observarlos-. Pero, em… Xander ¿me trajiste esos papeles?

-¿Papeles? ¿Papeles? ¡Oh, sip papeles! -y buscando en su bolso que cruzaba por su pecho, saca una carpeta que extiende al vigilante-. Espero que te sirvan. Me costó bastante conseguirlo. -comenta mientras deja la bolsa a su lado-. ¡Esos contactos tuyos si que son extraños! -y mirándolo-. ¿Sabias que tenían dos bocas?

-Bueno es una orden muy antigua. -dice Giles observando los papeles.

-Explícame eso, cuando traten de hablarte al mismo tiempo en dos idiomas diferente.

-Tienes que concentrarte. Focalizar.

-¡Yeap! -exclama Xander señalándolo con la mano. Focalicé. ¡Focalicé todo el tiempo no estar ahí! -y moviendo la cabeza negativamente-. ¿Porque no soy yo, el sujeto que está en una playa desierta con chicas en pequeños bikinis a mi alrededor? ¡Y todas para mí! -suspira sonriendo.

-¿Tienes el look? -dice Buffy mirándolo. Y ante la mirada desconcertada de Xander agrega-. Ya sabes…., tostado, parche en el ojo. ¡ Jack Sparow!

-¡Hey!, me gusta como suena eso. ¡Gracias Buffster! -y balanceando su cuerpo mientras mueve los brazos delante de su cara-. ¡Creo que lo estoy consiguiendo! Aunque un poco de ron ayudaría un poco.

-¡Nada de Ron! -interrumpe con tono seco Giles la conversación. Y mirándolos-. Los dejaré para que puedan seguir hablando. Yo, este… em, iré a revisar todo esto. -dice mostrando la carpeta con papeles y volviéndose-. ¡Me alegro de que hayas vuelto! -le dice a Xander.

-Yo también. -contesta y observando a Buffy-. ¿Cómo estás?

-Bien, ya sabes. -frunciendo sus labios-. Las cosas han estado mejores, y peores, y peores de nuevo, pero ahora estamos en la parte de bien. -dice Buffy con una sonrisa.

-Es una cuesta, disfruta de cuando estés arriba. -su mirada se entristece de repente-. ¿Y la pequeña Dawnie?

-Salió con Andrew. Digamos que no hay mucha interacción hermana-hermana últimamente. -aclara Buffy con un gesto de resignación en su voz

-¡Y esa es la bajada! -exclama Xander. Buffy asiente con la cabeza

-Entre otras cosa, se podría decir que sí. ¡Definitivamente! -asiente con la cabeza-. Me alegra que hayas vuelto, es como en los viejos tiempos. -dice Buffy mientras le acaricia las manos entre las suyas.

-¡Yeah!, aunque en una versión más tostada. Y de visión unidireccional. -dice Xander haciendo una mueca-. Aunque supongo que a las chicas les gusta. ¡Ya sabes! Tipo rudo. Look bad boy.

-¡Eres un buen chico Xander! ¡Nunca serás de ese tipo lo sabias! -dice Buffy sonriéndole.

-Será por eso que nunca pasamos de amigos ¿no Buff? -dice con un tono extraño en su voz. Buffy baja la mirada, y la desvía de su amigo. Quitando sus manos de repente. Este la mira sorprendido y dice-. ¡No es que me esté quejando! Bueno, tal vez un poco…. -y asiendo un silencio-. Yo pensé, que con todo lo que paso, bueno, no sé….. tal vez…..

Buffy se levanta de su asiento, se para nerviosa y hablando rápido le dice

-Me tengo que ir. Yo, yo ¡lo siento! -mira en otra dirección-. De verdad. -hace un silencio-. Me alegra verte….

-Necesitamos hablar Buffy.

-No. -dice Buffy cortante y se marcha a su habitación

Xander se queda sentando con la cabeza gacha pensando. Lanza un suspiro y mirando la sala dice para si mismo.

-¡Genial! Nuevo record en asustar a una chica. -y apretando sus manos-. ¿Seguro que tendrías algo irónico que decir, no Anya? -moviendo la cabeza-. ¡Estúpido! ¡estúpido Xander!

