[EXO/LongFic] Something I Need, capítulo siete: Can't stop

Jul 30, 2015 18:41

Título: Something I Need
Fandom: EXO
Pairing: Chanyeol/Baekhyun + mención o aparición de otras parejas
Genre: Fluff, Slight!Angt, AU
Rating: M (16+)
Palabras: 4,405
Summary:
-¿Decepcionado?
Él se echó a reír.
-Sí.-Admitió.
A/N: Hola a todos, en está ocasión traigo conmigo actualización de este au chanbaek. Sí, sé que he tardado en actualizar como también sé qué es muy corto y no sé cuándo vuelva a subir otro capítulo pero haré todo lo posible para finalizar la historia. No tengo más que decir que por falta de inspiración y tiempo (ustedes pueden ver que los capítulos son largos aunque este no salió tan largo como quería) no había podido escribir de esta historia. He podido dedicarme a cosas cortitas pero, si no mal recuerdo, como he mencionado tardo un tanto en sacar los capítulo de la historia porque son extensos. Este capítulo lo he hecho corto porque es de transición al igual que el siguiente (pero no sé si será corto o largo). La historia en sí es muy simple por lo tanto no es extensa, así que procuro colocar todo lo necesario en los capítulos, así que enserio lamento la demora. Como había mencionado en el anterior capítulo, el kaisoo comenzará a salir más en la historia (con respecto a narración) y puede que me confunda porque tengo cabeza de teflón. Olvido lo que escribo y escribo bajo tiempo (porque el uso de m laptop es compartido e.e) por lo que no me da tiempo de leer los anteriores capítulos, me tomaría bastante tiempo así que si leen cosas que sean diferentes a los anteriores es completamente culpa de mi cabeza por olvidar las cosas pero una vez que tenga tiempo iré subiendo los capítulo que, pronto, serán corregidos por mi nueva beta (Lia ya no será porque sé que está realmente ocupada sin mencionar que no ha estado mucho online). Lanny la famosa autora de 23 encuentros + 1, 15 minutos y Relax Kuma será mi beta (ya la amo más a esa mujer). Dadle amor a mi beta preciosa. También mencionaré desde ya que comienzo la universidad en Agosto, no sé qué día, pero estoy a nada de comenzar clases por lo que puede que tarde más tiempo en subir capítulo pero me comprometí conmigo misma en acabar esta longfic. Puede que me vean subir otras cosillas porque daré prioridad a los escritos en los cuales me sienta inspirada (principalmente si son cortos). Las actualizaciones serán a paso de tortuga pero espero que todo valga la pena y estén disfrutando de la historia. Ahora sin más que añadir les dejo leer. Enjoy!
Pd: Texto beteado (puede que algunas cosas se le hayan pasado como a mi también que he revisado). Te amo mucho, Sofía. Gracias, gracias y gracias.
Pd2: Tenía el capítulo desde hace días pero me he mudado y no tengo internet en mi casa, por lo que hasta ahora lo estoy subiendo aprovechando que estoy en casa de mi prima.



7: {Can’t Stop}



Jongin rodó sobre su cama ensimismado. El recuerdo de esa tarde, en la que sus labios tocaron los de Kyungsoo, seguía aglomerándose en su cabeza cada segundo que pasaba. El propósito del beso era alejar completamente a Taemin de su vida y vaya que había funcionado. El problema es que ahora Jongin no podía sacar de su cabeza los suaves y rosáceos labios del chico más bajito. Claro estaba, también, el hecho que besarlo le había costado el labio roto.

Si le preguntasen en ese instante si es que se arrepentía de haber besado a Do Kyungsoo, su respuesta sería un completo no. Por supuesto que no se arrepentía de absolutamente nada. Sería absurdo decir que sí, cuando la realidad era que a él le encantó besarlo tanto como a Kyungsoo le molestó.

