Por caridad [Toy Story] Especial de Navidad

Dec 23, 2013 17:23

Título: Por caridad
Autor: drakkien
Fandom: Toy Story
Personaje/Pairing/Grupo: Andy Davis & Sid Phillips
Rating: PG
Resumen: Andy estaba aburrido, era comprensible, ¿no? Hasta que un anciano le puso trabajo y al final de la jornada sólo tenía hambre.
Especial de Navidad: Prompt #2
Nota de Autor: Link alterno.


Si Andy tenía que ser sincero respondería sí, estoy aburrido, porque eso de estar en el proyecto de beneficencia de la iglesia no era lo suyo. No cuando de llevar una donación, será rápido, pasó a estar medio día entre la multitud sin saber muy bien cuál era su cometido.

-Deja la mala cara. -Fue un regaño que le supo injusto.

Bien, podía soportarlo, ya no era un crío, pero la verdad era suficiente por un día, su madre no era la única persona haciéndose cargo del evento, de hecho ni siquiera era su oficio, sólo fue y se ofreció, incluyéndolo a él dentro del paquete. Miren, es mi hijo Andy, y sé que también estaría encantado de ayudar. «Claro mamá, soy tu hijo, pero ya no tengo once años, ahora decido. ¡Al menos consúltame!», y no pasó del pensamiento, así que sonrió como pudo y se dio la vuelta.

-¡Eh, tú! -Andy dudó de ser la persona a quien llamaban-. Ven muchacho, necesito algo de ayuda aquí.

Era un anciano delgado, con rasgos marcados, ojos expresivos y llenos de arrugas, boca delgada y nariz prominente. Bastante simpático, pero con carácter, notó al escuchar sus indicaciones. Necesitaba que le echara una mano con unas cajas repletas de chécheres, de esos que eran guardados por años y estaban intactos, como si hubieran sido comprados sólo por el placer de almacenar.

-Pensé que eras un maniquí, ya sabes… -Rió golpeándose ligeramente el pecho mientras caminaba junto a él-. He olvidado las gafas en casa.

La idea de ser una estatua le pareció graciosa, vamos, no estaba muy lejos de la realidad, un gato de porcelana tenía más movimiento que Andy en el instante que el anciano apareció.

-Es todo, viejo. -Afuera del edificio había una camioneta parqueada y al lado un muchacho depositó la última caja sobre el suelo.

-Más respeto, jovencito. -La exclamación era lejana a un reproche, y aunque el hombre mayor parecía bromear no pudo evitar pellizcarle el brazo derecho a su nieto.

-Lo que digas abuelo. -Rodó los ojos ignorando el deseo de sobarse el brazo, a cambio se fijó en el chico que pasaba por adorno de calle-. ¿Es él quien entrará todo esto? -No era por nada, pero quiso carcajearse, no había manera que… Rayos, torció una sonrisa, después le cobraría el codazo al abuelo Marcus-. Como sea, debo irme.

Sin reacción mayor a un ceño fruncido, Andy se dedicó a la labor recién adquirida. Que fuera delgado no lo hacía débil, si es que a eso se debía la burla.

-Lamento lo de Sid, es algo tonto.

Andy no le dio importancia al asunto, asintió condescendiente y sujetó la primera caja antes de seguir al hombre. Por lo menos su mamá parecía feliz viéndolo cargar, tan feliz que le prometió cenar lo que quisiera. Pizza será.

Tras veinte minutos culminó. Para ese tiempo el anciano, que le había agradecido con anticipación, ya se había ido y no le restaba más que esperar a que a la señora Davis se acordara que tenía un hijo al que debía alimentar.

-Cariño -dijo bajito, como si de verdad lamentara lo que le iba a decir. Andy bufó caminando hacia la salida. Eran las dos de la tarde y su almuerzo tendría que ser un sándwich. ¿Qué más daba? No quería discutir con ella por no tener presente sus prioridades en ese momento, o bueno, al menos recordar que él pasó seis meses sin ir a casa y que estar allí, cansado y hambriento, no fue lo que imaginó para navidad.

Pasando la calle había un restaurante, tomó asiento, pidió algo que llenara su estómago y siguió en la tarea de esperar. Leyendo el menú pensó en decirle a su mamá que estaría bien si le daba dinero para un taxi, que regresaría solo a casa, que no había problema. La frustración la ahogó en un gran sorbo de gaseosa y una ansiosa mordida. El pan estaba crujiente y el queso se estiraba.

Está muy bueno, respondió a la pregunta de la camarera cuando pasó por su lado. Vaya que lo estaba, sobre todo que en el día sólo había ingerido cereal y un par de tostadas.

Pagó en cuanto terminó y con la idea de marcharse a su hogar dirigió los pasos a la iglesia. El cielo estaba despejado, observó, el viento era suave, pero hacía frío. Y tenía sueño, no es que se hubiera levantado especialmente temprano, pero qué se le podía hacer. Bostezó frotándose las manos que, aunque cubiertas por guantes, estaban heladas.

-Oye. -Se detuvo a punto de pisar el primer escalón-. ¿Has visto a mi abuelo?

Ah, era él.

-No -respondió extrañado-. Se fue hace más de media hora.

Entonces lo escuchó maldecir por lo bajo y lo observó girar la cabeza lado a lado, como si de aquella manera fuera a encontrarlo.

-Argh, viejo. -Suspiró, quitándose la gorra mientras se rascaba la cabeza. Sabía que no debía dejarlo solo, que le pondría más trabajo después y al parecer no estaba equivocado-. Dijo que me esperaría.

El auto fue su apoyo cuando se dio cuenta que si quería reportarlo como desaparecido debía esperar algunas horas y no tenía ganas de caminar ni gastar gasolina yendo tras él, porque no sabía ni siquiera por dónde se había ido.

-Debe estar bien. -Y si Andy pensaba que eso sonó a consuelo debía esmerarse más. Aunque ¿a quién engañaba? Claro que sentía empatía, pero no por ello estaba obligado a darle confort a un desconocido, mucho menos a uno que intentó burlarse de su esfuerzo. O de lo que sea que se haya burlado.

-Hum, sabe cuidarse, lo que me preocupa es… -Sid guardó silencio, frunciendo el entrecejo. Bah, que no pudiera entrar a casa porque el abuelo le quitó las llaves sin siquiera darse cuenta, era sólo su problema. Sacó un cigarrillo, no era la primera vez que tenía que dormir afuera-. ¿Fumas?

Andy negó, viéndolo hacer un gesto raro con la boca. Supuso que ya no había nada más qué decir, así que dándose la vuelta con lentitud se movió hacia los escalones.

-Los sándwiches de la esquina son buenos, ¿no?

-Sí -exclamó sin pensarlo, con el gusto invadido del crocante sabor-. Espera, ¿cómo…?

Tarde se dio cuenta que algo no encajaba.

-Tu cara de orgasmo era impresionante. -Lo dijo con simpleza, soltando después la carcajada que el abuelo no le dejó escapar. Botó la colilla de cigarrillo, se subió a la camioneta y la puso en marcha, todo bajo la atenta mirada de Andy que no atinó a decir nada al respecto, completamente apenado.

¿Cara de orgasmo? ¿Qué diantres significaba eso?

autor: drakkien, pairing: andy davis+sid phillips, fandom: toy story

Previous post Next post
Up