El nacimiento de Santa Claus [Ficción original] Cuervos de santa

Dec 20, 2012 21:57

Título: El nacimiento de Santa Claus
Autor: shiorita
Fandom: Ficción original
Pairing/Personaje/Grupo: Papá Noel, los tres Reyes Magos
Rating: PG
Resumen:
Tras largos siglos de silencio reaparecieron. Para cuándo llegaron, la imagen de Papa Noel se balanceaba entre la leyenda, el cuento popular, la moda pasada de los antiguos mercados, y el hecho aplastante. Si había algo que nadie rebatía era la tradición de regalar presentes el día 25 de diciembre.
Advertencias: En el cuento, el nombre de Santa Claus está traducido a Papá Noel
Cuervos de Santa : Prompt #9
Es Navidad y Papá Noel masculla por lo bajini villancicos que hace tiempo pasaron de moda. Se acaricia la barba, melancólico y mientras se aplica el tinte negro en el poco pelo que le queda arriba, se pregunta sí dejarse la barba blanca o no. Todos los años es la misma cuestión, y siempre acaba afeitándosela. Que más da si a la vuelta del año ya estará larga de nuevo.

Hace tiempo que Papa Noel no es el que era. Más de mil y pico años, y aún no se ha acostumbrado. Eso de perder guerras no es lo suyo y ahora que el capitalismo no está de moda no tiene a miles de empresas que le mantengan como Trending Topic en todos los círculos sociales humanos y semi humanos.

Y, además, aquel ataque no se lo esperaba. Ellos habían desaparecido hacia mucho tiempo. Llego un momento en que la gente cambio la ciencia por la religión y aquellos tres reyes de Oriente se piraron a nadie sabía muy bien donde. Al parecer a una base científico-mágica secreta en Marte.

Tras largos siglos de silencio reaparecieron. Para cuándo llegaron, la imagen de Papa Noel se balanceaba entre la leyenda, el cuento popular, la moda pasada de los antiguos mercados, y el hecho aplastante. Si había algo que nadie rebatía era la tradición de regalar presentes el día 25 de diciembre.

Lo cierto es que vinieron en el mejor momento, cuando nadie les esperaba, cuando la tradición... Bueno, en esos momentos en que estás contando los días para que tu planeta explote o la superpoblación de la Tierra acabe contigo y toda tu especie, no es que los humanos estuvieran muy para tradiciones.

Así que el regalo que trajeron los Reyes Magos fue sino espectacular (que sí) sí oportuno. Un nuevo sistema solar, con sus tres estrellas pequeñas en lugar de una mediana, y doce planetas, cuatro por cada estrella en los que la vida se desarrolla de acuerdo a las necesidades de cada especie terrestre (humanos, hadas y duendes, vampiros, parásitos de Terroseo, y un par de ellas más que aunque no estaban clasificadas en los anales de la Tierra, los Tres intelectuales de Oriente sabían que existían.) Quitando a un par de especies como las criaturas mágicas que compartían genes y sabiduría con los Tres Reyes Magos, los demás eran todos efectos secundario de la ciencia y determinar darles un hábitat propio natural para ellos tuvo que ser, desde luego, un duro trabajo.

Así que, por una parte, Papa Noel no se quejaba. Ya no era el de antes, pero ¿qué mejor regalo podían tener aquellos para los que repartía ilusión que poder vivir? Por otra, no era lo mismo, claro. Se había tenido que apuntar a una de esas bolsas de empleo y, vestido de traje negro y camisa gris, trabajaba en una empresa en la que no tenía muy claro su función, ya que se dedicaba a matar el tiempo jugando al solitario o a los marcianitos. Todos los días frente a la pantalla del ordenador, alimentándose de vitaminas en píldoras y sin contacto humano.

Ese día, sin embargo, se sentía fatal. Solía pedir la baja para esas fechas siempre. No era el único. La mayoría seguía la tradición navideña aunque los regalos se repartían un par de días más tarde. Pero aquella vez, ocurrió algo diferente.

Mientras paseaba por su pequeño piso, con el pelo metido en una pecera de plástico que agilizaba el proceso de tinte (podía habérselo cambiado genéticamente, pero algunas veces aún le gustaba vestirse con su viejo traje de superhéroe rojo y blanco, que le quedaba varias tallas más grande, y su cabellera y barba sedosa y blanca) llamaron al timbre.

Abrió la puerta extrañado y su sorpresa fue mayúscula cuando dio con un emisario que podría haber reconocido en cualquier parte. Era el paje de Gaspar, con su tic nervioso en las manos cuando encontraba el regalo perfecto para el niño perfecto.
-¡Lo encontré, lo encontré!
-No puede ser él -el paje de Melchor apareció de pronto, a su lado, sin que Papá Noel se hubiera dado cuenta de dónde había salido.
-Claro que sí, sólo está un poco desgastado, pero es él. -Contraatacó el paje de Gaspar.
-¡Claro que es él! -El de Baltasar siempre era el más inteligente, así que una vez dio el visto bueno, todo quedó dicho.

Se fue con ellos, claro, cuando le invitaron a ir a una reunión con sus jefes. No tenía ni idea de porqué querrían que fuera con ellos. Al fin y al cabo, ellos habían sido los vencedores de aquella batalla ¿no? Guerra un poco idiota, pero bueno, ¿qué guerra no lo es?

-Pero, ¿por qué? ¿Por qué queréis que vuelva con vosotros? ¿Por qué me devolvéis mi identidad, mi trineo, mis permisos de cruzar el cielo por la noche? Al fin y al cabo, la tradición ha sobrevivido, y ella es más importante que yo -. Les preguntó, lleno de curiosidad, cuando le explicaron sus planes.
-A nosotros nos conocen porque dimos tres maravillosos regalos a un niño que nació en un pesebre. Donde el oro, la plata y la mirra no le iban a servir de nada, pero que le hicieron sentir como el rey de los esclavos.

-Pero en el fondo, el verdadero significado de la navidad es tu nacimiento, no el suyo. Es el momento de aquel que hizo posible el sueño de tantos niños de recibir regalos el día de navidad.

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