Ese fin de semana, que encontró por casualidad al más bajito en la plaza, jamás imaginó que terminaría probando el sabor de la boca del pequeño duende diabólico y mucho menos pensó que terminaría con un doloroso labio roto que, para su desgracia, fue la comidilla en la plaza después de que Taemin se había marchado. Kyungsoo le había dado un derechazo, bastante fuerte, que lo pasmó ante lo repentino del ataque. No creyó que lo golpearía, pero ahora se daba cuenta que Kyungsoo era capaz de muchas cosas.

-Jongin-ah -la dulce voz de la señora Kim irrumpió su colorido y doloroso recuerdo-. ¿Planeas seguir rodando en tu cama por más tiempo o bajas a tomar el desayuno? -cuestionó, burlona-. Llegaras tarde a la universidad.

Él sólo chistó y se paró de la cama.

-Ahora bajo -cuando tomaba su regular ducha de la mañana el pensamiento de Kyungsoo desnudo y bajo él surcó en sus pensamientos provocando, inevitablemente, una erección-. Maldita sea -gruñó-. Algo estás haciendo conmigo, enano.

Después de unos largos minutos en la regadera, ya vestido y con mochila en brazos, Jongin bajó a tomar el desayuno.

-No te lo pregunte, pero ¿te has vuelto a pelear, Jongin? -el repentino cuestionamiento de su madre lo sorprendió, pero entonces recordó a su madre curándole el labio.

-No mamá -respondió antes de llevarse el primer bocado de su desayuno a su, aún lastimada, boca.

-No te atrevas a mentir Kim Jongin -regañó la señora Kim-. ¿Quieres que le hable a tu hermano mayor para que te vigile?

El menor de los Kim rodó los ojos y negó.

-Mamá -comenzó-, no es necesario que llames a Junmyeon, ¿está bien? Suficiente tiene con cuidar de Yixing.

No sacaba mucho a colación el tema de su hermano porque no es que fuera algo que lo hiciera diferente. Ambos hermanos Kim eran como el agua y el aceite, además de que Junmyeon se había mudado desde hacía un tiempo con su novio chino, que era un despistado completamente. Chanyeol y, ahora, Sehun eran los únicos que sabían acerca de su hermano mayor. El primero, al contraría suyo, todos los días que iba a sus clases de guitarra miraba a Junmyeon. No solían hablar de nadie puesto que en cualquier momento podrían verse.

-Entonces confiesa, niño -continuó riñendo, la mujer, mientras cocinaba sabría Dios que cosa.

-No mamá -soltó-. Simplemente me golpeé -rio por el pensamiento que surcó su cabeza. Él no era ni por asomo torpe, eso se lo dejaba su cuñado Yixing, pero no sabía cómo explicarle a su madre como había conseguido un labio roto.

-Pero hijito tú no eres así de torpe -razonó, la mujer- ¿Has estado frecuentando a Yixing? -Jongin no pudo evitar que una carcajada escapara de sus labios, pero negó-. Más vale que no estés mintiendo niño.

Luego de eso, la conversación fue reducida a temas de la universidad, acerca de si iba continuamente a sus clases sin fallar y que no buscará problemas. Después de minutos de consejo y riñas por parte de la señora Kim, Jongin cogió sus cosas y salió de su casa para luego subir al auto, que sus padres le habían comprado. Jongin mordisqueaba sus labios, a pesar del dolor que sentía, por mera desesperación o algo, pero todo era por culpa de Kyungsoo, sí, definitivamente. Se había masturbado pensando en el enano, lo había besado y ahora más que nunca Kyungsoo era lo más hermoso que los ojos de Jongin habían visto nunca.

Fue como amor a primer golpe. Jongin admitía que le encantaba el carácter poco amigable de Kyungsoo. Era bajito, de piel nívea y muy bonito. Kyungsoo era perfección para Jongin. Estaba perdidamente enamorado y jodido. El pelinegro no sería fácil en ningún aspecto, pero él intentaría todo lo que fuera para tenerlo. Una vez que llegó a la universidad bajó del auto, no sin antes colocarse sus lentes de sol, provocando que se viera más guapo, provocando que atrajera rápidamente la atención de las chicas de alrededor.

