Reto: AU (de
glee_esp)
Fandom: Glee. Mulan!AU.
Pairing: Tike.
Rating: PG
Extensión: 1267 palabras
Advertencias: Spoilers de todo Mulan, of course.
Notas: Esto no es un fic Tike!Mulan como me hubiese gustado, porque no sirve para escribir esa clase de cosas. En cambio, es un sort-of-meta-hecho-fic ubicado luego del final de la película. No les cambie los nombres, porque es mucho más fácil de entender así. Also, no uso ninguna concepción social real de la época, porque mi nivel de historia sucks, y porque me baso en el argumento de la película y, por consiguiente, en los mensajes que yo creo que la película intenta enviar. Obviamente, esto es todo lo que Disney nunca nos mostaría, porque no creo que estuviesen muy de acuerdo con mi feminista!Tina. Por favor, no me destrocen, que simplemente es una idea que llevaba cierto tiempo rondando en mi cabeza, y quería escribirla para el reto, porque there's no way in hell que termine- o siquiera empiece- mi otra idea antes de que se pase el tiempo del reto.
- Has estado horrendamente callada desde que vine a verte, Tina. Si mi presencia molesta en la casa, sólo tienes que decírmelo.
Ella se da vuelta para mirarlo y no le sonríe, pero le hace un gesto con la cabeza y le deja un lugar para que él se siente a su lado junto al estanque.
- No es por ti.- Dice finalmente después de varios minutos de silencio.
- ¿Qué?
- El silencio no tiene nada que ver contigo, Mike.
- Oh. ¿Puede saberse que es lo que tiene tan preocupada a la heroína de China, entonces?
- No me digas así.
- ¿Por qué no?
- Porque no y ya.
Se sucedieron unos cuantos minutos más de incómodo silencio, y cuando finalmente Mike está a punto de levantarse para dejarla en paz, Tina lo retiene tomándolo de la manga de la camisola que él lleva puesta.
- No te vayas. No es personal contigo.
- Pues lo parece. Estoy aquí para escucharte y ayudarte, pero no puedo hacerlo si tú no quieres que lo haga.
- Simplemente estoy un poco… abrumada por todo lo que ha pasado en las últimas semanas.
- Lo entiendo. Has pasado por muchas cosas muy rápido, y no has tenido suficiente tiempo como para asimilarlo todo.
- No es eso… ni siquiera es la impresión de una guerra a la cual no estaba preparada para enfrentarme, porque no importaba cuanto tratases tú de advertirnos y educarnos, nosotros no podíamos dejar de tomarla como un juego hasta que la cruda realidad nos golpeo en la cara. Está bien. Es duro, es terrible, pero es una realidad, y es una realidad que existe. La guerra es un desastre para los pueblos, pero es algo que heredamos de generaciones y generaciones, es algo que llevamos en la misma sangre, es algo que convive con nosotros en el día a día. Es algo que no quiero aceptar, pero también es algo que no puedo cambiar. Pero hay tantas otras cosas que no quiero aceptar, y que es aún más difícil convivir con ellas, porque son cosas que sé que podría cambiar.
- ¿Cómo qué?- Pregunta él, y ella opta por ignorar el ligero tono de condescendencia que cree percibir en su voz.
Tina se voltea para mirarlo directo a los ojos y responderle con otra pregunta.
- ¿Me llevarías contigo si hubiese otra guerra, Mike?
Puede ver la duda resplandeciendo en sus ojos, y sabe con una certeza ineludible que él no va a decir No, porque te quiero, pero que definitivamente lo piensa.
- Por supuesto que sí. Eres un excelente soldado.
- Pero no llevarías a otra mujer.
- No, claro que no.
- Y si no se hubiese dado el hecho fortuito de que yo decidí ocupar el lugar de mi padre, jamás te hubieras enterado de que soy un excelente soldado. Y si no se hubiese dado el hecho fortuito de que te salvé la vida, estaría muerta, a pesar de ser un excelente soldado. Y si no se hubiese dado el hecho fortuito de que salve al Emperador, sería una deshonra, a pesar de ser un excelente soldado y haberte salvado la vida. ¿No te das cuenta de lo estúpido que es, Mike?
