Viejos recuerdos [Queer as Folk] - 006
Título: Viejos recuerdos
Autor: begok
Fandom: Queer as Folk USA
Desafío: 006 - Dulce de leche
Pairing o Personaje o Grupo: Brian Kinney / Justin Taylor
Rating: NC-13
Resumen: Cuando acechan los malos recuerdos, a veces tomamos malas decisiones
Advertencias: Situado durante la S3, post 3x08
Feedbacks: Los comentarios son siempre bienvenidos
Tabla: Helados
Viejos recuerdos
En cuanto Justin termina de colocar la compra en la cocina se sienta en el sofá, abrazándose las rodillas, mirando sin ver la televisión y Brian se siente como un auténtico gilipollas. Se pasa la mano por el pelo, intentando encontrar el modo de hacerse perdonar sin tener que ahondar más en el asunto, pero conoce demasiado bien a Justin para pensar que va a salir de ese enredo sin acabar contando más de lo que está dispuesto a contar.
Es su primera pelea desde que Justin volvió. Aunque tampoco ha sido una pelea, simplemente se ha comportado como un gilipollas y ha herido a Justin para que dejara de hacer preguntas que no estaba dispuesto a contestar. Y ése es el resultado, Justin no le ha dirigido la palabra en casi una hora y ahora se comporta como si no estuvieran en la misma habitación, ignorándole mientras finge prestarle atención a un programa.
Se sienta en el sofá, frunciendo el entrecejo cuando Justin se encoge más todavía para alejarse de él. Justin jamás rehúye su contacto y eso le hace pensar que la ha jodido más incluso de lo que él creía.
- No se te ocurra actuar como si no hubiera pasado nada o me voy.
Justin habla sin mirarle, con los ojos fijos en la pantalla, los brazos fuertemente apretados contra sus piernas y el cuerpo tan encogido que ocupa menos espacio que Gus cuando está en esa misma posición.
Aunque se le había pasado por la cabeza esa opción, la había descartado inmediatamente porque sabía que Justin no lo toleraría y encima se enfadaría más. Pero sigue sin saber cómo enfrentarse a eso.
- No pensaba hacerlo. Pero no sé qué quieres que diga -por primera vez desde que llegaron Justin le mira directamente a los ojos y Brian se siente aún peor porque Justin jamás ha sabido ocultar su dolor.
- Podrías empezar por pedir disculpas y explicar por qué coño me has tratado como si fuera una puta barata.
Cierra los ojos y respira hondo, incapaz de seguir enfrentándose a esa mirada dolida. Pero lo que para Brian supone un respiro para intentar encontrar un modo de salir de esa situación dándole a Justin lo que necesita sin tener que rebuscar en su pasado, Justin lo interpreta como una negativa a su petición.
Brian abre los ojos en cuanto siente el movimiento a su lado y es consciente en cuanto ve su mirada decidida que si no hace algo pronto, será demasiado tarde para arreglarlo.
- Si no me querías de vuelta sólo tenías que haberlo dicho. Si es tu modo de vengarte, enhorabuena, te ha salido genial.
Coge su muñeca y se pone en pie, reteniéndole antes de que pueda salir del loft con una impresión muy equivocada. Si Justin piensa que ha dicho lo que ha dicho antes para vengarse por haberle dejado por ese matagatos, no le extraña que se haya comportado de ese modo.
- No se trata de una venganza, Justin -busca su mirada, pero los ojos azules están fijos en algún lugar por encima de su hombro-. He sido un cabrón diciéndote eso pero no pretendía castigarte.
- ¿Entonces qué pretendías? -Justin le mira y Brian es consciente de que cada vez tiene menos formas de solucionar eso.
- Que dejaras de hacer preguntas.
Justin le mira como si estuviese hablando en un idioma totalmente desconocido, frunciendo el ceño y apretando muchos los labios como si estuviera intentando contener las barbaridades que tiene ganas de decir. Brian sabe que una vez llegados a ese punto sólo puede hacer una cosa.
- Te conozco, habrías empezado a preguntar por qué no quería de ese helado y no te habrías conformado con un no me gusta.