El poco interés que le prestó a las miradas lascivas de las chicas -y algunos chicos-, a su alrededor, fue poco inusual en él. Había sido un tanto apático cuando se había cambiado de universidad, pero todo era por culpa del engaño de Taemin, sin embargo, ahora era diferente. Muy diferente. Nunca se le cruzó, por más que Chanyeol se lo había advertido, que terminaría queriendo a Kyungsoo para él. Pero es que vamos, Kyungsoo con su menudita figura y carácter atraía de sobremanera a cualquiera. Había sido sin querer, ahora debía luchar para conseguir completamente a Kyungsoo.

Caminó por los abarrotados pasillos hasta llegar a su casillero y metió unas cuantas cosas, antes de dirigirse a su aula. Sehun ya se encontraba en su lugar con su encantador novio. Jongin conoció a ambos chicos una vez que había entrado a esa universidad, cogiendo amistad rápidamente con el chico de cara estoica, mientras que Luhan le fue presentado por el primero como su novio. Una pareja bastante bonita a ojos de los demás, pero Jongin conocía la personalidad de cada uno de ellos; Luhan, por ejemplo, podía ser muy escandaloso, mientras que Sehun, siendo el menor, era un juguetón sin medio. Serio, sí, pero juguetón.

-Hey -saludó, Jongin, ocupando su lugar-. ¿Hay algún momento en que ustedes dos están separados? -cuestionó burlón.

-En las clases -respondieron al unísono. Jongin sólo rodó los ojos.

- ¿Seguro que no son hermanos y están cometiendo un acto incestuoso? -preguntó.

-Vete a la mierda Kim -espetó Sehun. Luhan reía sin algún reparo; esa sonrisa boquiabierta y que hacia aparecer unas arruguitas en la comisura de la boca.

-Ya, sólo bromeaba -canturreó el de piel apiñonada.

- ¿Sabes Jongin? -habló Luhan llamando la atención del nombrado-. Te notó algo diferente.

Sehun giró su cabeza, escrutándolo con la mirada, tratando de encontrar ese algo diferente que Luhan miraba.

- ¿Te has dado cuenta de que soy mucho más guapo que Sehun y quieres dejarlo por mí?

Jongin rio, después de haber recibido un puñetazo en el brazo por parte del menor.

-No, en realidad no -contestó, Luhan, palmeando cariñosamente la mejilla de su novio -. Te pasó algo lo suficiente bueno para tener una sonrisa así de grande por la mañana cuando, regularmente, tu eres un apático por las mañanas.

Jongin rio nuevamente, porque Luhan estaba en lo cierto.

- ¿Estuviste vigilándome el fin de semana, Lu? -toqueteó el brazo blanquecino de Luhan, para luego ser alejado por la mano de Sehun.

-Saca tus sucias manos de mi novio, puto -gruñó, Sehun, haciendo que Jongin riera más fuerte.

- ¿La época de apareamiento te está volviendo loco, Sehun?

Jongin esquivó el puñetazo que Sehun mandó en su dirección.

-Estás muy graciosito hoy -murmuró Sehun-. Busca a alguien más para joder.

-Pero Sehunnie, ustedes son perfectos para molestar; tú más -alegó Jongin, curvando sus labios en una sonrisa.

-Vete a la mierda -soltó, el más joven.

-Bien chicos -habló Luhan, al escuchar el timbre de inicio de clases-. Nos estaremos viendo más tarde -se inclinó y depositó un beso en los labios de Sehun-. Luego nos contaras que es lo que te tiene tan contento, Jongin.

Jongin sin embargo meneó la cabeza en señal de diversión, viendo desaparecer, por la puerta, a Luhan.

-Deja de ver a mi novio -bramó Sehun, haciendo que Jongin volviera a reír escandalosamente.

-Luhan tiene buen culo -tarareó, alegremente. Su compañero frunció el ceño.

