Las tradiciones son cosa del pasado [Ficción original] Los cuervos de santa
Título: Las tradiciones son cosa del pasado
Autor:shiorita
Fandom: Ficción original
Pairing/Personaje/Grupo: -
Rating: PG
Resumen: Puede que parezca que Alex no tiene ni un par de luces en su cerebro, pero a la hora de decoración navideña lo que le sobra es imaginación
Advertencias: -.
Cuervos de Santa : Prompt #7
-Y ahora enciendo las luces y... ¡Tachán! He aquí mi árbol de navidad.
-Tú, ¿qué?
Zoe y Marcus lo miraron como si les estuvieran hablando en código morsé. Llevaban varios días a la deriva, perdidos en el espacio. La nave había dejado de recibir señales del grupo de auxilio y desde hacía unas doce horas más o menos, sabían que iban a morir. El oxígeno que quedaba dentro de la nave les daba para escasos tres días. Así que Aleph, ni corto ni perezoso, decidió que ya era hora de animar un poco la cosa. Que total, si iban a morir, lo mejor sería hacerlo con una sonrisa, y más cuando la que les esperaba era similar a nadar entre los brazos de Morfeo.
-¿Qué es un árbol de navidad? -Preguntó Zoe ignorando deliberadamente la orden expresa de Marcus de pasar olímpicamente de Aleph y sus paranoias.
Es posible que la falta de oxígeno empezara a hacer mella en él y del estado de aceptación hubiera ido directamente al de paranoia.
-Pues es una cosa muy vieja. Más que los abuelos de mis tatarabuelos. Es una tradición de la Tierra.
-Sí que tiene que ser vieja, sí, si viene de allí. ¿Hace cuando que el Sol se la comió?
-Unos mil trescientos millones ochecientos cuarenta y nueve años, ¿por? -Respondió al punto Marcus como un diccionario.
-¿Y en qué consistía el árbol de navidad? -Ahora ambos se morían de curiosidad.
-Alguien cortaba un árbolito verde y lo decoraba con bolas rojas y lazos y estrellas amarillas. Y a sus pies ponían los regalos que se abrían un día en cuestión.
-¿Qué día?
-Ni idea. A tanto no llego.
-Estaría bien poder hacer algo así -señaló Zoe pensativa.
-¿Regalarnos algo, dices? -Marcus se quedó pensando en ello.
-Hombre, hacer el árbol de navidad no, porque eso ya lo he hecho yo. -Trató Aleph de volver a ser el centro de atención.
-Bueno, a ver, chico, que es solo una botella verde con un cable de luces metido dentro. Tampoco te emociones.
-Ah, pero la esencia, ahí está la esencia.
Discutieron durante unos minutos sobre quién llevaba razón, hasta que Zoe les asestó un par de cachetes para que pararan:
-Me niego a morirme antes, solo porque vosotros no sepáis guardaros el aire. Así que, quietecitos.
Dos días más tarde descubrieron que se había equivocado en los cálculos. La muerte les pilló durmiendo la noche antes de abrir los regalos, con la ilusión pintada en el rostro, esperando a que llegara el día para ver qué sorpresa les aguardaban.
Cuando encontraron la nave, escasos diez días después, las sonrisas seguían allí, intactas. Al igual que las luces de aquella botella verde brillante, y los tres paquetitos envueltos con telas opacas en las que se habían dibujado los nombres.
-Y así se inauguró la tradición de las botellas verdes como sustitutas del árbol de navidad.
-Pero...
-Ni pero ni nada, por la memoria de esos tres piratas del espacio, debemos guardar sus tradiciones.
-¡No es justo!
-No grites -murmuró el muchacho desgarbado que había contado la historia, mientras se agarraba la cabeza con dolor.
-Pero si es el del futuro, entonces no es una tradición, porque las tradiciones vienen del pasado.
-Y nosotros no nos vamos a morir
-Y no queremos esa mierda de arbolito
-Y la tía tiene razón, eres un borracho.
Por si fuera poco, al concierto de voces con el que sus primos pequeños le estaban atacando se le sumó la de su madre.
-Alex, ¿no te he dicho que cuides de tus primos? Me da igual que tengas resaca, si ayer eras lo suficiente adulto como para salir en Nochevieja, hoy lo eres para cuidar a tus primos. Y que veas el mundo entre luces y botellas de cerveza, como dices tú, no me sirve de excusa.