- Tina…
- No, no, está bien. No pretendo que lo entiendas. No has estado nunca en esa situación de que no sirves para hacer lo que debes, y no puedes hacer lo que sabes, y no pretendo que lo entiendas. Porque quizás no tenga toda la fuerza y la habilidad que hagan falta, pero tengo la inteligencia, y definitivamente tengo la voluntad. Y no puedo ser la única mujer en el mundo que tenga capacidades que no se condicen con lo que se supone que debe hacer.
- Pero, Tina, no podemos llevar mujeres a la guerra. ¿Qué pasaría con las familias, y con las tradiciones? ¿Quién cuidaría de los niños y de los ancianos? Las mujeres son la base de nuestra sociedad, son las que mantienen nuestra historia y nuestras costumbres, sin ustedes, no seríamos más que un puñado de dementes corriendo de guerra en guerra, son ustedes quienes mantienen nuestra coherencia como pueblo; ustedes, que encarnan nuestros cuentos y nuestras canciones.
- ¡Pero tal vez alguna vez nosotras también quisiésemos ser sudor y sangre, Mike! No tienes ni la mínima idea de lo difícil que es para una mujer ver partir a sus hombres a la guerra uno por uno, primero a su padre, luego a su marido y finalmente a sus hijos, solamente para verlos volver derrotados, destruidos o muertos. ¡No tienes ni una idea de lo que es! Y ni siquiera es solamente eso, porque eso es solamente el comienzo, Mike, solamente el comienzo. Porque hay mujeres que quizás quieran hacer la guerra por el placer de la guerra, de la misma manera que un hombre desea hacer la guerra. ¡Y tampoco estoy hablando solo de la guerra! Estoy hablando de la educación, y del trabajo y de la vida, Mike, de la vida. ¿Por qué privarnos de tantas posibilidades de la vida, si tenemos la inteligencia y sobre todo la voluntad, simplemente por un deber y una tradición?
- Tina, estás temblando.- Es lo único que dice Mike al tomarla de los brazos, y ella se relaja ante el contacto, porque está tan tensa que le duelen los músculos, y el cuerpo de Mike no se siente exactamente como un lugar seguro, sino más bien como algo cercano al hogar.- Te entiendo. O creo que te entiendo, al menos desde mi manera de ver las cosas. Pero estás hablando de algo que es mucho más grande que nosotros, Tina. Mucho más grande que nosotros, y que nuestros padres y que los padres de nuestros padres. No es algo para que discutamos banalmente al lado del estanque… pero tampoco es algo para que te obsesiones pensando día a día, y consumas tu vida en ello. Tienes que dejarlo ir, Tina. Estoy seguro de que encontrarás la forma de hacer llegar al mundo el cambio que el mundo necesita, porque todos hemos visto que has nacido para ello, Tina. Pero no ahora.
Tina esconde la cabeza en los brazos de él, porque no soporta bien la frustración y la inactividad, pero Mike tiene razón. A fin de cuentas, siempre fue el más razonable y lógico de los dos. Quizás el cambio debiera esperar un año, diez, cien o mil para empezar, pero ella encontraría la manera de introducir su pequeño grano de arena para que el cambio tarde o temprano fuese un hecho, porque el cambio debía ser hecho, y si había algo que Tina era, era determinada.
- ¿Hubiese cambiado algo si nunca hubieses sabido que era una mujer?- pregunta finalmente, su voz amortiguada por estar hablando contra la ropa de él.- ¿Hubiese cambiado algo si nunca hubieses descubierto que era Tina, y hubieses pensado siempre que era Pink?
Él le acaricia el pelo y sonríe.
- Hubiera creído que estaba volviéndome loco, porque ya desde ese entonces eras mi debilidad y mi ejemplo.
- ¿Con pelo corto y todo?
- Con pelo corto y todo.
- Creo que lo que acabas de decir sólo acaba de probar mi punto a niveles insospechados.
- Puede ser. Quizás. Lo que verdaderamente me importa, es que al final de cuentas te obtuve a ti de la aventura.
- Veo que no estás hecho para el futuro y los grandes cambios.
- No, pero estoy hecho para verte a ti. Y quizás eso nunca sea suficiente para tí, pero para mi lo es todo.