-Te lo dejaré pasar porque Luhan realmente tiene buen culo -ambos se miraron en silencio antes de romper a reír más fuerte.

Una vez que el profesor entró a impartir clases, Jongin se acomodó en su asiento sin que la sonrisilla que estaba pintada en sus labios se borrara.

ʅʅ

- ¿Y bien? -cuestionó Sehun, después de tres horas continuas de clases.

- ¿Y bien qué? -Jongin le preguntó al menor, sin entenderle.

- ¿Por qué estás tan feliz? -curioseó-. Hace unos meses estabas hecho mierda por un engaño, ¿no? -lo miró; sus mechones rubios cenizos caían por el perfilado rostro de Sehun-. ¿Es que volviste con la zorra que te ha puesto los cuernos, Kai? ¿Es eso lo qué te trae tan feliz?

- ¿Qué? No -respondió-. Lo de Taemin ya fue, lo he superado -Sehun arqueó la ceja, no creyéndole en lo más absoluto-. Ahora sí que lo he superado -aseguró.

-Entonces, si no es por Taemin que estás como un bobo sonriendo, ¿qué es lo que te está haciendo tan feliz?

Jongin dirigió sus ojos hacia donde estaba Sehun recostado en la pared.

-Luhan, definitivamente -contestó, mientras una sonrisita se le dibuja en los labios. Le encantaba fastidiar a Sehun con Luhan porque sabía que el menor era demasiado celoso.

-Que te den -respondió, sin más, el de cabello rubio cenizo.

-Sólo he encontrado a alguien -Sehun asintió lentamente-. Es una persona con un carácter fuerte, pero es muy bonito. Dedicado en lo que hace y, por lo que he visto, buen amigo.

-Te gusta demasiado, ¿eh? -rio Sehun, y Jongin lo miró con la sonrisita que no había desaparecido desde que había despertado esta mañana.

Los pequeños minutos que tuvieron de descanso pasaron más rápido de lo que hubieran querido y retomaron las aburridas clases, según Jongin, quien se dedicó la mayor parte del tiempo en pensar en Kyungsoo. Lo que menos esperaba encontrar en su nueva universidad era el amor, que había dejado de sentir por el engaño de Taemin, pero resultó que el pelinegro despertaba más de una sensación dentro de Jongin.

Kyungsoo era misterio y ternura a la misma vez. Al ser callado y reservado, hacía despertar el interés de las personas, y esa complexión esbelta con el rostro fino y delgado, como un muñeco, le hacía verse encantador. Kyungsoo era una mezcla perfecta ante los ojos de Jongin y este último no podía pedir más. Sí algo caracterizaba a Jongin era su lado luchador -e insistente-, y Kyungsoo sería algo más que un simple conocido. Kyungsoo, a partir de ahora, sería el todo de Jongin.

Cuando el timbre para ir a tomar el almuerzo sonó, Jongin se despidió de Sehun y Luhan -quien recién había llegado-, para ir en busca de Chanyeol. Caminó con parsimonia por los pasillos, escuchando el murmullo de las pláticas de a su alrededor; algunas de estas eran acerca de él. Era apuesto, no iba a negarlo, pero las tetas no le iban en lo más absoluto. Puede que él coqueteara con las chicas, pero para ir a algo más allá sería imposible. Cuando llegó a los comedores de la cafetería, se dirigió a la mesa donde siempre podía encontrar a Chanyeol con Kyungsoo. Además de ver a su amigo, Jongin quería ver a Kyungsoo. El pensamiento de recibir otro puñetazo cruzó en su cabeza, pero en está ocasión no le daría esa oportunidad al más bajito, por supuesto que no, pero sí que estaba dispuesta a tomar, una vez más, los labios ajenos.

-Hey -llamó Chanyeol a lejos, agitando sus manos, de un lado a otro, en forma de saludo-. ¿Qué hay bro? -cuestionó con su típica sonrisa.