- Brian… ¿me dijiste que si no estaba conforme con el helado que tú pagabas podría ir a buscarme a otro que me mantuviera sólo para que no te preguntara por qué no querías el de dulce de leche?
El tono de Justin ha pasado de la incredulidad al enfado y Brian entiende por qué. Escuchando sus palabras en los labios de Justin suena tan sucio que tiene ganas de pegarse de cabezazos contra la pared por haber sido tan cabrón.
Ni siquiera le da tiempo a responder, Justin tira hasta soltarse de su agarre y comienza a caminar hacia la puerta, obligando a Brian a correr para alcanzarla antes que él y bloquearle el paso. No va a dejar que salga del loft sólo con la parte más sórdida de sus fantasmas.
- Apártate, Brian.
- No vas a irte así.
- No voy a quedarme. Si ésa es la idea que tienes de cómo mantener una relación -el rostro de Justin parece un poco más triste- o lo que sea que tengamos, lo siento pero no cuentes conmigo. No soy ni tu puta ni tu mantenido, Brian. No puedes tratarme de ese modo y esperar que me quede sólo porque te quiero -la voz de Justin se rompe al final y Brian sólo quiere hacer que esa tristeza de su mirada desaparezca.
- Lo sé. Nunca he pensado que seas mi puta, Justin. Pero te conozco, sé que no eres capaz de quedarte nunca con la primera respuesta, que sigues preguntando hasta que te quedas satisfecho y hay cosas de las que no quiero hablar. Eso es todo.
- Puedes decírmelo. Sólo tenías que decir que no querías hablar de ello.
- Eso no te hubiera detenido. Nada te detiene cuando te pones así.
- Y decidiste que el mejor modo de callarme era tratarme así.
Asiente, aunque es consciente de lo mal que queda ese gesto, así que vuelve a coger la muñeca de Justin y se aproxima a él, intentando ganarse toda su atención porque va a necesitarla. Si va a decir eso, espera que sólo sea una vez.
- Me equivoqué. Tome la peor decisión porque era la más rápida. Sólo puedo prometerte que no volveré a hacerlo.
- No es suficiente, Brian.
- Lo sé.
Respira hondo, se pasa la mano libre por el pelo y comienza a hablar antes de que sea demasiado tarde.
- Hay pocas cosas que me recuerdan a mi infancia… pocas cosas buenas. El dulce de leche es una de ellas. Cuando era pequeño mi madre hacía muchas tartas para obras de caridad de la iglesia, pero pocas veces para nosotros. Nunca estaba de humor para darle esos caprichos a una panda de pecadores como vosotros -imita el tono de Joan mientras intenta que no se le rompa la voz-. Pero un año, por mi cumpleaños, mi padre regresó a casa después del trabajo, no había pasado por el bar así que no estaba borracho e incluso jugó un rato al fútbol conmigo en el jardín antes de la cena. Cuando regresamos a casa, mi madre había preparado una tarta de dulce de leche. Fue el mejor cumpleaños de mi vida.
Brian ha ido bajando el tono de voz hasta que sólo es un susurro que Justin se tiene que esforzar para escuchar, aproximándose tanto que sus pechos casi se rozan.
- Yo debía tener 5 ó 6 años. Después las cosas se pusieron aún peor. No recuerdo haber visto muchas veces más a Jack sereno y desde luego no en mi cumpleaños. Siempre decía que mi nacimiento no era algo que tuviera que celebrar porque le había jodido la vida.
Justin suelta su muñeca y entrelaza los dedos de su mano con los de Brian, acercándose aún más a él.
- Cuando empezaste a bromear con comprar el helado de dulce de leche y usarme como plato esta noche para comerlo… Simplemente no quería tener que explicarte por qué no quería, no quería tener que recordar aquello… y todo lo que pasó después.
Justin no response a eso, sólo acaricia la mejilla de Brian con la mano libre y se pone de puntillas para besarle suavemente sobre los labios, dispuesto a hacerle olvidar con cariño todo el dolor que sus padres le causaron cuando era un niño.
