El último villancico. [Fairy Tail] Rogue Cheney. PG-13. Prompt #8cattivaragazzaDecember 10 2014, 03:42:02 UTC
-Apaga eso, Sting.
La pequeña radio inundaba el ambiente festivo con música acorde, y Sting seguía al pie de la letra (más o menos) la canción emitida, cantando incluso más fuerte de lo que sonaba el aparato. Por supuesto, dejó de hacerlo cuando el reclamo de Rogue llegó a sus oídos.
-Amargado -replico, regresando su atención al aparato para continuar cantando-. Year all our troubles will be miles away.
Rogue suspiro, molesto al oír el escándalo de su compañero, captando la atención de Yukino, que le sonrió desde la mesa.
-Anímate Rogue, es tiempo de felicidad.
Cheney torció el gesto.
-¿Y eso es por? -cuestionó.
-Porque recibes regalos, obviamente, ¿por qué otro motivo?
-¡Rufus! -reclamó Yukino, volteando hacia el mago de creación-, ¡la navidad no es solo eso!
-Claro que sí -replicó el mago, dando la vuelta a la pagina del libro en sus manos-, es lo único que importa.
-A mí me gusta por los villancicos -comentó Sting, deteniendo momentáneamente su cantar-. Someday soon, we all will be together.
-Esos que repites con voz de pelícano agonizante.
-Muérete Orga, sigo cantando mejor que tú.
-En desacuerdo -dijeron Rufus y Rogue al tiempo.
-¡Rogue, traidor! -exclamó el rubio-, ¡se supone que tú debes apoyarme!
-¿En qué contrato está estipulado eso?
-¡Lo esperaba de Rufus, pero no de ti!
Rogue volvió a suspirar, decidiendo ignorar a su maestro como solía hacer; el que, tras unos momentos, continuó cantando.
-So have yourself a merry little Christmas now.
-Una feliz Navidad -susurró a la nada, oyendo a la radio emitir esa canción otra vez, sintiendo los músculos de la mandíbula tirantes pues había sonreído inevitablemente ante los acordes y la melodía, evocando viejos recuerdos.
Hace tiempo que no sonreía.
-Apaga eso, Sting.
Solo obtuvo silencio por respuesta, uno agobiante, uno que invitaba a recordar que no había nadie que respondiera, que eso era imposible.
-Ah, es verdad.
Se levantó, apartándose del sofá y avanzando entre el derruido lugar, esquivando a su vez las manchas carmesí del piso, hasta el mueble donde reposaba la radio, la que aún emitía esa canción tan molesta que sonaba como
-Un pelícano agonizante.
Sonrió nuevamente y de forma inconsciente ante lo dicho, cogiendo el aparato entre sus manos y arrojándolo al piso, oyendo con calma el estrépito que genero la radio haciéndose trizas; ese que no tardo en desaparecer, dando paso nuevamente al silencio.
Dio la vuelta y regresó a su posición anterior, arrojándose con calma en el sofá.
-Una feliz navidad -repitió, borrando lentamente la sonrisa de su rostro-, no tengo regalos para ello, no puedo celebrar la navidad.
Cerró los ojos, sin moverse, acentuando el asfixiante silencio del cuarto, interrumpiéndolo de pronto ante un inevitable tarareo. Un murmullo, nada más, suave e irrelevante.
-Tiempo de felicidad -susurró de pronto, recordando una voz femenina replicando que la navidad era más que eso-, una feliz navidad.
La pequeña radio inundaba el ambiente festivo con música acorde, y Sting seguía al pie de la letra (más o menos) la canción emitida, cantando incluso más fuerte de lo que sonaba el aparato. Por supuesto, dejó de hacerlo cuando el reclamo de Rogue llegó a sus oídos.
-Amargado -replico, regresando su atención al aparato para continuar cantando-. Year all our troubles will be miles away.
Rogue suspiro, molesto al oír el escándalo de su compañero, captando la atención de Yukino, que le sonrió desde la mesa.
-Anímate Rogue, es tiempo de felicidad.
Cheney torció el gesto.
-¿Y eso es por? -cuestionó.
-Porque recibes regalos, obviamente, ¿por qué otro motivo?
-¡Rufus! -reclamó Yukino, volteando hacia el mago de creación-, ¡la navidad no es solo eso!
-Claro que sí -replicó el mago, dando la vuelta a la pagina del libro en sus manos-, es lo único que importa.
-A mí me gusta por los villancicos -comentó Sting, deteniendo momentáneamente su cantar-. Someday soon, we all will be together.
-Esos que repites con voz de pelícano agonizante.
-Muérete Orga, sigo cantando mejor que tú.
-En desacuerdo -dijeron Rufus y Rogue al tiempo.
-¡Rogue, traidor! -exclamó el rubio-, ¡se supone que tú debes apoyarme!
-¿En qué contrato está estipulado eso?
-¡Lo esperaba de Rufus, pero no de ti!
Rogue volvió a suspirar, decidiendo ignorar a su maestro como solía hacer; el que, tras unos momentos, continuó cantando.
-So have yourself a merry little Christmas now.
-Una feliz Navidad -susurró a la nada, oyendo a la radio emitir esa canción otra vez, sintiendo los músculos de la mandíbula tirantes pues había sonreído inevitablemente ante los acordes y la melodía, evocando viejos recuerdos.
Hace tiempo que no sonreía.
-Apaga eso, Sting.
Solo obtuvo silencio por respuesta, uno agobiante, uno que invitaba a recordar que no había nadie que respondiera, que eso era imposible.
-Ah, es verdad.
Se levantó, apartándose del sofá y avanzando entre el derruido lugar, esquivando a su vez las manchas carmesí del piso, hasta el mueble donde reposaba la radio, la que aún emitía esa canción tan molesta que sonaba como
-Un pelícano agonizante.
Sonrió nuevamente y de forma inconsciente ante lo dicho, cogiendo el aparato entre sus manos y arrojándolo al piso, oyendo con calma el estrépito que genero la radio haciéndose trizas; ese que no tardo en desaparecer, dando paso nuevamente al silencio.
Dio la vuelta y regresó a su posición anterior, arrojándose con calma en el sofá.
-Una feliz navidad -repitió, borrando lentamente la sonrisa de su rostro-, no tengo regalos para ello, no puedo celebrar la navidad.
Cerró los ojos, sin moverse, acentuando el asfixiante silencio del cuarto, interrumpiéndolo de pronto ante un inevitable tarareo. Un murmullo, nada más, suave e irrelevante.
-Tiempo de felicidad -susurró de pronto, recordando una voz femenina replicando que la navidad era más que eso-, una feliz navidad.
Sonrió nuevamente y evocó una vieja melodía.
-So have yourself a merry little Christmas now.
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