Autor:shiorita
Fandom: Ficción original
Pairing/Personaje/Grupo: -
Rating: PG
Resumen: Puede que parezca que Alex no tiene ni un par de luces en su cerebro, pero a la hora de decoración navideña lo que le sobra es imaginación
Advertencias: -.
Cuervos de Santa : Prompt #7
-Y ahora enciendo las luces y... ¡Tachán! He aquí mi árbol de navidad.
-Tú, ¿qué?
Zoe y Marcus lo miraron como si les estuvieran hablando en código morsé. Llevaban varios días a la deriva, perdidos en el espacio. La nave había dejado de recibir señales del grupo de auxilio y desde hacía unas doce horas más o menos, sabían que iban a morir. El oxígeno que quedaba dentro de la nave les daba para escasos tres días. Así que Aleph, ni corto ni perezoso, decidió que ya era hora de animar un poco la cosa. Que total, si iban a morir, lo mejor sería hacerlo con una sonrisa, y más cuando la que les esperaba era similar a nadar entre los brazos de Morfeo.
-¿Qué es un árbol de navidad? -Preguntó Zoe ignorando deliberadamente la orden expresa de Marcus de pasar olímpicamente de Aleph y sus paranoias.
Es posible que la falta de oxígeno empezara a hacer mella en él y del estado de aceptación hubiera ido directamente al de paranoia.
-Pues es una cosa muy vieja. Más que los abuelos de mis tatarabuelos. Es una tradición de la Tierra.
-Sí que tiene que ser vieja, sí, si viene de allí. ¿Hace cuando que el Sol se la comió?
-Unos mil trescientos millones ochecientos cuarenta y nueve años, ¿por? -Respondió al punto Marcus como un diccionario.
-¿Y en qué consistía el árbol de navidad? -Ahora ambos se morían de curiosidad.
-Alguien cortaba un árbolito verde y lo decoraba con bolas rojas y lazos y estrellas amarillas. Y a sus pies ponían los regalos que se abrían un día en cuestión.
-¿Qué día?
-Ni idea. A tanto no llego.
-Estaría bien poder hacer algo así -señaló Zoe pensativa.
-¿Regalarnos algo, dices? -Marcus se quedó pensando en ello.
-Hombre, hacer el árbol de navidad no, porque eso ya lo he hecho yo. -Trató Aleph de volver a ser el centro de atención.
-Bueno, a ver, chico, que es solo una botella verde con un cable de luces metido dentro. Tampoco te emociones.
-Ah, pero la esencia, ahí está la esencia.
Discutieron durante unos minutos sobre quién llevaba razón, hasta que Zoe les asestó un par de cachetes para que pararan:
-Me niego a morirme antes, solo porque vosotros no sepáis guardaros el aire. Así que, quietecitos.
Dos días más tarde descubrieron que se había equivocado en los cálculos. La muerte les pilló durmiendo la noche antes de abrir los regalos, con la ilusión pintada en el rostro, esperando a que llegara el día para ver qué sorpresa les aguardaban.
Cuando encontraron la nave, escasos diez días después, las sonrisas seguían allí, intactas. Al igual que las luces de aquella botella verde brillante, y los tres paquetitos envueltos con telas opacas en las que se habían dibujado los nombres.
-Y así se inauguró la tradición de las botellas verdes como sustitutas del árbol de navidad.
-Pero...
-Ni pero ni nada, por la memoria de esos tres piratas del espacio, debemos guardar sus tradiciones.
-¡No es justo!
-No grites -murmuró el muchacho desgarbado que había contado la historia, mientras se agarraba la cabeza con dolor.
-Pero si es el del futuro, entonces no es una tradición, porque las tradiciones vienen del pasado.
-Y nosotros no nos vamos a morir
-Y no queremos esa mierda de arbolito
-Y la tía tiene razón, eres un borracho.
Por si fuera poco, al concierto de voces con el que sus primos pequeños le estaban atacando se le sumó la de su madre.
-Alex, ¿no te he dicho que cuides de tus primos? Me da igual que tengas resaca, si ayer eras lo suficiente adulto como para salir en Nochevieja, hoy lo eres para cuidar a tus primos. Y que veas el mundo entre luces y botellas de cerveza, como dices tú, no me sirve de excusa.