Título: To make him happy
Autor:
begok Fandom: Queer as Folk USA
Personaje/Pairing/Grupo: Brian Kinney / Justin Taylor
Rating: PG
Resumen: Algunas veces el pasado irrumpe para hacernos dudar del presente y el futuro
Advertencias: Post 513
Especial de Navidad: Prompt #16
To make him happy
Busca en la caja, ojeando los cuadernos que hay en ella en busca de uno que tenga páginas libres porque Gus quiere pintar con Justin. Un sobre al fondo, medio arrugado y sucio, llama su atención. Cuando lee el nombre del remitente, siente ganas de vomitar.
Ian…
Saca la hoja que hay en su interior y lee la carta, sintiendo un nudo en el estómago a medida que avanza.
Amado Justin:
No dejo de sonreír recordando la maravillosa noche que pasamos. Adoro hacer el amor contigo bajo la luz de las estrellas y poder susurrarte cuánto te quiero, como hago cada mañana al despertarme y cada noche antes de dormirme.
Quiero compartir mi vida contigo, hacerte sonreír cada día porque tu sonrisa ilumina mi día y me inspira porque eres mi musa. Quiero hacerte disfrutar de los pequeños placeres de la vida como un picnic en el parque, una rosa en la almohada y un compromiso que te haga sentir amado.
Voy a dedicar el resto de mi vida a adorarte para que sigas inspirándome como lo haces ahora.
Te quiero,
Ethan.
No sabe cuánto tiempo lleva en el estudio de Justin cuando su compañero asoma la cabeza por la puerta, con una enorme sonrisa en los labios.
- ¿Te has perdido? Gus está esperando -la sonrisa desaparece cuando Justin ve el rostro serio de Brian-. ¿Qué es eso?
Con paso rápido, Justin se acerca y se detiene apenas a un par de pasos de Brian cuando éste le enseña el sobre y luego le tiende la carta, que Justin lee por encima. La cara del artista no refleja ni sorpresa ni culpa, solo confusión.
- No sabía que estaba ahí -la voz de Justin es firme.
- Lo sé -en ese momento es consciente de que su malestar no es porque Justin conserve esa carta.
- ¿Qué pasa entonces?
Brian suspira y se pasa la mano por el pelo, exasperado porque no sabe cómo expresar cómo se siente.
- Brian…
- Siempre has querido esto -mueve la carta frente a su cara.
Permanece de pie mientras Justin le observa con la cabeza ladeada. Parece evaluar cómo llevar esa conversación.
- ¿Papá? -Gus asoma la cabeza, con los ojos brillantes de ilusión y una sonrisa-. ¿Has encontrado un cuaderno que pueda usar?
De repente recuerda por qué está en el estudio de Justin y coge uno de los cuadernos que ha dejado a un lado porque tenía muchas hojas sin usar. Antes de que se lo pueda dar a Gus, Justin se la arrebata de las manos y pasa rápidamente las páginas hasta detenerse en una, que arranca y deja sobre la mesa.
- Empieza con ésta, cariño. Buscaré más y mañana sin falta vamos a la tienda de Pittsburgh.
- Genial, Sun.
Gus desaparece en menos de un segundo, feliz por tener algo en lo que seguir dibujando ahora que está inspirado.
- Casi la lías… -Justin le enseña la hoja que ha arrancado del cuaderno en la que hay un dibujo de Brian haciéndole una mamada.
- Eres un pervertido, Sunshine -no puede evitar sonreír ante la mirada traviesa de Justin.
- ¿Qué puedo decir? Me inspiras.
Durante un par de minutos permanecen de pie el uno frente al otro, mirándose sin sonreír. Brian sigue sintiendo como si le estuvieran oprimiendo el estómago y Justin tiene miedo de que Brian esté a punto de tener una visita de sus fantasmas.
- Habla conmigo, Brian.
Apoya la cadera en la mesa y suspira, dispuesto a enfrentarse a las preguntas de Justin, que no va a dejarle ir sin hacer que se abra en canal para él.
- Conmigo no tienes estas cosas, Justin -mira la carta antes de dejarla sobre la mesa-. Cosas que siempre has querido y yo no te doy.
- ¿Por ejemplo? -Justin se ha acercado a él, puede notar el calor de su cuerpo a través de la ropa.
- Hacer el amor bajo las estrellas.
- Pues yo recuerdo unas cuantas noches en el jardín -Justin parece divertido.
- Son polvos rápidos.
Justin pone sus manos en la cintura de Brian y se acerca hasta que sus pechos se tocan.