***************

Interior. Viejo Cementerio. Noche
Londres Inglaterra

La solitaria figura recorría el viejo cementerio observando todo con la distancia del tiempo. Detrás de una arboleda de cipreses se levantaba la parte más antigua del camposanto. La luna nueva iluminaba un claro del camino. El sendero de piedra serpenteaba como un río entre las tumbas y los mausoleos que se extendían en la distancia. Todo se veía más abandonado y descuidado en esa parte, hacia tiempo que nadie transitaba por ahí.

Se detuvo de repente, un rayo de luna ilumino su figura. Dudó un instante, volvió su vista hacia atrás y suspiro bebiendo la noche que lo cubría. Era tarde para volverse. ¡Debía hacerlo! Se apoyó contra un nudoso árbol que se levantaba en un recodo del camino, agachó la mirada, esto iba a ser más difícil de lo que imaginaba. Encendiendo un cigarrillo. Se quedó pensando en todo lo que había sido su vida. Sus ojos se cerraron pesadamente, fumaba de a ratos perdiendo su mente en el pasado que se hacía más palpable a medida que la noche avanzaba. Con una profunda exhalación dio la última bocana a su cigarrillo, tirando la colilla entre las piedras. Está chisporroteó por unos segundos, hasta apagarse lentamente. Volvió su mirada hacía un sector del cementerio, y con paso firme se dirigió hacia él.

La figura se detuvo de repente ante la tumba que se alzaba en el centro de una hondonada. La silueta de un ángel se recorto contra su sombra, que se extendía cubriéndola por completo. Se agachó y pasando sus dedos por sobre la lápida, con una voz profunda, y cálida dijo:

-Hola madre.

Se quedó en silencio, por un largo tiempo. Con sus manos despejó las hojas que cubrían por parte la tumba. Acarició el nombre amado allí grabado. Anne. Y cada letra del mismo era un recuerdo que mordía en su corazón. Con una sonrisa depositó el ramillete de rosas rojas que había traído.

-Para mi Lady. -logró articular después de un tiempo. Mientras una gruesa lágrima descendía sobre su rostro-. Han pasado muchos años madre. -dijo y con una sonrisa triste en su rostro-. Pero ahora todo está bien ¿no? Estamos en paz tú y yo -sus dedos volvieron a rozar la lápida. Una sonrisa de paz surcó su rostro. Ladeo la cabeza y se la quedó mirando por un rato. Cerró los ojos y con un rezo silencioso surgido de lo más profundo de su corazón, se despidió de ella. Un viento helado descendió con la noche, haciendo volar su abrigo. Que como alas cubrían a la solitaria figura arrodillada sobre la tumba.

Unos murmullos provenientes de un extremo lejano del cementerio llamaron su atención. Se paró de repente, y olfateó el aire. Había un aroma conocido entre esas voces que comenzaban a acercarse hacia donde él estaba. Miro a su alrededor, las viejas criptas de hace dos siglos los observaban con sus ojos de otro mundo. La niebla se condensaba más espesa en esa parte del viejo cementerio. Una ráfaga de viento más helado golpeó su cuerpo. Las voces casi estaban sobre él. Miró hacia un extremo del camino y con paso firme se perdió entre las sombras.

Un grupo de ocho jóvenes, seguida por dos hombres se adueñaron del lugar. Se veían ansiosas y un poco fastidiadas. Se detuvieron de repente en un claro del cementerio. Dos de ellas se sentaron displicentemente sobre una lápida. El resto formó un semicírculo esperando a los hombres. El más joven y con un fuerte acento escocés se acercó primero. Cargaba en sus brazos un pesado libro, que depositó en medio del grupo. Detrás de él más viejo de ellos, llegó jadeando.

-¡Bueno ya llegamos! -dijo Giles resoplando una vez que estuvo reunido con el grupo, y tomando se segundo aire-. Ya no estoy para estas cosas. -y mirándolo a todos-. ¡Ewan, puedes comenzar! -dice resoplando mientras se tocaba la cintura.

-¡Giles! -murmuró una voz entre las sombras. Spike se ocultó detrás de una cripta observándolo todo.

