Sep 15, 2009 00:32
No creo que exista un momento ideal para escribir o por los menos no lo hay para mi, pero sí creo que hay momentos en los que resulta inoportuno.
Yo tengo tres pasatiempos: dibujar, escribir y leer. Puedo leer el maravilloso trabajo de otras personas durante horas, generalmente lo hago por las noches, no tengo problemas con eso, pero también escribo y dibujo y es ahí donde se me complica.
Sucede que yo sólo escribo cuando el impulso es grande y la necesidad asfixiante, y cabe la casualidad que siento esto generalmente cuando tengo otras obligaciones por hacer, ya sea estudiar un libro completo para un parcial de la universidad o mientras estoy en proceso de armar algún trabajo igual de importante, pero cuando siento ganas de escribir, tengo que escribir!, así que lo hago, dejo de lado por un momento todo lo que estoy haciendo y me desahogo en una hoja de papel.
¿Contraproducente? Claro que sí, pero no puedo evitarlo.
Ponerme fecha y hora para hacerlo no me funciona, la inspiración no me llega, siento la creatividad condicionada.
Algo parecido pasa cuando siento deseos de dibujar, pero puedo resistirlo mejor, porque sé que un momento no basta para satisfacer ese deseo, necesito una mañana, una tarde, incluso un día para concluir un trabajo medianamente bueno. Por supuesto que influye el hecho de qué tal pinte el día, como esté de humor entre otras cosas.
Quizás sólo debería habituarme a seguir una rutina para escribir, días, fechas horarios.
Quizás… quizás más adelante.
divagaciones