Get Backers [Amano Ginji; Ban, Makubex, Shido, Kazuki, Juubei, Toshiki, Sakura, Emishi] G. #24nakuruchanDecember 25 2012, 00:40:01 UTC
Hay pocos lugares tan sombríos e intimidantes desde la lejanía como la Fortaleza Ilimitada.
Tal vez por eso tantos prefieren ignorarla, decididos a vivir la ilusión que las luces de Shinjuku les muestra.
-Y con buena razón -reniega Ban, quien a pesar de sus palabras lo sigue a la Fortaleza, si bien a paso lento y con una mueca de irritación en su rostro que, Ginji sabe, no es totalmente cierta.
Cuando llegan, el panorama no es mejor, pero los rostros conocidos lo hacen relajarse a pesar del recuerdo de los peligros que antes habían sido tan comunes allí.
Shido está ahí, rodeado de animales e interrumpiendo las bromas de Emishi. Juubei y Toshiki están a cada lado de Kazuki, mas ninguno luce tenso como si estuvieran de guardia y sonríen mientras escuchan a Kazuki. Y Sakura está junto a Makubex, quien es el primero que nota su llegada.
-¡Ginji-san! -dice, acercándose antes que cualquier otro.
Los saludos -algunos sarcásticos, mas carentes de veneno- y las sonrisas llenan el lugar y los edificios grises y las calles de asfalto parecen desaparecer y aunque Ginji ya no vive realmente allí, siente que acaba de regresar a su hogar.
Tal vez por eso tantos prefieren ignorarla, decididos a vivir la ilusión que las luces de Shinjuku les muestra.
-Y con buena razón -reniega Ban, quien a pesar de sus palabras lo sigue a la Fortaleza, si bien a paso lento y con una mueca de irritación en su rostro que, Ginji sabe, no es totalmente cierta.
Cuando llegan, el panorama no es mejor, pero los rostros conocidos lo hacen relajarse a pesar del recuerdo de los peligros que antes habían sido tan comunes allí.
Shido está ahí, rodeado de animales e interrumpiendo las bromas de Emishi. Juubei y Toshiki están a cada lado de Kazuki, mas ninguno luce tenso como si estuvieran de guardia y sonríen mientras escuchan a Kazuki. Y Sakura está junto a Makubex, quien es el primero que nota su llegada.
-¡Ginji-san! -dice, acercándose antes que cualquier otro.
Los saludos -algunos sarcásticos, mas carentes de veneno- y las sonrisas llenan el lugar y los edificios grises y las calles de asfalto parecen desaparecer y aunque Ginji ya no vive realmente allí, siente que acaba de regresar a su hogar.
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