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NCIS. [Tony/Ziva] Rating: G Prompt #6 sara_f_black December 6 2012, 06:12:09 UTC
-Esto es rídiculo -Tony sonrió al ver cómo su esposa ponía los ojos en blanco al ver pasar a un niño vestido de langosta-. En serio. Una langosta. En un pesebre de Belén.

Desde que Tali había llegado a casa anunciando que tenía un papel en la obra de final de año había estado haciendo comentarios por el estilo. A Tony le resultaba muy divertido.

-Hubiera sido una obra muy aburrida si todos los niños fueran mulas y bueyes -comentó encogiéndose de hombros-. No es tan malo. Dan ganas de llevarte tras bastidores para sentirme Hugh Grant.

Ziva lo miró de reojo con una mirada acusadora.

-Mientras no seas Alan Rickman viendo la obra de sus hijos...

La acusación era totalmente infundada y ambos lo sabían, por lo que la sonrisa de Tony no desentonó con el momento: amaba cuando su ninja no solo entendía una referencia cinematográfica sino que sabía responder con otra. Se sentía particularmente orgulloso cuando eso ocurría, aunque en esta ocasión era ella quien adoraba ver esa película: él era un hombre de cosas más clásicas.

-Nuestra hija no es la langosta -la corrigió-. Es un alce.

Ziva resopló, retomando su molestia inicial.

-No había alces en el nacimiento de Jesús.

Tony rió, no podía evitarlo. Le hacía gracia que le molestara. Un padre de otro de los niños se giró para hacerles mala cara aunque la obra no empezaba todavía.

-Ni siquiera eres cristiana...

-¡Soy israelí! -le recordó innecesariamente, atrayendo unas cuantas miradas. Tony se inclinó hacia ella y le acomodó el cabello detrás de la oreja con tranquilidad.

-Y esta es una tradición que nació en Italia -le recordó. Ante la perplejidad de Tali de tener que participar en una obra sobre el nacimiento de Jesús, Tony había recurrido a sus raíces para convencerla de que era tener contacto con una tradición de la tierra de su padre.

Ziva puso los ojos en blanco de nuevo pero sonrió.

-Tampoco hay alces en Italia.

En ese momento las luces se apagaron y empezaron a salir los animales al escenario. No fue necesario que ningún otro padre molesto se girara para callar las quejas de Ziva. Cuando la pequeña Tali apareció en el escenario sus padres no tuvieron más que ojos para ella.

Era el alce con una estrella de David al cuello más bonito de cualquier nacimiento del mundo.

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