Jongin sabía que era común ver a Chanyeol con esa amplia sonrisa, pero él sabía diferencia de la habitual, con una más grande y resplandeciente como la que tenía ahora Chanyeol.

-Hey, Yeol -saludó Jongin, colocándose a su lado-. ¿Dónde está Kyungsoo?

- ¿Kyungsoo? -se encogió de hombros-. Llegó de mal humor hoy. No sé qué ha pasado con él, pero estuvo muy distraído y maldiciendo a todo mundo. ¿Por qué? -curioseó.

-Es que, regularmente, está aquí cuando vengo -dijo lentamente-. Está demasiado molesto entonces ¿eh?

Jongin miró como el gigante enarcaba una ceja, al tiempo que a él se le dibujaba una burlona sonrisa en los labios. Hoy su día estaba siendo magnifico.

- ¿Tú tienes algo que ver con su mal humor? -cuestionó, Chanyeol-. Ha estado bastante furioso con algo que, al menos a mí, no me ha contado. Le he preguntado pero se pone a gritar e insultar; temo por mi vida ¿sabes?

-Puede ser -se encogió de hombros, el apiñonado-. Déjalo estar, se le pasará pronto -cuando lo haga mi novio, quiso añadir, pero eso lo hablaría después con el gigante, porque podría llegar a una equivocada conclusión, por ejemplo, sexo por despecho. La realidad es que Jongin lo quería más que para sexo. Kyungsoo era como la pieza que le hacía falta.

- ¿Qué has hecho ahora, Jongin? -el gigante negó-. Bueno, quería decirte algo muy importante.

Jongin lo miró curioso por unos segundos, antes de volver a buscar entre el montón de alumnado, la menuda figura de Kyungsoo.

-Hum.

-Me pasó algo increíble el fin de semana -soltó con emoción, el gigante, y Jongin quiso añadir que a él también, pero primero dejaría hablar a Chanyeol. Sabía que si su amigo estaba emocionado no pararía de hablar hasta llegar al final-. Creo que esto es lo mejor que me ha pasado después de lo de Dara.

Jongin rápidamente le dirigió una mirada de completo interés al gigante.

- ¿Qué? -preguntó, incrédulo-. ¿Qué estás tratando de decirme? -cuestionó antes de echar otra mirada alrededor en busca de Kyungsoo. Entonces una mata de cabello oscuro y cuerpo pequeño aparecieron en el campo de visión de Jongin quien olvido por completo a Chanyeol y se puso en sus dos pies.

- ¡Jongin! -llamó, Chanyeol- ¿A dónde estás yendo?

-Hablamos luego, Yeol -se despidió Jongin, abriéndose paso entre el montón de estudiantes, mesas y sillas.

Tenía que alcanzar a Kyungsoo antes que desapareciera de su campo visual. Miró salir de la cafetería la pequeña figura de Kyungsoo y entonces pensó que no podría alcanzarlo así que, entre empujones, se abrió camino para alargar su mano y sujetar el brazo del pelinegro. Los ojos de Jongin chocaron con los orbes oscuros del más bajito y este último frunció el ceño, soltándose rápidamente del agarre del más alto.

-Hey -llamó, al tiempo que caminaba tras de Kyungsoo, pero el silencio fue su única respuesta.

-Largo -bramó, el pelinegro.

-Claro, pero después de que hables conmigo -tarareó Jongin, siguiendo los cortos, pero veloces, pasos de Kyungsoo, quien trataba de huir-. Venga, hablemos -continuó.

- ¿En qué idioma quieres que te lo diga, Jongin? -cuestionó Kyungsoo, irritado, y Jongin se contuvo de soltar una risa. El más alto caminó más rápido, adelantando al bajito para quedar frente a él-. Largo. Desaparece de mi vista, si no quieres que te vuelva a golpear por idiota.

-La violencia es de pésimo gusto, Soo - canturreó alegremente el apiñonado, sonriendo burlón por el mohín de disgusto del pelinegro.

