iCarly [Spencer Shay] G. Prompt #06adler_annr2December 12 2012, 02:15:39 UTC
Spencer llega corriendo al departamento y azota la puerta con más fuerza de la necesaria para cerrarla. Sube rápido las escaleras gritando “¡Carly Carlotta!” y “¡Papá, mamá!” como poseso.
Los mencionados, que en realidad se encontraban en la cocina y a escasos metros de donde ha pasado Spencer, se miran con cara de circunstancias. Ya saben que no deben preocuparse por él. Carly tiene apenas cuatro años, pero está ayudando a su padre a preparar el pavo aunque se vaya a quedar en el congelador por un tiempo, en lo que su madre hace unas compras de último minuto.
Para el momento en que Spencer regresa de su viaje de dos pisos vía escaleras, ellos están terminando con la limpieza. Spencer jadea mientras se acerca a la cocina y su padre le alcanza un vaso con agua, que deja sobre la barra.
-¡Les tengo noticias! -grita Spencer luego de casi ahogarse.
-¿Otra vez incendiaste el teatro? -Aunque divertida, la voz de su padre también suena ligeramente molesta, después de todo, que su hijo incendie lo que sea es una probabilidad bastante real y constante en su vida.
-Ahhh -Spencer de verdad hace memoria, intentando recordar si en el registro diario de su mente quedó almacenada alguna información sobre incendios ése día en específico-, no -responde casi convencido.
-Entonces, ¿de qué es, hermano? -pregunta Carly, risueña, mientras toma una probada de lo que será el caramelo.
-¡Voy a salir en la obra escolar! Haremos el nacimiento de Jesús. A Calceto le tocó ser José y yo… -Carly y su padre lo miran expectantes-, ¡yo seré la langosta! -suelta victorioso, como si su parte fuese primordial.
Carly (que no recuerda la intervención de langosta alguna en el nacimiento) quiere corregirle; pero es detenida por un ademán de su padre, quien entiende las intenciones del profesor a cargo que no quiere a su hijo en escena, o lo deja pasar pero con una mínima participación. Piensa que va a tener que decirle un par de cosas después, pero por el momento lo deja estar. Ve a su hijo tiernamente, se lo ve entusiasmado y le revuelve el cabello con la mano.
-Entonces, campeón, ¡a ensayar!
-¡Sí! -grita y sale corriendo a su habitación.
Spencer llega a su cuarto y se echa en la cama sin pensarlo dos veces, saca el libreto de su mochila y hojea hasta encontrar su escena, lo han incluido pasándole unas mantas a María para que cubra al bebé. Spencer sonríe. Ama a su familia porque siempre aceptan sus ideas aunque sean de lo más estrafalarias. Apuesta a que se han dado cuenta enseguida de que la idea de incorporarse como langosta ha sido suya.
Los mencionados, que en realidad se encontraban en la cocina y a escasos metros de donde ha pasado Spencer, se miran con cara de circunstancias. Ya saben que no deben preocuparse por él. Carly tiene apenas cuatro años, pero está ayudando a su padre a preparar el pavo aunque se vaya a quedar en el congelador por un tiempo, en lo que su madre hace unas compras de último minuto.
Para el momento en que Spencer regresa de su viaje de dos pisos vía escaleras, ellos están terminando con la limpieza. Spencer jadea mientras se acerca a la cocina y su padre le alcanza un vaso con agua, que deja sobre la barra.
-¡Les tengo noticias! -grita Spencer luego de casi ahogarse.
-¿Otra vez incendiaste el teatro? -Aunque divertida, la voz de su padre también suena ligeramente molesta, después de todo, que su hijo incendie lo que sea es una probabilidad bastante real y constante en su vida.
-Ahhh -Spencer de verdad hace memoria, intentando recordar si en el registro diario de su mente quedó almacenada alguna información sobre incendios ése día en específico-, no -responde casi convencido.
-Entonces, ¿de qué es, hermano? -pregunta Carly, risueña, mientras toma una probada de lo que será el caramelo.
-¡Voy a salir en la obra escolar! Haremos el nacimiento de Jesús. A Calceto le tocó ser José y yo… -Carly y su padre lo miran expectantes-, ¡yo seré la langosta! -suelta victorioso, como si su parte fuese primordial.
Carly (que no recuerda la intervención de langosta alguna en el nacimiento) quiere corregirle; pero es detenida por un ademán de su padre, quien entiende las intenciones del profesor a cargo que no quiere a su hijo en escena, o lo deja pasar pero con una mínima participación. Piensa que va a tener que decirle un par de cosas después, pero por el momento lo deja estar. Ve a su hijo tiernamente, se lo ve entusiasmado y le revuelve el cabello con la mano.
-Entonces, campeón, ¡a ensayar!
-¡Sí! -grita y sale corriendo a su habitación.
Spencer llega a su cuarto y se echa en la cama sin pensarlo dos veces, saca el libreto de su mochila y hojea hasta encontrar su escena, lo han incluido pasándole unas mantas a María para que cubra al bebé. Spencer sonríe. Ama a su familia porque siempre aceptan sus ideas aunque sean de lo más estrafalarias. Apuesta a que se han dado cuenta enseguida de que la idea de incorporarse como langosta ha sido suya.
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