Fandom: Glee- RPF
Título: De novias y cualidades. Parte I: Chris
Personajes: Darren Criss. Chris Colfer.
Parejas: Leve Chris Colfer/Darren Criss.
Extensión: 1555 palabras
Notas: Basado en las
declaraciones de Chris sobre la novia de Darren en la alfombra roja del evento de la revista Times relativo a la elección de las 100 personas más influyentes (entre las que se encuentra Chris Colfer). Mia es la novia de Darren, muchas gracias
Advertencias: Ninguna.
Ha pasado tan solo un segundo desde que la pregunta ha salido de labios del entrevistador, y Chris piensa que está sintiendo tantas emociones al mismo tiempo que va a explotar en cualquier momento.
El primer pensamiento que le viene a la mente es qué horrorosamente prototípico es ese concepto de que todo lo relacionado con Broadway apunta a una flamante homosexualidad. En otro momento de su vida, Chris hubiera pensado que era una clara demostración de homofobia, pero hoy en día, ha vivido tantas cosas, y ha conocido a tanta gente, que tiene cuidado en hacer un juicio tan apresurado por cualquier cosa. Quizás el periodista está tratando de ser ingenioso; quizás simplemente ha dicho lo primero que se le vino a la cabeza, y luego le costará dormir recordando la escena y lo tonto que se siente al respecto; quizás lo obligan a hacer comentarios de ese estilo, y no puede rehusarse porque necesita el trabajo desesperadamente. Chris se dice que quizás él le da demasiadas vueltas a las cosas, y el tipo solo es un idiota.
Junto con ese pensamiento, se le agolpan la rabia y el cansancio sobre el acoso constante sobre la sexualidad de Darren. A Chris le gusta pensar en sí mismo (y por consiguiente en Darren, y en cada ser humano que conoce, y en cada ser humano que no conoce, pero que valdría la pena conocer) no solo como alguien que puede ser independiente de su sexualidad, sino como alguien que va más allá de ella. Chris se ha aceptado como es hace mucho tiempo, y en su concepto de sí mismo la homosexualidad va de la mano con el sonambulismo, la voz aguda, los ojos verde-azules, el frikismo, el ingenio, la inhabilidad para cocinar. Son sus cualidades, y Chris no las clasifica en buenas o malas, simplemente las deja ser. Quizás quisiera cambiar alguna, a veces, pero, a la larga, sabe que todas ellas lo han ayudado a ser lo que es hoy y a lograr lo que ha logrado, y eso es algo que no cambiaría por nada.
Le gustaría que el resto del mundo pudiese hacer lo mismo con Darren. Le gustaría que pudiesen centrarse en el maravilloso corazón de Darren y su completa inhabilidad para lastimar siquiera a una mosca. Chris ve todas las cualidades de Darren- los ojos hazel, el impresionante conocimiento musical, la inocencia, el exceso de confianza, la extroversión, la necesidad de contacto físico- y la única clasificación que hace es entre aquellas que adora y aquellas que debe aprender a aceptar con buena voluntad y una sonrisa. Le gustaría que el resto del mundo pudiese ver a ese Darren que tanto bien ha hecho en la vida de Chris sin que importase ni por un segundo si le gustan las chicas, los chicos o los perros.
Entre esa avalancha de sentimientos, el último que Chris puede identificar es el agobio. Chris está acostumbrado a los periodistas y sus preguntas incómodas, que claramente no tiene deseos de responder. En el pasado, ocasionalmente recibía alguna pregunta sobre Lea, Dianna o Cory, preguntas personales o desubicadas, o sobre detalles del show que no conocía o no podía o no quería dar, y había aprendido a manejar esas situaciones con tacto y hasta buen gusto. Pero desde que Darren había entrado al show, la tendencia de los periodistas había cambiado abruptamente. Chris no se acostumbra a la responsabilidad de tener que responder preguntas sobre alguien más de forma sistemática, consistente y constante, porque se puede evitar la primera pregunta como un ninja, pero no la decimosexta. Chris quisiera que no le preguntasen sobre Darren, porque puede hacerse cargo de lo que dice de sí mismo, pero se sentiría terriblemente mal si llegase a decir algo que incomodara o molestase a Darren.
Son demasiados sentimientos, y Chris sabe que cada segundo es fundamental, porque cada segundo que tarde en responder es un leño que alimenta la llama de la duda, y ese es el último efecto que quiere lograr. Es entonces que se ríe, con esa risa forzada que tiene cuando está incómodo, pero le importa más bien poco, porque duda que el periodista lo note, ya sea porque se está haciendo el tonto, lo tienen obligado, es un idiota, o lo que sea. Concéntrate, Colfer.
- No, I don’t think so. I’ve met his girlfriend.