-Puedo perder mi buena educación frente a estúpidos cabezas huecas como tú, Jongin -bramó Kyungsoo.

-Hm -ronroneó-. Me encantaría ver eso -soltó, al tiempo que se detenía en uno de los pasillos vacíos, al ver que el pelinegro ya no caminaba-. ¿Qué? ¿Ya te has rendido y vamos hablar? -cuestionó.

-Voy a romperte la cara si no me dejas en paz, Kim Jongin -gruñó ofuscado Kyungsoo y Jongin alzó la ceja, soltando risitas divertidas-. ¿Te estás divirtiendo? -enfureció.

-Sí -admitió-. ¿Podemos hablar ahora? -preguntó el más alto, mientras observaba la mirada llena de incredulidad en la cara de su acompañante.

-Vete a la mierda.

Kyungsoo empujó a Jongin, abriéndose camino hacía alguna parte, pero Jongin no se rendiría tan fácil. No por lo menos con Kyungsoo, porque sabía que el pelinegro era alguien por quien luchar. Eso era lo que Jongin pensaba acerca de Kyungsoo y definitivamente nunca lo dejaría ir, primero hablarían, quisiera o no el otro, y entonces Jongin le haría la propuesta de tener una relación durante toda la vida. Sí, algo tonto y cliché, pero Jongin, con toda y la pinta de ser un chico coqueto, seductor y poco serio, era un romántico empedernido que era fiel y entregaba de sí mismo en la relación.

-Soo -tarareó -, ¿puedes detenerte ya o tengo que perseguirte todo el día? -cuestionó, caminando a pasos armoniosos, siguiendo al pelinegro-. Incluso podría ir a buscarte a tu casa, esperarte fuera de la universidad e incluso ir a tus clases de canto -avisó, decidido.

- ¿Qué? -cuestionó Kyungsoo, pero negó rápidamente -. No te creo.

-Ponme a prueba y verás.

Jongin se detuvo a escasos centímetros del otro, ante la repentina quietud de Kyungsoo, quien lentamente se giró para encarar al más alto, y, entonces, ojos marrones y oscuros chocaron los unos con los otros.

- ¿Qué carajos quieres? -cuestionó-. Tú y yo ni siquiera tenemos nada de qué hablar.

-Por supuesto que si -interrumpió Jongin -. Necesitamos hablar acerca de lo que ocurrió el fin de semana.

- ¿Lo del fin de semana? Jongin, tú fuiste el que me besó, y ya te he golpeado por ello. Nosotros definitivamente no tenemos nada que hablar acerca de eso. Déjalo estar. Incluso no entiendo, ¿por qué demonios quieres hablarlo? Yo debería estar diciendo esto, no tú, pero da el caso de que a mí no me importa en lo más absoluto. No me importa, así que déjame en paz.

-Claro que debe importante -soltó Jongin-. A mí me importa y mucho -confesó-. Me gustas. Me gustas muchísimo, Soo -el nombrado abrió desmesuradamente los ojos por lo que, Jongin, como si fuese lo más normal, decía -. Vas a ser mío.

- ¿Qué? Jesucristo, Kim, ¿te has golpeado la maldita cabeza? -Interrogó aún incrédulo-. Mira, lo que debes de hacer es girarte y largarte. No es bueno para ti lo que sea que te hayas fumado, inyectado u inhalado, no me importa, pero ni siquiera me menciones a mí en tus putas conversaciones, maldito adicto.

Jongin rio por lo que su acompañante decía y llegó a la conclusión de que Kyungsoo tenía una gran imaginación.

-Eres tan gracioso, Soo -espetó Jongin-. Pero no, no soy ningún adicto. En realidad lo que te estoy diciendo es precisamente lo que estoy sintiendo. Me gustas, por lo que quiero hablar acerca de nosotros.

- ¿Cuál nosotros, Jongin? -rio Kyungsoo-. En verdad, basta o de verdad te golpearé-. Jongin rodó los ojos antes de caminar hasta reducir la distancia que los separaba para convertirlo en nada -Aléjate, hablo en serio.

