Harry no tarda ni dos minutos desde que Dean entra por la puerta del bar antes de echar a lo que queda de su clientela, los habituales que saben que en cuanto el chico Winchester esta en la ciudad no tiene sentido seguir pidiendo copas porque el moreno está a punto de colocar el cartel de cierre.
-Pareces desesperado -murmura Dean apoyado contra la puerta que lleva al piso superior, en el que está el apartamento de Harry. -Tres meses -gruñe el moreno peleándose contra el cinturón de Dean que no parece querer abrirse-. Tres putos meses. -Han sido complicados -responde antes de agarrarle del pelo para besarle con rabia.
Tres meses desde la última vez que Sam y él pudieron pasarse por allí, en las que Sam termino poniendo copas mientras ellos se lo montaban en el piso superior, porque eran las seis de la tarde, había partido y Harry no podía permitirse cerrar como hacia siempre. Una visita que solo duro un par de horas antes de que los dos hermanos tuvieran que volver a la carretera para encargarse de detener el apocalipsis de turno.
-¿Cuánto tiempo? -le pregunta Harry rompiendo el beso. -Indefinido. Cass está a la caza de ángeles. Nos llamara si surge algo. -Perfecto -responde Harry dejándose caer de rodillas al suelo y terminando de abrir sus pantalones. -Joder -murmura Dean cuando nota su boca alrededor de su erección.
Tres meses. Harry tiene razón. Demasiado tiempo. Solo espera que Sam espere un par de horas antes de ir o se encontrara a Harry dándole una mamada a los pies de la escalera, otra vez, y no cree su hermanito pueda volver a soportarlo.
Harry no tarda ni dos minutos desde que Dean entra por la puerta del bar antes de echar a lo que queda de su clientela, los habituales que saben que en cuanto el chico Winchester esta en la ciudad no tiene sentido seguir pidiendo copas porque el moreno está a punto de colocar el cartel de cierre.
-Pareces desesperado -murmura Dean apoyado contra la puerta que lleva al piso superior, en el que está el apartamento de Harry.
-Tres meses -gruñe el moreno peleándose contra el cinturón de Dean que no parece querer abrirse-. Tres putos meses.
-Han sido complicados -responde antes de agarrarle del pelo para besarle con rabia.
Tres meses desde la última vez que Sam y él pudieron pasarse por allí, en las que Sam termino poniendo copas mientras ellos se lo montaban en el piso superior, porque eran las seis de la tarde, había partido y Harry no podía permitirse cerrar como hacia siempre. Una visita que solo duro un par de horas antes de que los dos hermanos tuvieran que volver a la carretera para encargarse de detener el apocalipsis de turno.
-¿Cuánto tiempo? -le pregunta Harry rompiendo el beso.
-Indefinido. Cass está a la caza de ángeles. Nos llamara si surge algo.
-Perfecto -responde Harry dejándose caer de rodillas al suelo y terminando de abrir sus pantalones.
-Joder -murmura Dean cuando nota su boca alrededor de su erección.
Tres meses. Harry tiene razón. Demasiado tiempo. Solo espera que Sam espere un par de horas antes de ir o se encontrara a Harry dándole una mamada a los pies de la escalera, otra vez, y no cree su hermanito pueda volver a soportarlo.
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