Lo hecho, hecho está.
Chris se sonríe un poco más y reafirma lo que acaba de decir. A la avalancha de sentimientos anteriores, ahora debe agregar la falta de aire que le hace sentir que le pecho le va a explotar en cualquier momento. Genial, Colfer. Alguien no va a dormir esta noche.
No es hasta varias horas después que Chris se lo comenta a Darren. Se lo suelta como una bomba, sin anestesia.
- He dicho que conozco a tu novia. Ya sabes, para que no me hagas quedar como un idiota si puedes evitarlo, muchas gracias.
Darren abre mucho los ojos, pero no expresa ningún otro síntoma de trauma. A Chris le gusta eso de él: cómo es transparente con todo lo que siente, pero como a la vez toma todo lo que le da la vida como viene, siempre con buen ánimo. A Chris le gusta eso de él, pero eso no implica que a veces no lo encuentre exasperante.
- Yo no tengo novia, Chris.
Chris siente el repentino impulso de golpearlo. Pero se contiene porque sabe que Darren no tiene la culpa, que la culpa la tiene ese tonto, obligado o idiota periodista, y su avalancha de sentimientos que no debería tener, pero que tiene de todas formas, porque así es él, transformando todos los golpes en emociones, manteniendo monólogos innecesarios consigo mismo, siempre pensando y repensando todo definitivamente demasiadas veces. No podría golpear a Darren, porque golpear a Darren sería como… como… como quitarle un dulce a un niño, o algo decididamente horroroso que Chris no está dispuesto a hacer.
Por eso se deja caer a su lado en una silla y lo mira a los ojos mientras le dice:
- Pues deberías. Mia es un amor de persona.
- Si.- Afirma Darren con un movimiento de cabeza.- Y también lo es Dianna. Y Lea. Y también lo eres tu, Chris. ¿Eso significa que debería salir contigo?
Chris traga lentamente, y hace todo lo posible, pero no puede evitar que se le desorbiten un poco los ojos.
- No seas idiota, Darren. Lo digo por tu bien.
- Y yo te lo agradezco, Chris. Realmente te lo agradezco. Pero si no tengo novia, quizás es porque no quiero tenerla. Y no necesito una de mentira, gracias.
Chris ha visto antes a este Darren, el que trata fervientemente que se lo tomen en serio, que quizás es un poco menos Darren y un poco más Blaine, pero no por eso se acostumbra a él. Se retuerce un poco las manos, consciente del largo de sus brazos y de sus piernas, que no sabe exactamente dónde acomodar. Consciente de la incapacidad de Darren de comprender el concepto de espacio personal. Una de las cualidades de Darren que Chris ama.
- Van a devorarte crudo allá afuera.
Hace un gesto vago con la mano hacia la zona de la alfombra roja, donde se amontonan los periodistas, y Darren asiente con la cabeza.
- Puede ser. Pero sabes cómo soy: no puedo vivir una mentira. Y la verdad es que, aunque quisiera una novia, tampoco podría tenerla: no tengo el tiempo, no tengo la voluntad. Además, ¿qué tan malo puede ser? ¿Qué vuelvan a poner en duda mi sexualidad? No me dan miedo.
Chris asiente levemente con la cabeza y vuelve a tragar saliva en silencio. Murmura algo sobre el baño, o sobre algún conocido, o sobre tirarse de cabeza de un precipicio, o lo que sea, con tal de alejarse de Darren, y no le importa si ha quedado en evidencia, porque siempre se las arregla para quedar en evidencia ante Darren, o Darren se las arregla para hacerlo quedar en evidencia ante él, no está muy seguro. Necesita un poco de aire. Necesita pensar. Chris conoce el poder de su propia mente, y sabe que si le da vueltas suficientes al asunto, puede llegar a auto-convencerse de cualquier cosa. Y necesita convencerse, porque necesita entender la manera en la que Darren está decidiendo plantear su vida, porque no lo entiende, y Chris se desespera cuando no entiende las cosas. Mia es una muchacha increíble, y definitivamente Darren debería salir con ella, porque es evidente que ella está interesada en él. El tiempo y la voluntad son un buen punto, pero Chris conoce a Darren, y sabe que si realmente lo deseara, haría que todo eso fuese irrelevante. Esta es la clase de cosas que Chris no comprende sobre Darren, y le desesperan. Se aprieta el tabique de la nariz con el pulgar y el índice y murmura para sí mismo que esa es una de las tantas cualidades de Darren que tiene que aprender a aceptar, y que tarde o temprano va a terminar amando, porque eso le pasa con cada nuevo detalle que aprende sobre él.
Lo que Chris no sabe es que Darren no se preocupa por proteger su sexualidad del qué dirán, quizás, precisamente, porque Darren no puede vivir una mentira.