- ¿O si no qué? -cuestionó, retándolo.

-Te golpearé -respondió Kyungsoo, quien caminaba para alejarse, pero cuando el daba un paso hacia atrás, Jongin daba uno hacia adelante. No sabía cómo, ni en qué momento, pero cuando se percató su espalda había chocado con uno de los casilleros del pasillo y se maldijo-. En serio te golpearé -advirtió.

-Inténtalo -dijo Jongin, y entonces Kyungsoo alzó el puño para dirigirlo hacía el más alto.

Sin embargo, Jongin cogió la pequeña mano del pelinegro, para luego pegarse completamente al cuerpo ajeno y unir sus labios. Jongin sintió luchar a Kyungsoo durante el beso, pero mientras se prolongaba el más bajito comenzaba a perder fuerza y Jongin lo presionaba más entre el casillero y su cuerpo. Kyungsoo intentó tomar aire y Jongin aprovechó ese pequeño momento para meter su lengua dentro de la cavidad bucal del bajito. Los segundos se sintieron eternos, y, cuando Jongin pensaba que él no recibiría respuesta por parte de su acompañante, Kyungsoo comenzó a corresponder el beso.



Chanyeol miró la espalda de Jongin alejarse poco a poco. No entendía a su amigo, no, para nada. Él quería contarle acerca de Baekhyun, pero ahora tendría que esperar, puesto que Jongin tenía otras cosas importantes por hacer y él estaba completamente solo. Entonces el recuerdo del fin de semana se aglomeró en su cabeza y una estúpida sonrisa se expandió por sus labios.

Debía admitir que no creyó que Baekhyun dijera sí en el momento de proponerle comenzar a salir, no al menos ante el repentino beso que se habían dado, pero entonces comprendió que la atracción era mutua y que no necesitaba más tiempo. Los besos de Baekhyun esa tarde se habían vuelto adictivos para Chanyeol, que después de escuchar el sí del bajito volvió a besarlo.

Chanyeol podría nadar en una nube de felicidad ahora. No, él en realidad nadaba en una nube llena de felicidad. Estaba demasiado feliz. Chanyeol pensó que no podría volver a sentir las experiencias de un roce de labios o caricias desde lo sucedido con Dara, pero entonces Baekhyun llegó a su vida tan inesperadamente que toda esa mentalidad de no poder volver a querer a alguien tanto como había querido a Dara se había esfumado para siempre.

Baekhyun había sanado heridas que, según Chanyeol, no terminaban de sanar pero lo que realmente necesitaba era volver a amar y definitivamente Baekhyun era esa persona. El castaño era una criaturita hermosa tanto física como emocionalmente. Era alguien que encajaba perfectamente con él y sabía que era demasiado pronto pero lo amaba como jamás había amado a alguien o algo.

Baekhyun era como la pieza faltante de un rompecabezas en su vida. Encajaba tan perfectamente bien entre sus brazos, los besos eran lentos y había algo que siempre estaba alrededor de ambos que los cautivaba, atrapaba y arrastraba al fondo de un mundo donde solo existan los dos.

Había muy pocos motivos que hicieran realmente feliz a Park Chanyeol. Su familia y amigos entraban ahí, pero ahora Baekhyun era otro motivo más para que él fuese feliz. Mucho, en realidad. Desde que había roto con Dara, las cosas acerca del amor habían sido las menos importantes e irrelevantes en su vida. Con Dara las cosas se habían torcido tanto que hubo un momento que se desconoció a sí mismo. Y todo por amor; uno que no valía todos los esfuerzos que el gigante había hecho al tratar de remediar el sinfín de problemas que tenían. Entonces Dara se volvió difusa. Chanyeol nunca había conocido a alguien con una personalidad tan asquerosa como lo había tenido Dara. Ella era mentirosa y causaba daño sin importarle nadie más que sí misma.