Espero que os guste.
Autor: begok
Fandom: Queer as Folk USA
Desafío: 006 - Dulce de leche
Pairing o Personaje o Grupo: Brian Kinney / Justin Taylor
Rating: NC-13
Resumen: Cuando acechan los malos recuerdos, a veces tomamos malas decisiones
Advertencias: Situado durante la S3, post 3x08
Feedbacks: Los comentarios son siempre bienvenidos
Tabla: Helados
Viejos recuerdos
En cuanto Justin termina de colocar la compra en la cocina se sienta en el sofá, abrazándose las rodillas, mirando sin ver la televisión y Brian se siente como un auténtico gilipollas. Se pasa la mano por el pelo, intentando encontrar el modo de hacerse perdonar sin tener que ahondar más en el asunto, pero conoce demasiado bien a Justin para pensar que va a salir de ese enredo sin acabar contando más de lo que está dispuesto a contar.
Es su primera pelea desde que Justin volvió. Aunque tampoco ha sido una pelea, simplemente se ha comportado como un gilipollas y ha herido a Justin para que dejara de hacer preguntas que no estaba dispuesto a contestar. Y ése es el resultado, Justin no le ha dirigido la palabra en casi una hora y ahora se comporta como si no estuvieran en la misma habitación, ignorándole mientras finge prestarle atención a un programa.
Se sienta en el sofá, frunciendo el entrecejo cuando Justin se encoge más todavía para alejarse de él. Justin jamás rehúye su contacto y eso le hace pensar que la ha jodido más incluso de lo que él creía.
- No se te ocurra actuar como si no hubiera pasado nada o me voy.
Justin habla sin mirarle, con los ojos fijos en la pantalla, los brazos fuertemente apretados contra sus piernas y el cuerpo tan encogido que ocupa menos espacio que Gus cuando está en esa misma posición.
Aunque se le había pasado por la cabeza esa opción, la había descartado inmediatamente porque sabía que Justin no lo toleraría y encima se enfadaría más. Pero sigue sin saber cómo enfrentarse a eso.
- No pensaba hacerlo. Pero no sé qué quieres que diga -por primera vez desde que llegaron Justin le mira directamente a los ojos y Brian se siente aún peor porque Justin jamás ha sabido ocultar su dolor.
- Podrías empezar por pedir disculpas y explicar por qué coño me has tratado como si fuera una puta barata.
Cierra los ojos y respira hondo, incapaz de seguir enfrentándose a esa mirada dolida. Pero lo que para Brian supone un respiro para intentar encontrar un modo de salir de esa situación dándole a Justin lo que necesita sin tener que rebuscar en su pasado, Justin lo interpreta como una negativa a su petición.
Brian abre los ojos en cuanto siente el movimiento a su lado y es consciente en cuanto ve su mirada decidida que si no hace algo pronto, será demasiado tarde para arreglarlo.
- Si no me querías de vuelta sólo tenías que haberlo dicho. Si es tu modo de vengarte, enhorabuena, te ha salido genial.
Coge su muñeca y se pone en pie, reteniéndole antes de que pueda salir del loft con una impresión muy equivocada. Si Justin piensa que ha dicho lo que ha dicho antes para vengarse por haberle dejado por ese matagatos, no le extraña que se haya comportado de ese modo.
- No se trata de una venganza, Justin -busca su mirada, pero los ojos azules están fijos en algún lugar por encima de su hombro-. He sido un cabrón diciéndote eso pero no pretendía castigarte.
- ¿Entonces qué pretendías? -Justin le mira y Brian es consciente de que cada vez tiene menos formas de solucionar eso.
- Que dejaras de hacer preguntas.
Justin le mira como si estuviese hablando en un idioma totalmente desconocido, frunciendo el ceño y apretando muchos los labios como si estuviera intentando contener las barbaridades que tiene ganas de decir. Brian sabe que una vez llegados a ese punto sólo puede hacer una cosa.
- Te conozco, habrías empezado a preguntar por qué no quería de ese helado y no te habrías conformado con un no me gusta.
