Solo una taza de café..
Una taza de café caliente es el líquido vital que me mueve durante el día, es lo más placentero, fácil, y útil (por qué no?) de todas mis horas juntas, bueno tal véz exagero un poco, pero de que es vital, es vital.
Durante el invierno es fundamental, tanto para empezar como para terminar el día, sobre todo porque soy una friolenta crónica y el invierno no ha sido particularmente amable conmigo este último año, así que una taza de café calientes es reparadora.
El caso es que esa estación hace rato que se acabó y ahora en mi país, particularmente en la pequeña ciudad fronteriza en que la radico estamos viviendo una ardiente primavera, 39 o 40 grados centígrados es normal a estas alturas, y pues una botella de agua bien fría a la mano no está mal. Con una primavera tan cálida mis hábitos alimenticios cambian, menos apetito y mucha más sed.. es lo obvio.
En tales condiciones sofocantes es difícil creer que una taza de café caliente se antoje, el sopor que existe en el aire lo inpide.. pero anoche con muchos grados encima no pude resistir degustar una "gran taza de café bien caliente.." la sentí tan reparadora como siempre, creo que la disfruté y la sufrí al mismo tiempo, pero pues valió la pena. Valió la pena y seguramente continuaré con este hábito de años otro día o noche.
Hoy tengo ganas de una gaseosa fría más que de una taza de café.. pero influye que ésta sea una noche más cálida que la de ayer.. pero bueno es lo que hay..
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Durante el invierno es fundamental, tanto para empezar como para terminar el día, sobre todo porque soy una friolenta crónica y el invierno no ha sido particularmente amable conmigo este último año, así que una taza de café calientes es reparadora.
El caso es que esa estación hace rato que se acabó y ahora en mi país, particularmente en la pequeña ciudad fronteriza en que la radico estamos viviendo una ardiente primavera, 39 o 40 grados centígrados es normal a estas alturas, y pues una botella de agua bien fría a la mano no está mal. Con una primavera tan cálida mis hábitos alimenticios cambian, menos apetito y mucha más sed.. es lo obvio.
En tales condiciones sofocantes es difícil creer que una taza de café caliente se antoje, el sopor que existe en el aire lo inpide.. pero anoche con muchos grados encima no pude resistir degustar una "gran taza de café bien caliente.." la sentí tan reparadora como siempre, creo que la disfruté y la sufrí al mismo tiempo, pero pues valió la pena. Valió la pena y seguramente continuaré con este hábito de años otro día o noche.
Hoy tengo ganas de una gaseosa fría más que de una taza de café.. pero influye que ésta sea una noche más cálida que la de ayer.. pero bueno es lo que hay..
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