Dara y él eran como el blanco y negro. Eran distintos en todos los sentidos. Dara era una chica bastante manipuladora, engreída, controladora, egocéntrica y mentirosa. Chanyeol en cambio era un chico bastante sencillo, tranquilo, no mentía y sonreía mucho todo el tiempo. Él, principalmente, aborrecía completamente las mentiras. Las odiaba tanto como odió alguna vez a la chica.

Baekhyun en cambio era todo lo contrario de Dara. No era egocéntrico, ni manipulador, mucho menos mentiroso. Baekhyun era como un ángel. Chanyeol jamás había querido a Dara como lo hacía con Baekhyun. Baekhyun era como el blanco inmaculado de un lienzo listo para crear una obra de arte. Baekhyun era perfecto ante los ojos del gigante, era todo lo que una vez Chanyeol deseó en su vida. Muy tonto y de un soñador que vivió una relación engañosa y llena de mentiras, sí, pero puro e inocente el amor que sentía por Baekhyun. Con Baekhyun todo era diferente. Baekhyun no era Dara. Nunca lo sería.

Sabía que mantener pensamientos acerca de la última, y de hecho la única, relación que había tenido era patético y ya no importaba. Ya no. Su cerebro sólo podía registrar: Baekhyun, Baekhyun, Baekhyun y sólo Baekhyun. Tal vez Chanyeol simplemente se dejaba entregar completamente a sí mismo, así era él y no pensaba cambiar. Chanyeol daba todo de sí en una relación y lucharía por ella si valía la pena.

Comprendió muchas cosas durante el tiempo que se separó de Dara y entendió que él no había cometido los suficientes errores para llevar a la ruina su relación, él había dado todo lo que podía, pero su romance con Dara no daba para más. La relación que recién comenzaba, y pensaba mantenerla hasta que diera lo último de sí. Comprometedor, como él. Simplemente haría todo para que Baekhyun y él nunca se separaran. Incluso sí podía -y trataría- daría el paso del matrimonio. Sí, muy apresurado, pero cierto. Sí las cosas iban bien con Baekhyun -que no dudaría que tendrían unos cuantos problemas como cualquier pareja-, después de juntar un considerable montón, haría un hogar para ambos. Todo esto no se lo contaría a Baekhyun, no, por supuesto que no. No quería asustarlo con sus planes apresurados cuando recién comenzaba su relación, pero así de romántico y serio era Chanyeol. Él simplemente no podía parar todos los sentimientos que tenía para Baekhyun.

-¿Gigante? -la cantarina voz de Baekhyun lo hizo salir de sus pensamientos, y encontró los risueños ojos del más bajito.

-Hey, hola -saludó Chanyeol, con una amplia sonrisa-. ¿Acabas de llegar? -cuestionó.

-No -respondió-. Tiene tres minutos que llegue y dos minutos tratando de llamar tu atención, ¿qué estabas pensando? -rio divertido el castaño.

-En ti -confesó-. Mi cabeza sólo te tenía a ti. Eres lo mejor que me ha pasado en bastante tiempo, Baekhyunnie -dijo tranquilamente el alto, provocando que un lindo sonrojo apareciera en las blanquecinas mejillas de Baekhyun.

-Basta, estás avergonzándome -murmuró lindamente el castaño-. ¿Vamos a otro lado? -Chanyeol no entendía por qué no podían quedarse en la cafetería, pero eso era lo de menos realmente. Él prefería cualquier lado en tanto que Baekhyun estuviese a su lado.

-Sí -asintió, arrastrando la silla y poniéndose en sus dos pies-. Vamos -cogió la mano de su pequeño novio y salió de la cafetería con Baekhyun a su lado sonriendo e ignorando por completo las miradas que eran lazadas a su dirección.

Para Chanyeol era simplemente Baekhyun en ese momento, olvidándose absolutamente de todo y todos. Realmente Chanyeol no podía parar de tener estas emociones que sentía por Baekhyun.

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