- Brian… ¿me dijiste que si no estaba conforme con el helado que tú pagabas podría ir a buscarme a otro que me mantuviera sólo para que no te preguntara por qué no querías el de dulce de leche?
El tono de Justin ha pasado de la incredulidad al enfado y Brian entiende por qué. Escuchando sus palabras en los labios de Justin suena tan sucio que tiene ganas de pegarse de cabezazos contra la pared por haber sido tan cabrón.
Ni siquiera le da tiempo a responder, Justin tira hasta soltarse de su agarre y comienza a caminar hacia la puerta, obligando a Brian a correr para alcanzarla antes que él y bloquearle el paso. No va a dejar que salga del loft sólo con la parte más sórdida de sus fantasmas.
- Apártate, Brian.
- No vas a irte así.
- No voy a quedarme. Si ésa es la idea que tienes de cómo mantener una relación -el rostro de Justin parece un poco más triste- o lo que sea que tengamos, lo siento pero no cuentes conmigo. No soy ni tu puta ni tu mantenido, Brian. No puedes tratarme de ese modo y esperar que me quede sólo porque te quiero -la voz de Justin se rompe al final y Brian sólo quiere hacer que esa tristeza de su mirada desaparezca.
- Lo sé. Nunca he pensado que seas mi puta, Justin. Pero te conozco, sé que no eres capaz de quedarte nunca con la primera respuesta, que sigues preguntando hasta que te quedas satisfecho y hay cosas de las que no quiero hablar. Eso es todo.
- Puedes decírmelo. Sólo tenías que decir que no querías hablar de ello.
- Eso no te hubiera detenido. Nada te detiene cuando te pones así.
- Y decidiste que el mejor modo de callarme era tratarme así.
Asiente, aunque es consciente de lo mal que queda ese gesto, así que vuelve a coger la muñeca de Justin y se aproxima a él, intentando ganarse toda su atención porque va a necesitarla. Si va a decir eso, espera que sólo sea una vez.
- Me equivoqué. Tome la peor decisión porque era la más rápida. Sólo puedo prometerte que no volveré a hacerlo.
- No es suficiente, Brian.
- Lo sé.
Respira hondo, se pasa la mano libre por el pelo y comienza a hablar antes de que sea demasiado tarde.
- Hay pocas cosas que me recuerdan a mi infancia… pocas cosas buenas. El dulce de leche es una de ellas. Cuando era pequeño mi madre hacía muchas tartas para obras de caridad de la iglesia, pero pocas veces para nosotros. Nunca estaba de humor para darle esos caprichos a una panda de pecadores como vosotros -imita el tono de Joan mientras intenta que no se le rompa la voz-. Pero un año, por mi cumpleaños, mi padre regresó a casa después del trabajo, no había pasado por el bar así que no estaba borracho e incluso jugó un rato al fútbol conmigo en el jardín antes de la cena. Cuando regresamos a casa, mi madre había preparado una tarta de dulce de leche. Fue el mejor cumpleaños de mi vida.
Brian ha ido bajando el tono de voz hasta que sólo es un susurro que Justin se tiene que esforzar para escuchar, aproximándose tanto que sus pechos casi se rozan.
- Yo debía tener 5 ó 6 años. Después las cosas se pusieron aún peor. No recuerdo haber visto muchas veces más a Jack sereno y desde luego no en mi cumpleaños. Siempre decía que mi nacimiento no era algo que tuviera que celebrar porque le había jodido la vida.
Justin suelta su muñeca y entrelaza los dedos de su mano con los de Brian, acercándose aún más a él.
- Cuando empezaste a bromear con comprar el helado de dulce de leche y usarme como plato esta noche para comerlo… Simplemente no quería tener que explicarte por qué no quería, no quería tener que recordar aquello… y todo lo que pasó después.
Justin no response a eso, sólo acaricia la mejilla de Brian con la mano libre y se pone de puntillas para besarle suavemente sobre los labios, dispuesto a hacerle olvidar con cariño todo el dolor que sus padres le causaron cuando era un niño.
Espero que os guste.