- Tenemos dos hijos, pueden pillarnos en cualquier momento, por eso tenemos que ser rápidos. Para hacer el amor necesitamos más de unos minutos -la voz de Justin suena suave- y por eso lo dejamos para el dormitorio.
Permanecen unos segundos en silencio, mirándose. Se siente un poco ridículo porque Justin parece estar muy seguro y muy calmado.
- Picnics.
- ¿Me lo estás diciendo en serio, Bri? -a Justin le cuesta aguantarse la risa.
- No te rías de mí, Justin.
La medio sonrisa de Justin desaparece inmediatamente y le mira con una intensidad que le desmonta.
- No me río. Pero no puedo creer que lo digas en serio. Tenemos una niña de dos años y un preadolescente en casa, además de nuestros trabajos. Y en cuanto a los picnics… Vamos a los partidos de fútbol de Gus y una vez al mes los padres del resto de los jugadores organizan algo, sea una barbacoa, un picnic… Creo que estoy servido con eso. Cuando cenamos solos, prefiero no tener que preocuparme de las hormigas.
- No te digo que te quiero por la mañana y por la noche.
- Tampoco lo necesito. Lo sé.
- Pero no te lo digo tanto como sé que te gustaría.
- Crees que no me lo dices, pero sí lo haces. Puede que no con palabras, pero lo haces.
Brian se revuelve, incómodo porque cree que Justin está diciendo todo eso para hacerle sentir mejor, pero en el fondo tiene la sensación de que se está conformando con menos porque le quiere, aunque no le haga feliz.
- Brian, mírame.
Justin coge su cara entre las manos y le obliga a mirarle. Intenta desviar la mirada después de unos segundos porque le sigue impresionando todos los sentimientos que ve en esos ojos azules cuando se miran, pero su compañero le tiene bien sujeto y no se lo permite. Después de unos segundos, Justin sonríe y afloja la presión.
- Cuando me miras así, no necesito que me lo digas. Lo sé, Brian.
Contiene la respiración cuando Justin se pone de puntillas para situarse a su altura. Entreabre los labios de manera inconsciente cuando su compañero acerca su rostro al suyo. El beso le hace sentir mejor, menos inseguro y jodidamente afortunado por tener a alguien como Justin en su vida.
- ¿Por qué no mencionas el egoísmo de quererme solo porque le inspiraba? ¿O todas las cosas que dice que iba a darme y no me dio, pero que tú me das a manos llenas? -arquea la ceja, sin saber a qué se refiere Justin con eso-. Me has dado la casa de mis sueños y no es que me importe lo más mínimo, sería feliz contigo en un minúsculo apartamento de las afueras. Pero que estuvieras dispuesto a renunciar al loft y a Babylon para dármelo, lo es todo, Bri. Me has dado una familia maravillosa, con dos niños increíbles y un marido capaz de darlo todo, de hacer cualquier cosa por hacerme feliz.
Brian aparta la mirada porque ése es precisamente el problema, que se siente un poco frustrado y decepcionado porque tiene la sensación de que no está haciendo un buen trabajo con la promesa que hizo hace años.
Daría cualquier cosa, haría cualquier cosa, sería cualquier cosa… por hacerle feliz.
- ¿Cuál es el verdadero problema, Brian?.
La voz de Justin es suave, pero firme y segura.
- No te hago feliz.
Cuando Justin sonríe de ese modo, el mundo entero podría desaparecer y Brian no se daría cuenta porque es incapaz de ir más allá de la persona que tiene delante.
- Me haces inmensamente feliz. No podría serlo con nadie más. El peor de los días contigo es un millón de veces mejor que el mejor de los días sin ti.
Esta vez es Brian el que se inclina para atrapar los labios de Justin entre los suyos, introduciendo la lengua en su boca lentamente, tentándole hasta que Justin gime y se aferra a su camiseta con fuerza.
Un carraspeo les interrumpe, obligándoles a mirar hacia la puerta, donde les observa Gus, con una sonrisa en la boca.
- ¿Sun? Necesito que me ayudes con una cosa…
Justin apoya la frente en su barbilla y Brian le escucha suspirar contra su pecho.
- Dame un minuto, cariño. Bajo enseguida.
- Vale -escuchan a Gus alejarse mientras tararea por lo bajo.
Brian acaricia la espalda de Justin y le besa en la frente, consciente por primera vez desde que vio esa maldita carta de que, a pesar de todo, Justin le ha escogido a él y sigue escogiéndole cada día.
Espero que os guste.