El hombre llamado Ewan, se sentó en el piso. Abriendo el libro en un sector ya marcado, extrajo una bolsa con una mezcla de hierbas que esparció sobre el suelo formando un círculo. A continuación prendió una vela y moviendo una piedra negra, recitó unas frases en un lenguaje antiguo y extraño. Un denso humo verde azulado comenzó a fórmense dentro del circulo. Cuando este se desvaneció, un demonio Gorlak, estaba frente a ellos.

Las chicas dieron un paso atrás instintivamente. Algunas movían sus armas de un lado a otro de su cuerpo. Formando un semicírculo en torno al demonio.

-¡Cuiden los flancos! -dijo Ewan levantándose y tomando el libro se retiró hacia donde estaba el otro vigilante.

-¡Brenda, acércate hacia Lisa! -grito Giles. Viendo como el demonio abandonaba el círculo de fuego que lo había conjurado-. ¡Recuerden su entrenamiento! Y traten de destruir su centro de poder.

-¿Cuál centro de poder? -pregunto una chica, viendo venir al demonio encima de ellas.

Giles revoleó los ojos. Y mirando al otro vigilante dijo:

-¿Y ella es tu mejor cazadora? -el otro asintió con una mueca divertida-. ¡Oh Jesús misericordioso! -dijo Giles elevando sus ojos al cielo.

El demonio Gorlak, atacó a tres de las chicas que se encontraban a su izquierda, lanzando a una de ellas contra un árbol. Las otras dos lo golpearon dándole unas patadas voladoras, que este repelió con un movimiento de sus brazos. Las espadas volaron por el aire.

-¡No retrocedan! -grito Ewan. -¡Lisa recoge tu espada!

Las jóvenes atacaban en turno, dando espadazos y patadas que parecían no causarle ningún efecto al demonio. Que solo lograba enfurecerse más.

-Su centro de poder. -volvió a decir Giles-. ¿Recuerdan lo que vimos? ¿Margarert?

La chica llamada Margaret, se dio vuelta molesta.

-¿No, no lo recuerdo? -dijo mientras le dio un espadazo en uno de los brazos.

-Su cuerno, ¡Por Dios! -gritó molesto Giles.

Una de las jóvenes le propinó un puñetazo en la cara. Otras tres se le tiraron encima sosteniendo su cuerpo contra el piso impidiéndole cualquier defensa. Al tiempo que Margaret le arrancaba el cuerno de un sólo tirón.

Una extraña luz se apoderó del cuerpo del Gorlak, deshaciéndose en un líquido viscoso entre sus manos.

-Ewww. -exhalaron a coro el grupo de jóvenes

-¡Eso estuvo horrible! ¡Y ustedes se llaman cazadoras! -dijo Giles molesto mientras se sacaba los anteojos-. Recuerden su entrenamiento. ¡Instinto!... ¡Eso es lo que tienen que tener si quieren seguir vivas! -y moviendo la cabeza molesto-. ¡Olvídenlo!

-Hacemos lo mejor que podemos. -dijo la chica llamada Brenda. Las otras la apoyaron con un murmullo-. Además somos nosotras las que exponemos nuestro trasero. -dijo cruzándose de brazo. -¡Tú, lo que único que has hecho es gritarnos todo el tiempo!

-¡Y por lo visto no es suficiente! -exclamo Giles y mirándola a los ojos-. Una cazadora debería saber eso-. Y volviéndose hacia Ewan-. ¡Vamonos!

Spike, estuvo observando toda la escena a una cierta distancia. Podía oler el poder en ese grupo de niñas, el poder de la cazadora. Pero mientras se había divertido viéndolas luchar, se daba cuenta de lo indefensas que estaban si querían sobrevivir. No todas correrían con la misma suerte. Escuchar la voz de Giles, lo había hecho esconder de inmediato, algo le decía que no era conveniente aparecerse frente al vigilante. Se quedó hasta que el grupo se perdió en la distancia, y dándose vuelta se hundió entre las sombras.

Cuando estaban saliendo del cementerio. Giles giró la cabeza hacia atrás, un extraño presentimiento se había apoderado de su cuerpo. Por un segundo pensó…. movió su cabeza en reproche como queriendo disipar un viejo fantasma. Retomó su camino uniéndose al grupo que ya descendía por la callejuela.

Continuará

Kisses Fool

autor: foolforspike, fandom: buffy the vampire slayer, pairing: spike/buffy summers

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