Jul 20, 2010 16:21
Si no estuviera gorda y vieja, me estaría dando “marometas” o “machincuepas” como dice mi mamá, de alegría.
La inmensa alegría que me da hablar contigo, saber de ti. Con oír tu voz, tu risa, saber de ti, me sacio, me quedo llena de ti.
Otra de las contradicciones en mí. De ti me sacio con tan poco. Con lo demás soy insaciable. Como demasiado, duermo demasiado. Compro o acumulo cosas de más, que a veces ni llego a utilizar.
Para todo soy intensa, lo quiero ya, y lo quiero a mi manera. No tengo mucha paciencia. Pero contigo. Hace semanas que quería saber de ti, que deseaba oírte, pero no lo hacía, marcaba el teléfono y colgaba. Me decidía a marcarte, pero no lo hacía. Hoy por fin no pude más. Te llame, pero no estabas. Me espere a que tú me llamaras. Yo esperar!!, eso es poco probable en mi que soy la desesperación andando, cuando quiero algo. Pero espere.
No pude más y te volví a llamar, todo me temblaba. Pero no hubo razón, fuiste tú y eso fue suficiente, así hubieras sido indiferente, áspero, yo hubiera sido igual de feliz.
Y con esto tengo hasta la próxima….